Los Otros

C. 7

[ Eramos sus amigos, sus hermanos y vecinos. Ahora, somos sus peores enemigos ]

No es que Jimin no lo intentara, incluso las clases de educación física están entre sus favoritas; sale a correr todas las mañanas y ama bailar, pero por Dios, a veces, su baja estatura le jugaba en contra. Y aunque fuera muy valiente y se atreviera a todo, él no pudo saltar esa reja. Una de sus piernas quedó enganchada en lo alto, mientras se sostenía con las manos, tratando de llegar desesperadamente al otro lado. Uno de esos desgraciados lo estaba por alcanzar.

—Mierda, mierda, mierda.

Lo escuchó demasiado cerca y creyó que era su fin, pero un ruido hueco sonó tras él, callando aquel característico sonido.
Su trasero fue alzado y empujado hacia arriba, así que en un impulso, él ya estaba del otro lado.

Se quejó cuando su cuerpo cayó y alzó la vista, no podía creer quien estaba al otro lado de la cerca.

Con un bate de baseball, algo manchado en carmesí, sobre uno de sus hombros, una campera larga y desprendida que llegaba hasta sus rodillas, remera clara y simple y unos pantalones militares, todo un badass, su crush lo miraba con ojos gatunos y serios.

Detrás de él, el sujeto que lo seguía, tenía el cráneo partido, que sí bien era importante, su vista volvió a mirar a aquel ceniza que ahora saltaba la cerca par caer junto a él.

—A-Agust D... —sus ojos brillaron.

—¿Estás bien?

—L-Le partiste el cráneo...

—Qué si estás bien.

—Aún s-son personas... —estaba perdido en sus propios pensamientos.

—Entre esas personas —señaló el cadáver — y estás personas —señaló a Jimin — me quedo con las que no traten de comerme un brazo, gracias. Supongo que los daños colaterales están justificados —se alzó de hombros.

—E-Estabas en Daegu...

—Ayer estaba en Daegu, pero me dijeron que aquí también pasaba y tenia que hacer mi informe, hablé hace rato con alguien —hizo una mueca de disgusto — pero creo que lo atacaron. Lo estoy buscando ahora. Pero Busan es algo grande para quien no conoce.

Jimin se levantó de repente, ilusionado. —¡Puedo llevarte! Conozco Busan como la palma de mi mano.

Agust D se paró apoyando la mayor parte de su peso sobre uno de sus pies y miró a Jimin de arriba a abajo —si viajas conmigo, viajas con una condición.

—¡Haré lo que sea! ¡Lo que sea!

—Deja de verme como si fuera un jodido idol o un dios. —Jimin parpadeo un par de veces.

—Pe-Pero eres Agust D... Es decir, el Youtuber más influyente de todo Corea, la pitonisa del entretenimiento, lo que dices, se cumple; lo que pides, lo tienes, lo que-

—¿Qué acabó de decir? No me idolatres, joder. Soy un tipo normal, voy al baño y cago cómo cualquier persona en el mundo. No sudo brillitos y como en los McDonald's, así que ya para con esto. ¿Puedes hacerlo? Sígueme, ¿seguirás balbuceando? Aprende a saltar cercas solo. —empezó a caminar.

—Ah, espera, espera, lo haré —lo siguió. — Am... Pero tú deberías decirme a quién buscar y seguirme a mi. —dijo algo nervioso.

—Ah, sí, cierto. —se detuvo —su nombre de usuario es "Vante.95", no sé más —puso su mano en la barbilla — es rubio, de piel canela, bastante lindo, la verdad...

—¡Bueno, ya! —Jimin lo detuvo, algo celoso — Con sólo el nombre de usuario lo supe. Bueno, Agust D, el mundo debe ser un gran pañuelo, porque resulto ser su mejor amigo y me dirigía hacia ellos.