P2: Capítulo 27

33.1K 2.1K 126
                                    

Mi respiración quedó atrapada en mi garganta.

La mujer en el espejo sonreía e inclinaba su rostro de un lado a otro, como si esperara grabar detalles de mi rostro. Su mirada era curiosa, pero también traviesa.

No era yo, sus gestos me lo decían. No así sus rasgos, porque era igual a mí.

Iba a preguntarle a Cassie por la magia en el espejo, pero, cuando abrí mis labios para pronunciar mis dudas, la imagen se desvaneció, turbulenta como el movimiento del agua al lanzar una roca. Mi reflejo volvió al espejo.

Incrédula de lo que acaba de pasar ante mis ojos, me giré hacia el hada.

—Cassie... viste... yo...

Mi cerebro no lograba formar una frase con sentido.

—¿Qué tienes? ¿Viste un fantasma? —preguntó enarcando una ceja y poniendo sus brazos en jarra—. Si no te gusta la diadema, puedes decírmelo, no hace falta dar tantas vueltas.

—¡No, me encanta la diadema! Sin duda es hermosa, de lo que te hablaba es del espejo. Creí haber visto el rostro de otra persona, mientras me observaba.

—¿No será que tanta agua te afectó? Lo único que vi y veo es a nosotras.

Meditando, me volteé y miré otra vez el espejo, al mismo tiempo que Cassie lo hacía y retocaba sus cabellos. ¿Qué había sido eso?

—¿Estás segura de que me observaste todo el tiempo? —pregunté sobre mi hombro.

—Bueno, tal vez no todo el tiempo.

—¡Cassie! —reproché con impaciencia.

—¡De acuerdo! La verdad no me fijé, apenas si vi tu cara de susto cuando te diste la vuelta. ¿Qué es lo que viste tú?

—Vi una mujer. Ella era como yo —Cassie arqueó una ceja—, pero no era yo. Lo juro, se veía como yo, pero se movía diferente y me observaba.

—El espejo se relaciona con lo que necesitas, quizá eres tú y debes ser como el reflejo. No lo sé, quizá la siguiente vez puedas entenderlo.

—Tal vez...

Pero eso no bastaba para tranquilizarme.

Traté de despejar mi mente sacudiendo la cabeza y, al bajar de la roca, caminé unos pasos para depositar el hermoso espejo contra un árbol.

—Bien, ¿empezamos el entrenamiento?

—Sí que estás ansiosa —río, mientras descendía en un elegante vuelo y quedaba a unos pasos de mí.

—¿Qué me enseñarás? —dije acomodando las cintas en mis brazos.

En realidad, solo las rozaba con las yemas de los dedos, admirándolas. El traje parecía incómodo cuando lo vi la primera vez, pero puesto era una maravilla. Sobre todo, las botas que me permitían una fácil movilidad al ser tan livianas como podrían serlo unas que se extendían un poco más abajo de mis rodillas

—No yo, querida Ilora, el lobo pulgoso será tu tutor por el día de hoy. O al menos hasta que tu protector llegue y lo queme vivo —Bromeó—. Mucha suerte, princesa, espero que lo logres de verdad.

Sin tiempo a cuestionar, Cassie sonrío de lado y, guiñando un ojo, se sumergió en un haz de luz y motas de polvo brillantes que me obligaron a bajar los párpados. Al abrirlos, ya no estaba.

—¿Qué necesidad de dejarme ciega tenías, Cassie? Podías irte volando por el bosque y ya... —me quejé.

—Las hadas son así, mientras puedan deslumbrarte, son felices.

CDU 1 - El despertar de Ilora [GRATIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora