Un Ángel En La Madrugada Capítulo 4

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Un Ángel En La Madrugada

Capítulo 4

Narra Camila

Por lo menos ahora sabía en qué parte del país me encontraba, eso ya era una gran ventaja. Las horas pasaban lentas, esta vez no podía dormir completamente cómoda, me sentía insegura, tenía mucho frío y aunque intentaba dormir me sentía agotada.

 Por fin había logrado dormir un poco cuando un gran chorro de agua golpeó mi espalda haciéndome saltar.

-¡Mierda!, !está muy fría! -Reaccione saltando de los arbustos como si fuera un gato al cual lanzaron agua desprevenido, no estando muy fuera de la realidad comparado a mi reacción. El jardinero quien regaba las plantas solo me miro sorprendido pidiendo disculpas.

-Buen día. -Salude con la mano y comencé a caminar alejándome lo más pronto de ahí. Ahora que sabía en dónde estaba, me sería más fácil encontrar ayuda.

 A lo largo del día me dedique a buscar algún lugar en donde pudieran ayudarme a contactar a mis padres, por suerte, una amable joven me dio la dirección de un lugar  en donde podría hacer una llamada a larga distancia, ya que no contaba con el dinero suficiente para comprar una tarjeta telefónica y poder llamar a mis padres en México. 

Cuando llegué a aquel lugar, se me hizo una gran estafa el saber que mi llamada costaria tres dólares por minuto, más  una comisión de un dólar solo por el enlace a la llamada. Sentí mi corazón latir tan fuerte cuando el sonido del teléfono comenzó a sonar en forma de espera, no entendía el porque mis padres no respondían el teléfono., lo intente de nueva cuenta y tampoco respondieron. ''Perfecto'', !Siempre responden el maldito teléfono y ahora que realmente necesitaba que alguien lo respondiera no lo hicieron!

Ya había perdido seis dólares en prácticamente nada. Ahora no sabía qué hacer, pensé un momento antes de poner en práctica mi segunda opción. 

Entregue cinco dólares más a la joven para que me diera acceso a una de sus computadoras con internet, entre rápidamente al ''Google'' y busque ''Facebook''. Cuando intente entrar a mi cuenta, fue como si mi mundo se hubiera terminado por completo., mis cuentas ya no existían, no tenía acceso a ellas, la contraseña había cambiado. Intente buscar una explicación lógica y comprendí que mis cuentas en las redes sociales estaban en el celular que ese estúpido hombre me robo, ''¿en serio?, ¿era necesaria tanta maldad?''. Me precipite a hacer una nueva cuenta pero al parecer el tiempo se me había terminado.

-Señorita, necesito que desocupe la computadora o de lo contrario tendré que cobrarle el excedente. -Pensé un momento, aún tenía diez dólares y esta era mi última opción. Entregue cinco dólares más quedando completamente en la ruina, al menos si no podía contactar a mis padres ahora, contactaría a Sandra y Marielle para que ellas pudieran ayudarme. La computadora estaba completamente en inglés, lo que me dificultaba aún más el proceso.

El salir con honores de mi curso de inglés no me estaba solucionando la vida en estos momentos, había muchas cosas que no entendía y no sabía porque estúpida razón no podía completar mi registro en la red.

-Su tiempo terminó señorita...

-Por favor deme un minuto, solo necesito un minuto para conseguir ayuda. -Pedí suplicante a lo que la chica de aspecto rudo se negó. 

Salí simplemente abatida de aquel lugar, jamás en mi vida me habían parecido los días tan cortos como me resultaban ahora. Todo en esta ciudad era demasiado caro y para mi poca suerte, a lo largo del día ya había gastado dos dólares para poder hacer mis necesidades. Los baños públicos eran un asco y un completo robo.

Un Ángel En La Madrugada (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora