Se supone que entro a estudiar a las seis de la tarde ya son las siete, corro hasta mi auto y conduzco lo más rápido posible sin accidentarme hasta la universidad, corro por los pasillos hasta llegar a el aula en la que ya debería estar hace mucho, no debí salir ayer quede hecho polvo y no sirvió de nada dormir todo el día, esa maldita pesadilla me mantiene cansado todo el tiempo.

— Lo siento mi auto se averió— me excuso al abrir la puerta, todo mis compañeros me miran, la maestra hace lo mismo y sonríe, frunzo el ceño al ver eso, es una mujer joven y muy bella pero extremadamente amargada.

— No te preocupes, toma asiento— habla la maestra con una sonrisa, esto es raro, entro y camino hasta mi lugar junto a J.J compañero y podría decirse amigo.

— ¿Qué le pasa?— pregunto bajito.

— Tuvo sexo— dice el rapado con gracias levantando sus hombros— es lo único que lo explica— dice antes de poner atención a la clase.


El transcurrir de las clases es siempre igual, las materias pasan rápido pero los trabajos e investigaciones son bastante complicadas, después de salir de clases camino junto a mi grupo de investigación, la maestra pasa junto a mí, la sigo con la mirada al ver la mirada explicita que me lanza, hablo un rato con J.J sobre a donde deberíamos salir pero este me deja en la línea pues ya tiene una cita y no piensa invitarme, me despido de todos y me encamino hacia el estacionamiento.

— Que maldito día tan jodido— hablo mientras camino hacia el auto, estudiar en la nocturna no es fácil.

— Hola— giro al escuchar una voz femenina conocida pero en una entonación que jamás pensé escuchar en ella— ¿tienes algo de tiempo para mí?— pregunta la maestra mientras se acerca más a mí con su camiseta de botones abierta los tres primeros, y su falda de secretaria un poco más recogida de lo normal, mis ojos viajan a sus dos grandes gemelas.

— Siempre tengo tiempo para usted— contesto sonriendo coqueto a la mujer no muy mayor y de belleza envolvente— para mujer bellas siempre hay tiempo— hablo arriesgándome un poco, dejo mi mano en su cintura y esta se pega más a mí.

— Vamos a un lugar más....— alarga la última palabra y muerde su labio inferior— privado— termina y sus pecho se asoman más por su escote.

— Andando— digo abriendo la puerta de mi auto.



La castaña me observa fijamente mientras conduzco, no sé qué haya pasado con ella pero me gusta mucho más esta maestra que la amargada que era antes, cambio la velocidad y antes de poder llevar mi mano de vuelta al volante esta la toma y la mete dentro de sus piernas dejándome sentir que esta sin ropa interior, inicio a jugar con mi dedo allí en ese lugar que sé muy bien que les da placer, los gemido bajos de la mujer me ponen mucho más caliente de lo que estoy, es una fantasía cumplida al doble, primero sexo con una maestra y segundo sexo con una mujer mayor, sin bajar del auto pido una habitación en el motel más cercano que encuentro, estaciono el auto y junto a la castaña quien no me a dejado dejar de tocarla entramos como podemos al cuarto mientras no dejamos de tocarnos en todas partes, en un rápido movimiento termino sentado en la cama para después ser empujado, veo como mi maestra se inclina entre mis piernas al borde de la cama y saca mi pene por la abertura del cierre y rápida mente lo engulle, cierro los ojos al sentir como lo mete hasta el fondo de su garganta, quien pensaría que una mujer que solo vive para amargar a los demás sabe hacer un oral tan malditamente bien, levanto mi torso al surtir que se aparta.

HIJO DE CAÍN ( GAY )Where stories live. Discover now