Los omegas de Daegu solían lamer nuestras botas cuando ninguna de nuestras presentaciones había llegado, cuando todo salio a la luz, dando como resultado un omega y cuatro alfas, la atención cayó completamente en mí.

Luego de un buen rato en esta fiesta, y de estar muy aburrido sentado en una de las mesas con varios de nuestros compañeros de clases, la cosa empeoro, el padre de Momo empezó a dar un discurso de cuanto amaba a su hija, sentía mis parpados tan pesados, quería irme. Creo que me hare un recordatorio de matar a Hoseok en el futuro.

Mi hermano golpeo suavemente mi hombro, llamando mi atención  —Anímate hyung, por lo menos hay traen postres—.

No dije nada y sólo lo observé mientras le dedicaba una mala mirada a todo mundo, odiaba los dulces,  ¡ya lo mencione!

A pesar de todo, algo mejoro un poco la situación, pues vi acercarse lentamente a uno de los meseros, era un joven, muy atractivo, y fue claramente muy notado por todas las chicas y chocos de mi mesa. Su cabello era de un negro que armonizada tan bien con el clima, sus ojos no se quedaban atrás, eran tan cautivantes, y esos labios tan provocativos, el chico se veía perfecto a pesar de ese ridículo uniforme de mesero, que en cierta parte me enoje, pues él tiene lo yo diría belleza pura, tan hermoso como para ser pobre, lastima, es muy difícil de encontrar un rostro así, he visto algunos, pero ninguno se le comparaba al de aquel mesero.

Un poco de mi enojo se marchó para transformarse en curiosidad, mientras le servía a una persona frente mío, pude notar que se trataba de un omega, algo temeroso al parecer, trate de disimular un poco mi necesidad de poder descifrar su aroma, aunque fracase, pues lo noto, y esos pequeños ojos me miraron por unos segundos, en donde no comprendí su mueca de temor. Prácticamente temblando, el chico termino y se marchó con la charola en mano.

Observe la reacción de todas las chicas, vamos, era sólo un joven que a lo mucho podrá invitarlas un helado de algún lugar, feo y barato, pero parecía no importarle en ese momento, ni siquiera lo que era parecía tener importancia en ellas.

—Afeminado—. Dije mientras tomaba mi bebida, estaba seguro de que el chico había alcanzado a oírme, pues apenas estaba en la mesa de al lado. —Es un omega—.

—Espero que no—. Dijo una de las chicas de mi clase, cuyo nombre ni siquiera sé.

—No pregunte, afirme, ¿te falla el olfato? —.

—Te falla a ti—. Me dice esta. —Ese chico no huele a nada, yo diría que es una beta—.

—¿Beta? —. Lo ojeo a la distancia, analizándolo, el chico no se veía difícil, su rostro era demasiado bello, y aunque da un aura inocente  que te da a entender que desconoce su atractivo, no me engaña, las personas así son las peores, los de su clase son así, creo que tantas cursilerías en la televisión les afecta la realidad y esperan salir de pobres como sea.

No pude evitar reírme al verle nuevamente, aunque mi rostro se desfiguro un poco al sentirlo acercarse a mí, entonces me sentí extraño, nervioso y un poco intimidado, a tal punto, que pude ver a mi hermano mírame confundido, pero le ignore, ni siquiera entendía mi comportamiento, pero todo pareció volver a la normalidad cuando este se marchó a serviles a otra persona.

Después de unos cuantos minutos, nuevamente se acercó, ahora traía otra cosa, ni siquiera me fije, me dedique analizarlo a él, su rostro se veía muy dulce, pero al mismo tiempo el chico era caliente, nunca me había sentido atraído por ningún hombre omega,  pero él, se veía diferente.

Cuando fue el turno de servirme, le vi prácticamente temblar, sabia lo intimidador que podía llegara a ser, y era algo de lo que disfrutaba, pero no estaba disfrutando sentirme de la misma manera que él. sin quitarle los ojos de encima, tomé lo que fue dejado en el plato y lo mori, llenándome de ese sabor, de ese asqueroso sabor

Cuando te vea (YOONMIN)omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora