"ángel"

2K 214 28
                                    

Despertó veinte minutos después, confundido.
Lo primero que vió Changbin al abrir los ojos fue a un chico desconocido a pocos centímetros de su rostro.
Se sobresaltó e intentó incorporarse, tambaleándose un poco.
—¿Y tú quien eres?—empezó a hablar Changbin levantándose por fin del suelo.
—Se dice "hola, gracias por salvarme la vida".
—Hola, gracias por salvarme la vida— respondió Changbin imitando el tono del chico en forma de burla.
—Yo soy Hyunjin, Hwang Hyunjin ¿Y tú? ¿Qué estabas haciendo?
—Yo soy Seo Changbin. Lo primero, no estaba haciendo nada y lo segundo, si estuviera haciendo algo, ¿que más te da? Metete en tus asuntos.—respondió con su típico tono borde de siempre.
—¿Cómo que nada? ¡Si estabas apunto de tirarte por ahí!—dijo Hyunjin señalando el destrozado balcón.
—Mira, ya me estás enfadando. Sólo miraba las vistas y creo que tú no eres el más indicado para preguntar, ¿tú que haces aquí a estas horas?
—Vivo aquí.
—¿Cómo? ¿Aquí? Pero si todo esto se está cayendo a pedazos.
—Sí, aquí. No tengo otro lado al que irme a vivir o al menos hasta que consiga un trabajo o algo así—respondió Hyunjin avergonzado.
—Vaya, lo siento.—Changbin podía ver la inseguridad y la tristeza de Hyunjin a través de sus grandes y oscuros ojos— Perdón por haber sido borde antes, es mi forma de ser—por alguna razón aquel chico le transmitía confianza a Changbin y por una vez intentó no ser tan cortante, cosa que intentaba con pocas personas— Podrías quedarte en mi casa mientras encuentras un trabajo—terminó de forma demasiado directa.
—La verdad no sé si sería una buena idea, ¿no te conozco de nada y ya me estás invitando a que me quede en tu casa?—respondió desconfiado Hyunjin.
—Llevas razón, no debería haber sido tan directo, solo quería ayudarte ya que tu me has "ayudado" también—dijo aunque ahora que lo pensaba estaba molesto porque seguía ahí, vivo, y todo seguiría igual. Pero por alguna razón no podía enfadarse de verdad con ese chico ni tampoco podía hacer nada ahora, no estaría bien por su parte. Ya encontraría el momento de intentar tirarse de nuevo pero ahora no era el momento.
—En realidad, si que me vendría bien dormir en algún lado que no sea el suelo de esta casa, si es que se le puede llamar así. Llevo días sin descansar, tengo dolores de espalda y si no es mucha molestia, aceptaría tu propuesta.
—¡No de verdad! En mi casa hay sitio de sobra, de hecho ahora mismo está sola.
Quédate por un tiempo, es lo mínimo que puedo hacer—En realidad él no pensaba que Hyunjin le había hecho un favor, pero
al menos quería ayudarlo de alguna manera.
—Muchísimas gracias—dijo Hyunjin haciendo una reverencia.
Changbin le sonrió al menor y este le devolvió la sonrisa.
A partir de entonces todo lo que se escuchó en aquel lugar fue puro silencio.
Hyunjin recogió del suelo sus pertenencias, sacudiendolas para quitarles el polvo y llevarselas acuestas. Changbin miró de nuevo su reloj, que marcaba las 00:48. Tenía solo 12 minutos antes de que su padre llegara a casa por lo que le hizo una señal al menor para que se apresurara y lo siguiera hasta su casa.
Por suerte su hogar no se encontraba muy lejos y llegarían en poco tiempo. Los dos caminaron, aún en silencio, por las oscuras y solitarias calles para llegar finalmente a casa del mayor. Una vez delante de la puerta principal, este rebuscó entre sus bolsillos para abrir definitivamente y entrar en su enorme mansión. Con cuidado, se quitaron los zapatos, aunque Hyunjin debería guardarlos en su gran mochila, pues el padre de Changbin no podría enterarse de que él se encontraba allí. Subieron las grandes escaleras hasta llegar a la habitación del mayor.
—Hyunjin, por ahora quédate detrás de mi biombo. Mi padre no puede verte aquí o me matará. Cuando él llegue cerraré mi puerta con llave y ya podrás acostarte si quieres, ¿vale?
—De acuerdo, muchas gracias de verdad—respondió con mucha educación.

De repente se escucharon unas llaves que abrían la puerta principal de la casa. Changbin intuyó que su padre había llegado así que le señaló al menor que se escondiera donde le había dicho anteriormente.
El mayor bajó para saludar a su padre y asegurarse de que no subiría a su habitación ni nada por el estilo. Su padre lo saludó de mala gana, como hacía siempre últimamente, y se fue directo a su habitación la cual se encontraba en la planta baja así que no habría problema. Changbin no tardó en subir de nuevo, decepcionado por las formas de su padre, y avisó a Hyunjin de que ya podía salir.

—Ya está Hyunjin, mi padre está abajo y seguro que no sube hasta mañana por la mañana—dijo cerrando la puerta con llave.
—Muchísimas gracias de verdad, no sé como agradecerte.
—No digas más gracias, solo no me hagas echarte de mi casa - dijo Changbin riendo por primera vez en mucho tiempo
—Tranquilo, me portaré bien y te ayudaré en todo lo que necesites. Me iré ya a dormir...
—¡No había caído! Tendría que haber traído un colchón que tenía abajo. Si quieres bajo a por él o duermes en mi cama conmi... que diga, yo dormiré en el suelo si así lo prefieres—no sabía lo que le pasaba pero cada vez la liaba más.
—Dormiré en mi saco, no te preocupes— respondió Hyunjin colocando el saco en el suelo y metiéndose en él.
—Como quieras, buenas noches.
—Buenas noches—dijo sonriendo antes de caer dormido.

Había pasado cerca de una hora y Changbin aún no coinciliaba el sueño. Estuvo dándole vueltas a todo lo que había pasado en las últimas horas.
Su intento de quitarse la vida había salido mal, un chico desconocido estaba durmiendo en su casa a escondidas...
¿En qué se había metido? No sabía que acababa de hacer pero la había liado, y gorda. Como su padre se enterase lo mataría. Ya lo que faltaba, después de lo mal que se comportaba con su hijo últimamente...
Pero no se arrepentía de lo que había hecho en cuanto a dejar a Hyunjin quedarse en su casa.
Hacía mucho tiempo que no tenía la compañía de nadie, por no decir que nunca había tenido a nadie de verdad a su lado.

Antes de intentar dormir de nuevo se dió el tiempo de apreciar cada detalle del chico que descansaba plácidamente enfrente de él.
A través de la luz de la luna que entraba por la ventana, repasó sus rasgos y facciones marcadas poco a poco.

Sus cabellos de color marrón y mechones rubios.
Sus gruesos y apetecibles labios.
Sus pestañas, que podía apreciar con claridad ahora que tenía los ojos completamente cerrados.
Sus piernas largas y muy musculosas.
Y su ahora parte favorita, el lunar que tenía debajo del ojo izquierdo.
Era un chico realmente bello.

Parecía tratarse de un ángel que, aunque Changbin aún no lo supiera, había llegado para salvarlo.

 ❝42❞ ; 𝘤𝘩𝘢𝘯𝘨𝘫𝘪𝘯Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz