I'm gonna bite you [ KookMin ]

Pequeños problemas

–Jiminnie, realmente deberías pensar bien tus palabras antes de hablar. – Yoongi resopló para llevar sus manos hacia su cara tratando de alejar cualquier pensamiento fuera de lugar, el alcohol se mantenía instaurado en su torrente sanguíneo por lo que no era extraño que su imaginación volase.

–Pero hyung. – El calicó infló sus mejillas con su cola serpenteando. – Estoy hablando en serio. – Sus brazos cruzados y sus orejas triangulares hacia atrás eran la prueba de ello. – No puedo dormir si hyung sigue trabajando. –

–Bien, si te molesta el ruido, procuraré usar audífonos o algo así, pero ya ve a dormir. – El ceño de Min se fruncía, estaba haciendo lo posible para controlarse y no arruinar la nueva oportunidad que se le había otorgado, si quería arreglar las cosas y que todo cambiase, no podía arruinarlo una vez más. –Necesitas descansar, a Hoseok n...–

–Cantaré para hyung. – Sentenció el gatito sin dejar que terminase su oración, por lo que quedaba no deseaba pensar en el regaño de Hobi, ya habría tiempo para eso. – Chimmy se portará bien y cantará para que se duerma. – Su sonrisa era deslumbrante, aun cuando sus orbes se perdían en dos delgadas líneas, la felicidad y honestidad de sus palabras era algo único.

–No hay nada que pueda hacer contigo. – El de cabellos celestes sonrió y negó un par de veces con la cabeza, realmente no podía con Jimin, era un ángel por donde se le viese. Aguantando las lágrimas de desesperación, suspiró una vez más para caminar hacia e pequeño pasillo. – Vamos a la habitación del mocoso, hay un sofá cama donde puedo dormir mientras cantas –

Y la alegre mueca del rubio se mantuvo incluso cuando su melodiosa voz resonó en una dulce canción que no le molestaría repetir una y otra vez.

🐾🐾🐾🐾🐾🐾

–Por última vez, Taehyung, muévete de la puerta. – El conejo estaba al borde de perder la paciencia, ya había perdido más de quince minutos buscando sus zapatos porque el tigre los había escondido esperando que no se fuera, y ahora no lo dejaba salir, ¿qué le pasaba?

–¡Ya compórtate, Kookie! – Le rugió el felino, frunciendo el ceño. – Mis papás no están y me dejaron a cargo, ¡no dejaré que te escapes! –

–¡Maldita sea, Taehyung, sólo quiero ir a ver a Jimin! – Las orejas blanquecinas del conejo se apegaban a su cabellera y empuñando sus manos dio un par de pasos acercándose a su mayor, no, no es como si fuese a golpearlo, sin embargo, le era inevitable no querer verse amenazante.

–¡Soy tu mayor y no te dejaré! – Un gruñido resonó desde lo más profundo de su garganta. – ¡Ya deja a mi Chimchim respirar!—

–¡No es tuyo!—La zurda del menor fue directo hacia una de las paredes, tirando de paso uno de los cuadros familiares colgados. – ¡No es tuyo ni de Hoseok, ni mucho menos de Yoongi! ¡Es mío! –

–No. – Kim hacía lo posible para mantenerse sereno, debía hacer que sus padres estuviesen orgullosos de él manejando la situación, no iba a perder los estribos. Frunciendo el ceño, gruñó una vez más, con toda la fuerza que poseían sus pulmones, dando un paso hacia adelante. – No, Jimin jamás sería la pareja de un niño caprichoso como tú. – Su grave voz resonó en la entrada.

Inconscientemente, Jungkook se sintió intimidado y retrocedió un par de pasos mordiendo su labio inferior tragándose su propio orgullo.

–Déjame salir, Taehyung. – Volvió a decir.

–No. – Manteniendo un semblante serio, ondeó su afelpada cola para recoger el cuadro y volver a colgarlo en el sitio en el que se encontraba. – Ahora vamos a ir a mi habitación a ver una película o algo así hasta que llegué papá Nam y luego veremos si te deja salir.