•Capítulo 1•

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POV CAMILA

Me desperté a las 6 de la mañana gracias a mi alarma ¿Cuánto bebí? a penas recuerdo lo que pasó

~Flashback~

-Vamos Mila una más y nos vamos, por favor, no te niegues - Me encontraba en un bar de Miami, para ser mas exacta "MADNESS", con mi mejor amiga, la cual a estado conmigo desde que prácticamente desde que  somos unas bebés.

-Esta bien, una ronda mas y nos vamos Jane, mañana tengo trabajo muy temprano - Le dije en un tono autoritario, pero con una pequeña sonrisa.

-¡Increíble! Me alegra haber recuperado a mi mejor amiga que esta absorta en el trabajo - Dijo muy emocionada, ganándonos unas cuantas miradas curiosas por su pequeño escándalo que estaba haciendo.

-Dinah mas bajo, nos están mirando - Sentencié finalmente para dejare llevar por la música del bar.

~Fin del flashback~

Llamé a Dinah, para saber si seguía dormida, o por lo menos viva. A lo tres tonos contestó.

-Espero que sea algo importante por que son las 6 de la mañana en un lunes -Sonó irritada, probablemente la desperté.

-Buenos días para ti también, Dinah -Fui irónica -Estaba preocupada por ti, creo que nos pasamos un poco de copas

-Yo estaba perfecta, la que ya no tiene resistencia eres tú -Afirmó

-La vida no se trata de solo salir de fiesta en fiesta -Me agarré las sienes masajeando un poco para aliviar la tensión que tenía en esa zona -Ya no estoy para estas cosas -Suspiré

-Camila, vivías en fiesta en la secundaria y parte de la universidad. Eres la menos indicada para darme consejos moralistas cuando eras un desastre -Dijo ella a través del teléfono

-Ya dejé esa etapa y lo sabes -Evité el tema -En fin, espero que estés bien Dinah, me llamas de que te pase el alcohol.

-Voy a fingir que no me di cuenta -Sentenció -Nos vemos Mila -Cortó la llamada

Me quedé pensando en lo que me dijo, habían pasado alrededor de 3 años que dejé de portarme como una niña inmadura, tenía 21 años cuando mi vida era un completo desastre. Me la pasaba de fiesta en fiesta, suspendía algunas materias en la universidad, me acostaba con chicos y chicas que al día siguiente no recordaba ni su nombre, o incluso peor, sus rostros. Nunca me etiqueté como alguien gay, realmente todo lo dejaba fluir sin importar el género.

No me había enamorado realmente, tuve algunas parejas antes, estoy con Shawn actualmente, pero no es nada oficial, no es que no lo quiera, pero realmente no me siento del todo "Yo" en esa relación, lo aprecio pero no lo amo.

Mi día empezó con una taza de café bien cargada, ya que tenía secuelas de la noche anterior.

El consultorio estaba algo callado realmente, agradecí al cielo por que no tenía un buen humor que digamos. Finalicé mi jornada y me dispuse a ir a mi casa.

POV. LAUREN

Miré el reloj y eran las 20:45 de la noche, aún seguía en la empresa firmando papeles, resolviendo algunas cuentas, atendiendo llamadas de algunos clientes y fijando fechas para posibles reuniones. Es el precio de tener al mando unas de las empresas mas importantes de Miami.

Jauregui´s Corporation es el nombre de mi buffet de abogados, también tiene funciones económicas de aseguradores de vida y algunas cosas mas, es mas decir que es una empresa multifuncional. Los cimientos fueron construidos por mis bisabuelos, que fuero heredado a cada generación posterior. Ahora es mi turno de estar al mando de solo una derivada de esta gran cadena de empresas, es un gran orgullo poder estar al mando y representando a mi familia.

Pero a mayor éxito, mayor responsabilidad. Este trabajo me consumía, estar en una silla mas de 8 horas al día era muy agotador, a penas podía disfrutar de mi vida, solamente tengo 23 años y cargo una gran responsabilidad en mis hombros.
Cerré los ojos tratando de encontrar un mínimo alivio a tanto estrés que estaba pasando, cuando escuché que entraron a mi oficina luego de dar dos golpes a la puerta.

