Capitulo 68. Es...

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Durante el trayecto hacia el hospital ninguno de los tres dice nada en coche, cada poco secaba las manos en la camiseta que llevaba puesta porque me sudaban las manos por los nervios, era horrible.

Cuando llegamos al hospital esperamos como unos cinco minutos hasta que...

-Lia, ya puedes pasar. Preparada?- dice una enfermera no muy alta y morena que había hecho las anteriores ecografías.

Izan, Valen y yo nos levantamos y entramos en la consulta donde me harían la ecografía. Esperamos a que llegue la enfermera de nuevo y me tumbo en la camilla. Era el mismo proceso que siempre: me tumbo retiro la camiseta dejando a la vista la barriga y hecha un gel sobre ella.

<<No podría ser menos frío el gel?>>- es lo primero que pienso cuando siento algo frío que cae sobre mi barriga.

Izan entrelaza mi mano con la suya y la apreto, Valen está al otro lado de la camilla.

En la pantalla aparece como una mancha que había crecido cada mes un poco más. La enfermera sonríe y señala la pantalla con la mano libre.

-Lo veis?- dice la enfermera.

Izan, Valen y yo asentimos.

-Es niño o niña?- dice Izan.

-Es...- dice con una sonrísa pícara.

-Es...- decimos Izan y yo al unísono. La enfermera y Valen rien.

-Vais a tener un precioso niño.- dice después de unos minutos en silencio.

-Voy a tener un sobrinito!- dice Valen dando saltitos.

Izan y yo reimos. Doy un corto beso a Izan y sonrío.

-Os habeis salido con la vuestra.- digo levantándome de la camilla tras limpiar mi barriga.

Todos reimos incluyendo a la enfermera.

-Le enseñaré a jugar al fútbol.- dice Izan con una gran sonrisa.

-Aún no ha nacido y la tia ya le quiere buscar novia y el padre enseñarle a jugar al fútbol.- digo a la enfermera.

La enfermera suelta una carcajada y nos entrega la fotografía de la ecografía, una más para la colección de la pared.

Media hora después llegamos al barrio. Valen se despide de nosotros antes de bajar del coche y entra en su casa, su madre y su padre la estaban esperando para comer desde hacía casi una hora. Izan estaciona el coche delante de mi casa y el es el primero en bajarse, rodea el coche y abre mi puerta.

-Gracias.- digo con una de mis mejores sonrisas.

Izan sonríe y entramos juntos en la casa.

-Hola, pequeñajo!- dice Izan revolviendo el pelo a Austin.

-Hola, Izan!- dice el niño con una de sus mejore sonrisas.

-Y a mi no me dices nada?- digo con el ceño furncido mirando al niño. El niño corre hasta mi y lo cojo en el colo.

-Que tal?- dice mi padre saliendo de la cocina.

-Muy bien.

Mi padre había sido uno de los que menos le había gustado la noticia de que su hija estuviese embarazada con solo 18 años pero después de casi un mes en el que mi madre le hablaba convenciéndole de que todo estaría bien y que ya no era esa niña que jugaba en el jardín de casa entre sus piernas, lo entendió.

Después de que mi madre llegue a casa del trabajo nos sentamos a comer, hoy Izan pasaría la tarde en mi casa y después iría a la prueba de acceso para un equipo de fútbol.

¿Enamorada de él?Where stories live. Discover now