Para Odette la vida nunca fue color de rosas, pero estaba dispuesta a poner su vida del color que le pegara la gana.
Siendo ella una capaz estafadora, deberá ingeniárselas para conseguir una gran suma de dinero para desliárselas antes de que a su m...
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[Paréntesis: En la imagen de aquí arriba les dejo a los que son y serán nuestros personajes principales, quería buscar los ejemplares perfectos para que ustedes pudieran ponerles un rostro finalmente ya que ahora la historia no es solo de Odette. El orden en el que aparecen es el siguiente de izquierda a derecha: Sofía Asher, Odette Williams, Simón Asher y Diego Paulini]
[Otro paréntesis: Intentaré desarrollar una sección al final o al principio de los siguientes capítulos para aclararles dudas y así tengan una visión un poco más clara de la historia ¿Bien?]
Y otra cosita: Este es el primer borrador de la historia, por favor tengan en cuenta que luego pasaré a un proceso de edición en cuanto a gramática, ortografía y acentuación. Intento darles una buena trama a mi manera para que puedan sacarle suficiente jugo a esta historia que me encanta.
***
Un año y tres meses después.
Dicen que los seres humanos somos tan capaces de experimentar sentimientos a base de mentiras, como también sentirlos de verdad, algunos por naturaleza, otros por necesidad.
Hay sentimientos indescriptibles, insoportables e incluso más fuertes que nuestra voluntad. Simplemente hay cosas que sobrepasan nuestro temperamento, nuestra capacidad mental a la hora de aceptar un hecho, y luego de tanto tiempo, puedo decir con certeza que Odette Williams se quebró.
¿Qué pasó? No pasó mucho, en realidad, fue una muerte en vida, pasible, dolorosa y tétrica. Incluso podría decir que se trata de la parte más tétrica del amor, porque se extingue y una se siente incapaz de sentir empatía por otra persona en el planeta.
Y es que, siempre tuve problemas con el amor, nunca fue para mí.
A las pocas personas que llegué a amar, las quebré conmigo; Como si mi amor fuese una granada, que se lleva todo, rompe todo y quema todo a su alrededor... y con eso, lo último que me quedaba, aquella ultima pizca, gota o grano de amor que pude sentir hasta el último momento, se fue con mi madre.
—Odette. —La voz de Julián cerca de mi nuca estremecía mi cuerpo con fuerza. Su aliento en mi cuello, su mano en mi cintura y el revólver apuntándome en la otra era algo a lo que ya me había acostumbrado.
Él era el único que aún me llamaba por mi nombre.
Sin embargo, no esperaba privarme del placer de ver el mar unas pocas veces como podía, sin escoltas, sin reglas, sin amenazas, sin complacencia, solo el mar y el atardecer.
Y ustedes no se imaginan lo placentero que es ver el mar, luego de sentir que te ahogas y preferir ahogarte en él, que en la vida.
Me costaba cumplir con mi deber luego de un año para acá, aceptar que mi vida dio un giro tan drástico que mi nombre desde los labios de Julián se sentía cálido, incluso si él tuviese órdenes de dispararme en la cabeza si desobedecía.