-Señorita Jauregui, lamento molestarla -Dijo Carolina, mi secretaria, después de ver que me incorporaba en mi gran silla ejecutiva -Algunos empleados preguntan si sus horas extras serán pagadas, de lo contrario están dispuestos a irse -Noté un poco de temor en su voz, no soy una mala jefa, pero hay días que no tengo la paciencia suficiente para manejar la incompetencia y flojera disfrazada de excusas.

-Ahora mismo diles que se vayan a sus casas, no tengo la energía para lidiar con la incompetencia -Dije levantándome de mi silla -Pero mañana quiero que todos estén puntuales -Me serví un trago que tenía en una esquina de mi oficina -¿Entendido?

-Todo claro -Me regaló una pequeña sonrisa -Hasta mañana señorita- Yo solo asentí con la cabeza

Miré a través de la gran ventana que me daba vista a una playa muy linda, me sentía tan poderosa que daba miedo. La empresa de mi familia estaba marchando realmente muy bien, teníamos muchas ganancias y tendríamos mas por una cadena de restaurantes que estaba en plan de abrir muy pronto. Mi patrimonio iba creciendo con el tiempo, y era tan gratificante tener este éxito a tan corta edad.

Con todos estos pensamientos me dispuse a salir de mi edificio, saludando brevemente al guardia y entrando a mi camioneta Renault Sandero Stepway, nada ostentoso, pero también sofisticado, me lo podía permitir totalmente.

Conduje por las calles de Miami, evitando el tráfico lo mas que podía, llegando a mi apartamento que me recibió el silencio de la soledad, absolutamente nadie me esperaba.

Me serví un vaso de wisky y me senté en mi sofá, mirando hacia la gran televisión que pasaban programas que sinceramente no eran de mi agrado y tampoco merecían mi atención.
Mi vida había sido por y para la empresa desde que mi padre me la entregó yo apenas graduándome de la universidad. Siempre fui una buena estudiante, sobresalía en varios aspectos y también era bastante inteligente, de hecho, aún lo soy. Tuve algunos momentos de diversión, fiestas y noches con algunas chicas, nada serio pero eso fue por que siempre estuve con la gran carga bajo mis hombros y pisándome constantemente sobre el dominio de la empresa, mi padre me la había confiado y no lo iba decepcionar.

Tal vez debería de empezar a vivir un poco mas.

POV. CAMILA

Al salir de mi no tan agotado día solamente quería llegar a mi casa y dormir, tenía cansancio de la noche anterior y no estaba dispuesta a perder mas energía.

Una sensación en mi estómago me hizo darme cuenta que no había comido nada en todo el día, estuve dependiendo del agua, ya que había bebido mucho la noche anterior, mi cuerpo pedía hidratarse. Mi pequeño departamento se ubicaba a aproximadamente cuatro cuadras del consultorio que trabajaba, así que optaba por irme caminando.
Ese lunes en la noche era algo tranquilo, todas las personas caminaban pacíficamente y otras de dirigían a sus respectivas casas.

Nunca fui una gran observadora, pero la vida a veces te da giros inesperados que haces que aprecies un poco mas la vida, las pequeñas cosas que te rodean, las personas que son importantes para ti, esos pequeños detalles que hacen la vida mas fácil, mas feliz incluso. Estaría mintiendo al decir que soy plenamente feliz, lo soy, pero muchas veces se siente ese vacío inexplicable que sientes, no sabes que es, pero está ahí presente.

Estos últimos años fui mas consciente de mi salud mental, de que es necesaria poder ser vivir y ser feliz, no conozco bien ese concepto, tengo amigos que quiero y es mutuo, también una familia, un trabajo de algo que me gusta y apasiona. Pero me falta ese  "algo" que todas las personas necesitamos.
Caminaba perdida en mis pensamientos hasta que sentí un golpe que me sacó del trance y me encontré con unos ojos verdes tan hermosos que me hipnotizaron.

-¡Fíjate por donde caminas! -Dijo la mujer tratando de pararse -La acera es para caminar, no para tirar a las personas -Se incorporó, yo seguía en shock por lo hermosa que era la mujer en frente mío que olvidé el dolor de brazo que tenía.

-Perdón, en serio -Le ofrecí una mano en señal de disculpas -Estaba distraída que no me di cuenta que venías.

-Créeme que lo tengo claro que no te diste cuenta -Dijo irónicamente mientras se sacudía su ropa deportiva, al parecer venía corriendo

-¿Estás bien? ¿No tienes algún rasguño?-Dirigí mi mirada a su mano que trató de esconderla, pero vi que sangraba un poco -Soy médico, puedo curar eso -Le agarré la mano -Tengo algo de algodón y alcohol en mi bolso

-No, déjalo así, estoy bien -Se separó -Yo misma lo haré en mi casa -Estaba por darse la vuelta y la agarré del brazo de nuevo

-Por favor, déjame ayudarte -La miré directamente los ojos, sintiéndome perdida en ellos -Es lo mínimo que puedo hacer después de haberte tirado -Suspiró rendida

-Esta bien, pero no pretendas hacerlo aquí en la calle -Dijo mientras miraba a su alrededor, hasta que se quedó con la mirada fija unos segundos en un local de comida -Vamos allí -Me apuntó al lugar que inmediatamente volteé a ver, era el lugar donde me dirigía a comer.

Ella empezó a caminar y yo solamente la seguí hasta sentarnos en una mesa con dos sillas en un lugar apartado. Saqué los materiales necesarios y la miré en señal de que me extienda su mano

-¿Que? -Me miró extraña

-Creo que estoy esperando a que me des tu brazo para curarte -Le extendí mi mano, a lo que ella entendió inmediatamente sonrojándose un poco.

-Ahora solo limpiaré la herida y sentirás un poco de dolor -Le sonreí levemente

-Es algo obvio, pues es alcohol -Fue irónica de nuevo, a lo que reí suavemente -¿De que te ríes? Primero me tiras y ahora te burlas ¿Eres una doctora de verdad? -Levantó una ceja interrogante, a lo que inmediatamente presioné un poco el algodón con una cantidad considerable de alcohol sobre la herida -Hija de... -Se cortó dirigiendo su mirada a mi luego de hacer una mueca de dolor

-¿Eso te dice algo? -Traté de aguantarme la risa al ver sus expresiones exageradas de dolor -Cálmate, solamente es alcohol, tampoco es que te vaya a matar -Giré los ojos

-Deberían de quitarte tu licencia o lo que sea por no tratar a tus pacientes adecuadamente -Dijo retirando la mano al ver que ya estaba limpia la herida. Le regalé una sonrisa despreocupada

-Yo te dije que sentirías dolor -Me encogí de hombros. Vi que estaba un poco roja por haber sentido dolor o estaba enojada, cualquier opción era válida.

-Bueno, ya que está todo hecho -Se levantó del asiento -Muchas gracias -Caminó hacia la salida del local y yo la llamé, cosa que ignoró.

Guardé rápidamente mis cosas para tratar de alcanzarla pero cuando salí ya no estaba, caminé unas cuadras para poder encontrarla pero no tuve resultado alguno. Rendida y con una intriga enorme de saber quien era esa mujer de los ojos mas preciosos que he visto en mi vida, compré mi comida y seguí mi camino hacia mi departamento.
Antes de dormir lo único que podía pensar era en esos ojos, esos que me hipnotizaron completamente y que estaba curiosa por saber quien era esa mujer con un carácter algo especial, que sin duda captaba mucho mi atención

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¡Hola! Es el primer capítulo editado, realmente no estoy siguiendo del todo a lo que era antes la historia y quiero pedir disculpas si no es lo que esperaban:( , existen muchos spots (en la antigua versión) que no tienen sentidos, aparte de una malísima ortografía y uso de palabras y signos, así que... ahora solo quiero armar una historia sólida y que si tenga sentido, más real por así decirlo, muchas gracias a las personas que leen aún (si es que hay)

Valdrá mucho más la pena, tengan fé

¡Hasta la próxima actualización!

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Hasta el Final [Camren]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt