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~20~ Deseo

¿Qué se hace cuando estás desesperado en arreglar tus errores?

Haces la primera locura que se te venga a la mente creyendo que es una solución, Pero, ¿Qué pasa cuando ya es demasiado tarde para arreglar las cosas?

Esa pregunta detuvo a Jimin en medio del pasillo del hospital, Con sus ojos soltando un torrencial de lágrimas adoloridas y llenas de culpa. Sollozando impotente.

Se detuvo, Más no desertó.

Entró a la habitación que tantos escalofríos le causaba y comenzó a contar los minutos que le quedaban: Tenía veinte minutos.

Veinte...

Yoongi veía la televisión fijamente, Fumando morbosamente al lado del tanque de oxígeno al que se suponía debía estar conectado por medio de la mascarilla. Jimin sollozó aún más por la escena, Llamando la atención del de hebras azules que frunció el ceño, Apagando el cigarrillo contra la pared y tirando la colilla al suelo.

—¿Jimin? —El murmulló llegó a sus oídos, Más parecía no entender.

Su cerebro parecía haberse desconectado en el momento que puso pestillo a la puerta y se acercaba con lentitud, Aún permitiendo que sus lágrimas lo bañaran.

—Me alegra que vinieras —Siguió Yoongi al no recibir respuesta del menor—, Los chicos vinieron hace unas horas y me entristeció no verte con ellos, ¿Te convencieron en venir?

Nada.

No dijo nada.

Se acercó aún más y retiró sus zapatos, Yoongi arqueó una de sus cejas sintiéndose confundido sintiendo el peso de una de las rodillas del menor en el colchón de la camilla y ahora viendo a Jimin ponerse sobre él.

—¿Jimin...? —Su voz era más gruesa, Y eso lo hizo llorar más—. Jimin, ¿Qué mierda?

El dorso de su mano derecha conectaba con el suero, Tantos cables conectados a él. Tan deplorable...

Lloró aún más, Permitiendo que algunas de su lágrimas cayeran en las mejilla de Yoongi.

—Perdóname. —Gimoteó—. Perdóname, Yoongi.

El de cabellos azules alzó su mano izquierda y limpió las lágrimas del menor con sus pulgares, Ambos mirándose. Compartiendo su dolor.

—Como tú no pararás de fumar, Yo no pararé de cortarme. —Dijo, Derramando más lágrimas que el mayor no tardó en limpiar—. Si tú mueres me iré contigo.

—Jim...

—Me iré contigo, Yoongi. —La firmeza en sus palabras sorprendió al mayor que sintió sus ojos aguarse.

Jimin acercó su rostró a él y rozaron sus labios.

—Me iré contigo. —Susurró antes de besarlo.

No hubo roce de lenguas.

No hubo mordidas.

Nada.

Sólo eran sus labios tocándose y las lágrimas de ambos sustituyendo el intercambio de la saliva entre ambas bocas.

Ahora ambos lloraban, Besándose con lentitud y las manos de Jimin moviéndose solas. Tenía 15 minutos.

La bata azul celeste subió con lentitud, Permitiendo ver la desnudez del chico de cabellos azules. Jimin rió con sequedad, Aún estando a punto de morirse Yoongi no dejaba de ser un maldito pervertido, que se permitía estar desnudo bajo esa bata.

—¿Qué harás? —Susurró Yoongi separando sus labios de los gruesos de Jimin—. ¿A qué viniste realmente?

Jimin sorbió de su nariz y llevó sus manos al pene dormido del contrario. Comenzando a masturbarlo con lentitud para despertarlo. Yoongi gimió ronco. Alzando sus caderas para sentir más del contacto.

Una vez estuvo erecto Yoongi, Jimin acercó sus rechonchos labios para darle un beso al glande y acto seguido engullirce el miembro en la boca, Empezando con un vaivén de unos minutos que finalizó en lamidas en los testículos y en la base del pene hasta el glande.

—Quiero verlas. —Dijo Yoongi.

—¿Eh? —Jimin estaba desorientado, Con su vista nublada en deseo.

—Tus muñecas. Déjame verlas.

Jimin tragó duro y con lentitud retiró el suéter beige de su cuerpo quedando su torso al desnudo. Dejó ver unos cortes recientes que partían de sus muñecas hasta su antebrazos, Unos sangraban y en otros su sangre había secado.

Con la yema de sus dedos, Yoongi tocó cada corte, Cada uno de ellos y con lentitud con su mano izquierda tomó la diestra de Jimin y la acercó a sus labios. Besó el dorso de la mano, Cada uno de sus dedos, La palma, Las muñecas y el recorrido finalizó en donde finalizaban los cortes. Para poder besarlo tuvo que levantarse un poco de la camilla, Gimiendo de dolor, Más por eso no se detuvo en repetir el proceso con la otra mano.

—Eres hermoso. —Le dijo, Ahora depositando un beso en la comisura de sus labios—. Todo de ti es perfecto.

—Yoon... Ahh~ —Jimin gimió sintiendo un lengüetazo en su cuello.

—Quémame más, Jimin. Córtate más y dame más motivos para fumar. Deja que el humo del tabaco queme mis pulmones en un fuego abrasador y que mi muerte sea lenta, Lo suficientemente lenta para besarte y Hacerte el amor de tal manera que ambos olvidaremos nuestras miserables vidas.

Fue en tal momento donde sus almas se unieron. Cuando los trozos de sus corazones rotos cuadraron como los fragmentos de un rompecabezas.

Perdidos en la lujuria y el deseo, En cada embestida y estocada. Ambos gimiendo.

Jimin, Que nunca acostumbró a rezar pidió a Dios en su mente misericordia. Que detuviera el tiempo y le permitiera estar ahí contando los latidos del corazón de Yoongi.

El orgasmo de ambos y el sonido de la puerta siendo tocada fue el momento exacto donde ambos corazones rompieron.

~~~

Tres días después, Jimin se abrazaba al cuerpo de Taehyung en un llanto desconsolador.

Hoseok, SeokJin, Jungkook, Namjoon y Taehyung entraron en un trance de incredulidad en el instante que la llamada fue contestada y el teléfono terminó en el suelo. Nadie lloraba a excepción de Jimin, Que había sido el que había recibido la llamada.

Sus gritos fueron aturdidores y que después dejaron de ser escuchados por la perplejidad de sus palabras, Gritando que había muerto.

𝑆𝑚𝑜𝑘𝑒 ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora