My Dueño Y Señor (Libro 2 de la saga: Secretos De Luna) EDITANDO

Cap 40

*.=Daniela=.*

—Cuanto extrañaba esto —esas palabras abandonaron mi boca, sin mi autorización.

—Daniela, no vuelvas a besarme. —Me pidió Adam cuando me alejé de él. —Sólo te traje al bosque para que tu loba pudiera salir a correr.

—¿Acaso no te gusto? —mi cuerpo se acercó a él seductoramente.

<<Esto está mal>>. —Pienso. —<<Yo soy una mujer casada y amo a mi esposo>>.

—Eres la mujer de mi amigo Iván, y las mujeres de los amigos son intocables. —Responde Adam.

<<Exactamente>>.

—Yo soy tu mate, es decir tu mujer, no la Iván. —Digo con seguridad. —Además, yo te amo es ti.

<<Pero qué barbaridad estoy diciendo>> —mis ojos se llenan de aguan.

—¿Daniela, qué ocurre?. —Pregunta.

—Esa que esta hablando no soy yo —las lágrimas brotan de mis ojos. —Yo amo a mi loco y solamente quiero estar con él.

—Lo sé —Adam se acerca y me da un abrazo, que provoca que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.

—Adam, tengo miedo. —Entierro mi cara en su pecho. —Las palabras que salen de mi boca no son mías, es como si alguien más hablara por mí.

'Son mis palabras'. —dice una voz desconocida

—¿Escuchaste eso?. —Comienzo a buscar, en todas las dirección, la dueña de esa voz.

'Solamente tú me puedes oír'.

—Ahí esta otra vez —digo asustada.

—Esa es tu loba. —Me informa, con mucha tranquilidad.

'Así es, mi nombre es Daika y vamos a estar juntas hasta el final de los tiempos'. —Ignoro a esa loba y tomo la mano de Adam.

—Quiero regresar a la mansión. Mi loco debe pensar lo peor de mí. Debo explicarle que yo lo amo es a él.

'Tú lugar es con Adam, yo no pienso permitir que estés con otro que no sea nuestro mate'.

—Adam, haz que se calle, no quiero escucharla —me tapo los oídos.

—No puedo hacer eso, ella está en tu cabeza.

'Acepta de una vez por todas que nunca estarás con Iván'.

—¡No la quiero oír!. —Chillo y la desesperación comienza a ganar terreno en mi interior.

'Ahora eres una mujer loba, debes apegarte a nuestras leyes'.

<<Yo jamás quise convertirme en loba. Quería envejecer y morir al lado de mi loco>>.

—Debes aprender a llevarte bien con ella. —Me aconseja Adam cuando aparta una de mis manos de mi oído.

—Ella quiere que deje a mi loco y eso jamás ocurrirá. —Dictamino.

—Daniela, ella… —No escuché lo que dijo Adam porque un grito de terror fue captado por mis oídos.

—Esa es Lore —susurro y empiezo a correr, a una dirección desconocida.

No sé cómo pasó pero de un momento a otro me vi corriendo en cuatro patas y sentía el viento mover mi abundante pelaje, algo verdaderamente exquisito.