18.

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Ari.

Min fue a dejarme a casa luego de eso se fue un poco serio, pero compense la situación con un beso y un "Gruñón, no haré nada malo" él sonrió y solamente arrancó yéndose.

Corrí a la puerta y la abrí para lo primero en ver sea una nota en la mesa.

"Arian, vuelvo en la noche. Fuí a una cena importante con Fred.
Te amo, come algo y duerme temprano.
Pdt: Llegó un paquete para tí, está en la cocina.

atentamente: Mami."

Sonreí suavemente para luego resoplar y caminar a las escaleras de caracol, subiendo estás fuí a mi habitación entrando repentinamente.

- Uhm... - Imagine tarareaba una canción que había puesto en alto con la laptop, caminaba tranquilamente por el techo mientras su cabello caía al verme ladeó su cabeza sonriendo, ya no traía marcas de la rareza en su rostro, formas demoníacas, o aterradoras. Bajó y caminó hacia a mí.

- ¿Qué tal te fue? - cuestiona vilmente.

- Uhm.. bien, todo salió bien. - dije caminando a la cama observando una caja de pizza abierta con una rebanada faltante dejé mi mochila caer al suelo. - Has comido.

Dije un tanto incrédula de la situación.

- Sí, al parecer lo logré. Aunque seré sincera, ¿Cómo puede ser la pizza algo tan relevante para los humanos? No lo entiendo, es sólo un trozo de masa seca e ingredientes que.. eww.

Dice en desagrado cruzándose de brazos para luego mirarme de pies a cabeza, tal vez se vea déspota, soberbia, todo en ella era agresividad pura e indiferencia. Eso sólo me hizo sonreír para luego dar vuelta y abrazarla con fuerza.

- ¿Qué carajos te pasa, Arian? - dice entre un gesto de asco pero no me interesa.

Me separo unos centímetros para verla.

- ¿No has salido de casa? -

Ella niega.- Para nada, ¿a qué carajos voy a salir?

- Por nada. ¿Probaste la pizza?

- Eso dije, al parecer tengo un poder cómo convertir la comida a modo transversal o no sé, se hace transparente y puedo ingerir. Pero esa sabe a mierda.

- ¿Y cómo haces eso? ¿Cuándo pediste la pizza?

Tomo un trozo y le doy una gran mordida, muero de hambre.

- Bueno, recientemente la pedí, justo después de que se fuera Laura me levanté porque me había ido a dormir, vigilé la casa como perro guardián, me dió ansiedad y decidí ver si lograba comer algo, pedí pizza, y listo.

- ¿Cómo la recibiste? ¿No se aterró?

- ¿Aterrarse? ¿Cómo por qué lo haría?

Me coloco nerviosa por ello.

- Tú sabes, porque nadie más que yo puede verte.

- Tomé unos guantes de cuero que tiene Laura, y listo. Cuándo escuché el timbre sonar solamente saqué mi mano con los billetes y luego de que los recibiera tomé la pizza, nada interesante.

- Y... Luego de eso. ¿Qué hiciste?

- Uhm.. qué hice.. - pensó dudosa.- Practique eso.. tomé la rebanada y la presioné con todas mis fuerzas hasta que logré darle una transparencia, la toqué con mi lengua y pude saborearla. Pero fué un error. La terminé comiendo, tarde horas para hacerlo. Pero.. no fue tan mal la sensación si no el sabor.

La Lista Negra (Suga Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora