Just Friends -Editando-

Capítulo 13.

Necesitaba hablar con alguien y mi mejor amigo, no era esa persona. Sin embargo, Austin estaba a tan solo unos metros. Caminé hacia la habitación de mi hermano mayor y golpeé la puerta con mi puño dos veces, hasta que él salió, vestía unos jeans desgastados, sus zapatillas vans negras y un jersey color gris.

-Carter... ¿Sucede algo?
-No... bueno si, bueno no en realidad... -Intenté explicar.- mierda -Balbuceé.
-¿Por qué no entras y hablas?

Abrió la puerta dejando espacio suficiente para que yo entrara, cuando lo hice me senté en su cama y él cerró la puerta detrás de si. Se sentó en la silla de su escritorio, frente a mí, y me miró en silencio esperando a que yo hablase.

-Necesito un novio -Dije rápidamente.
-Bueno podrías... ¿Qué?

Suspiré, dejé escapar todo el aire que estaba reteniendo y luego volví a llenar mis pulmones con el mismo.

-Ya me has escuchado. -Dije lentamente mientras admiraba la expresión dubitativa de mi hermano.- ¿Austin? 
-Aun no entiendo por qué es que lo necesitas -Confesó.
-Theo sale con universitarias. También tu, y Ashton. ¿Qué les ven a esas chicas? -Bufé.
-¿En serio quieres que te lo diga? -Enarcó una ceja, y casi me vomito encima. -Aun no entiendo, qué tenemos que ver nosotros tres con que tú necesites un novio
-Bueno... no lo sé. Me sentí algo mal al verlos con esas chicas... creo que sentí celos. ¿Es normal no? Es mi mejor amigo, y no quiero perder tiempo con él solo porque salga con alguien más
-Carter... no necesitas un novio. Y si sientes celos, tal vez deberías decirle a Theo como te sientes y no a mí.

Me dio unas palmadas en el hombro y me acompañó hasta la puerta de su habitación.

-¿Por qué no lo intentas ahora? Él te necesita en estos momentos.

Cerró la puerta dejándome en el pasillo. Con palabras sueltas en mi cabeza.  ¿Me necesita? ¿A qué se refiere? ¿A matemáticas? yo le he estado dando clases de eso, ¿Necesita aprobar exámenes para que su mamá lo deje salir con universitarias? ¿Por qué no lo ayudan ellas? de seguro saben más matemáticas de lo que yo sé.

Decidí llamar a un experto en temas sobre celos. Y que no se como coños lo hace, pero controla sus celos como nadie.

-¿Carter? Estaba por ir al aeropuerto. ¿Sucede algo?
-Christian... necesito que vengas a casa. Ahora.

Esperé en el patio delantero de la casa, sentada en el césped, a que Christian llegara. Cuando bajó del taxi, yo ya estaba de pie lista para que me diera un abrazo, y eso hizo.

Vestía un par de pantalones verdes, con una remera negra y zapatillas del mismo color. Traía puesto un par de lentes oscuros para el sol y una gorra de béisbol que arruinaba el estilo medio elegante que traía.

-Oye... -Me tomó ambos lados de la cara con sus manos.- ¿Qué sucede? te oías mal por el celular
-Es... es Theo.
-¿Ya le has dicho que te gusta?
-¿Qué? No me gusta Theo
-Entonces aún no han hablado. -Fruncí el ceño, esperando a que dijera algo más.- ¿Sobre qué querías hablarme?
-Dime como controlas tus celos, cuando me ves con otros chicos.
-Cariño, no sufro de celos contigo. Sé que soy el único chico en tu vida. -Me guiñó un ojo y sonrió. -Se le llama autoestima. No puedes sentir celos de alguien más, si te sientes superior a ese alguien
-¿Y si ese alguien inferior son universitarias?
-Ríndete. Ni yo puedo con esas pinches zorras.

Bufé. Lo llamaba para que me hiciera sentir mejor, y hacía todo lo contrario. No quería sentirme así. Theo era mi amigo, y no quería perderlo. No quería dejar de enseñarle matemáticas, solo porque él esté ocupado con una zorra.

-No quiero perder a Theo.
-No vas a perderme. -Sentí su voz a mi espalda. Había olvidado que aún seguíamos en la calle, frente a nuestras casas. Me volteé para verle. Esos malditos ojos avellanas, me llegaban hasta el alma. Sentía que podía leer mis pensamientos.

-No deberías estar estudiando, en vez de escuchar conversaciones privadas.
-Tú no deberías hablar tan alto, con esa gran bocota que tienes.
-Ni tú, andar escuchando con esas orejas de Dumbo.
-Eres una tonta.
-Y tú un imbécil.
-Infantil.
-Idiota.
-Es verdad... lo soy.
-Por fin coincidimos en algo. -Confesé.
-¿Pueden dejarse de chucherías y besarse ya? ¡Están haciéndome colmar de la paciencia! -Advirtió Christian a nuestro lado, a unos pocos pasos de donde estábamos Theo y yo. Había olvidado que él, se encontraba allí. Y eso que había sido yo quien lo había llamado.
-¿A qué se refiere? -Preguntó Theo. Me encogí de hombros, sin saber qué decir.
-¿Y a mí me preguntas? Soy yo la que aún no se entera de tus secretos.
-Debería irme a estudiar.

Asentí y me volví hacia Chris. Había tenido la oportunidad de decirle a Theo como me sentía, y no me había atrevido. Quizás solo debería hacerme a la idea de que perdería a mi mejor amigo y ya.