#9

30.5K 2.4K 1.1K
                                    

Parpadee varias veces, pues la luz blanca era segadora. Lastimaba mis pupilas. Cuando al fin pude acostumbrarme a la luz, observé todo a mi alrededor, estaba en la enfermería.

— Al fin despiertas, pensé en llamar a tus familiares—

Mire sin entender a la enfermera, ella me miraba preocupada, pero con una sonrisa en sus labios.

— ¿Qué me pasó?  — intente reincorporarme.

— Ah, cariño, es mejor que te quedes un momento más recostada, al parecer estas algo anémica, dime, ¿Has comido algo esta mañana? — asentí.

— Si, comí, aunque solo un poco — acepte.

— Deberías de comer mejor, pues al parecer tienes anemia, cuando uno no se alimenta bien suele debilitarse, además de que tu herida se abrió de nuevo— asustada mire hacia mi estómago, tenía vendas de nuevo, pero limpias.

— Gracias por todo, yo... debería de ir a clases — me levante despacio.

— Ya avisé a tu profesor, además ese chico guapo dijo que vendría por ti— me sonrió alegre.

— ¿Cuál chico? —

— ¿Quién más? Tu novio, es muy guapo, además de que se ve que se preocupa por ti, cuando te trajo estaba desesperado al ver que estabas desmayada, sus amigos se lo llevaron a la fuerza, pues él no te quería dejar sola —

Estaba sorprendida ante aquel dato nuevo, el único que haría algo así era él y hablando de chicos guapos, creo que se refería a Jungkook, si, era el único, de nuevo me confundía.

— Entonces permaneceré un poco más aquí, dormiré un rato más  — avisé a la enfermera.

— Claro, tomate tu tiempo —

Ella sonrió por ultima vez y se giro para dirigirse a su escritorio donde empezó a escribir en su computadora, sentía mis ojos pesados aún. Tal vez no sea mala idea dormir un poco y perder las clases, tal vez así todo se me pase.

Intente dormir un poco, cerré los ojos, pero al hacerlo, la imagen de Jungkook llego a mi cabeza, mirándome directamente y haciendo que mi cuerpo se estremeciera.

[...]

Abrí los ojos de nuevo, la enfermera no estaba, estaba completamente sola. Me levante y me puse mis zapatos, acomode mi cabello, lentamente camine hacia la puerta, donde a un lado de esta había una silla y ahí estaba mi mochila, estaba por sujetarla cuando la puerta se abrió de golpe.

Jungkook me miraba agitado y sorprendido, paladee varias veces antes de hablar.

— Me-me asustaste— agache la mirada.

No obtuve respuesta, normalmente él me contestaria bruscamente o me amenazaría.

— ¿Cómo estás? ¿Te duele algo? — su voz salió suave.

— Estoy bien, solo siento un poco de tirón en mi estómago, la doctora dijo que estaba algo anémica — levante mi vista para mirarlo a los ojos.

— Vamos, te llevare a tu casa —

— No es necesario — empecé, pero me interrumpió.

— Te llevare — me miro y agarro mi mochila. —  Ya te lo había dicho, harás lo que yo diga — y ahí estaba de nuevo ese Jungkook que conocía, el autoritario.

No dije nada más, solo lo seguí, él intentaba ir a mi paso, pues estaba yendo despacio por el suave dolor que sentía en mi estómago. Podía ver que estaba malhumorado, pues no le gustaba ir despacio.

No me había dado cuenta de que las clases ya habían terminado, los alumnos estaban fuera de la escuela. Todos nos miraban, los amigos de Jungkook estaban más adelante mirándonos con una sonrisa.

— La bella durmiente al fin despierta — sonrió Hoseok.

— No te vuelvas a desmayar así, mira que me asustaste mucho  — Seokjin me miraba acusador, pero a la vez preocupado.

— Lo lamento, por todos los problemas causados— me disculpe cuando llegamos hasta ellos.

— Tranquila, que ha cualquiera le pasa — Namjoon me sonrió.

Les di una sonrisa algo floja, pues la verdad no tenia muchas ganas de sonreír, solo quería estar en mi cama. Y eso que ya había pasado todo el día acostada y durmiendo.

— Iré a dejarla a su casa, así que no me esperen —  les hablo Jungkook.

— Claro, cuida bien de la princesa — le sonrió irónico Taehyung, quien por primera vez lo veía sonriendo.

Ellos se fueron dejándonos solos allí, Jungkook sujeto mi mano y me hizo caminar también, pero en la dirección contraria. Caminábamos en silencio, tenía miedo de que, si hablaba, él volvería a ser tosco conmigo.

— Les agradas a ellos — habló al fin, pero más bien parecía que hablaba para sí mismo.

— ¿Cómo?  —

— Me refiero a que tú les agradas, por eso tienen esas confianzas contigo, ellos... son buenos, son mis mejores amigos, metería las manos al fuego por ellos — al escuchar sus palabras me daba cuenta de algo, Jungkook apreciaba a sus amigos como si fuesen su familia, para él, ellos eran importantes.

— Son amables — asentí.

—Si, aunque a veces son algo directos, pero es que no sabemos mucho sobre amabilidad — me miro de reojo.

— Creo... creo que lo que importa son los buenos actos, si ellos hacen buenos actos, es una buena forma de decir "soy amable"  — hablé sin pensarlo.

— Sí, tienes razón, ellos son demasiado buenos — sonrió, por primera vez vi una sonrisa genuina, una que me hizo sonrojar.

Seguimos caminando hasta que llegamos a casa, en ningún momento soltó mi mano, cuando toco el timbre, mi madre nos vio y sonrió, pero cuando Jungkook le comento sobre lo sucedido en la mañana, ella se preocupo demasiado. La verdad es que yo no planeaba comentarle nada, no quería preocuparlas.

Jungkook también pasó, la abuela preparo una comida deliciosa, invitando a Jungkook ha que comiera con nosotras, los cuatro platicábamos, bueno, ellas le sacaban platica a él, y él solo contestaba alegre. Todos sonreían, era como si fuésemos una familia feliz.

Me sorprendí a mi misma pensando sobre eso, la verdad es que esa idea se me antojaba mucho, pero me hacia estremecer el hecho de que sintiera algo por él... porque empezaba a sentir algo por él, ¿No? Cada vez que sonreía y sus pequeños ojos se perdían en sus parpados, y sus mejillas se sonrojaban ante alguna palabra de la abuela, era como ver a un tierno Jungkook, a uno que nunca había visto.

Más tarde, después de la comida, fuimos hasta la sala, donde ambos nos pusimos a estudiar, había tomado apuntes por mí, se lo agradecía.

En una oportunidad fui al baño, tarde un poco, pues necesitaba despejarme, pero cuando regresé lo encontré recostado en la mesita, con los ojos cerrados y la libreta a un lado, su brazo derecho extendido haciéndole de almohada y el izquierdo flexionado también. Se veía tranquilo, muy lindo. Estaba durmiendo.

Creo que tener la compañía de Jungkook ya no resultaba tan malo, después de todo. 

My boy [Jeon Jungkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora