05.

324 35 9
                                    

Realmente siento la demora.

Min Yoon Gi.

- Y ... Listo.

La enfermera cubrió la zona dónde había suturado mi herida con algunas gasas y cinta, vendó mi frente, hice una mueca.

- Ya vuelvo, iré a ver cómo está su profesora.

Se retiró. La chica me miraba atenta, más bien curiosa mientras tomaba con su diestra una paleta que metía a su boca.
Estoy guardando paciencia en no preguntarle de mala gana qué es lo que tanto mira y ser grosero.

- ¿Qué te sucedió en realidad?

Justo cuando abrí mis labios dispuesto a decirlo, cerré estos escuchando su pregunta.

- ¿Cómo fue? Es decir... ¿Fue un accidente? ¿Alguien te empujó? ¿Caíste? Es una fea herida.

- Déjame responder una por una siquiera.-gruñí y ella asintió manteniendo la posición de su mano a su paleta.

- Te escucho.

- Justo luego de que te traje, regresé, me empujaron de mi asiento y estrellé mi cabeza en un estante, luego el suelo.. No tiene sentido. Jimin me ayudó a venir aquí, pero en las escaleras es.. como si me hubieran empujado o algo por el estilo, no tenía control de mi cuerpo.. esto, esto no tiene sentido.

- No, no lo tiene.

- No ayudas. -respondí secamente.

- Probablemente fue un fantasma, algún fantasma con un rencorcillo hacia ti.

- qué.

- Es una suposición, no digo que fuera real. -tiró el palito de paleta al bote de basura, se acercó a mí.- realmente deberías tener cuidado. -entrelazó sus manos atrás de su espalda, inclinándose un poco hacia a mi.- Por suerte estás vivo.

- Vamos, no me jodas. No es como si hubiera podido morir. -reí nervioso, pasé saliva, ella se encogió de hombros haciendo una sonrisa inocente, más bien tétrica a mi punto de vista, ladeó su cabeza.

- Siento que no me has dicho todo lo que sucedió, como si te saltaras una parte.

- Bien, escuché unas risas, de acuerdo. Lo hice, las escuché, jimin dijo que no fue nadie, que nadie reía.

- Que locura, seguro un fantasma.

- ¿Crees en los fantasmas? -dije con un tono burlesco, soltando una risa fingida.

- Sólo doy una idea.

- No creo en esas cosas.

- Tienes razón. -regreso a una posición recta, cruzando sus brazos, llevó su dedo índice a su barbilla y el pulgar a su mentón, como analizando la situación, elevé un poco mi ceja izquierda.- Viéndolo del lado "lógico" puede ser que por el golpe afectaron tus sentidos y por ello no sentías poder controlar tu cuerpo, tus movimientos y escucharás aquellas risa como una alucinación. -se encogió de hombros acercándose al escritorio de la enfermería.

- No negaré que esa respuesta me ayudó.. un poco.

Sonrió suavemente, sin controlarlo sonreí.

- Sí, bueno. Los fantasmas no existen, después de todo.

Y sentí un peso en mis hombros, mirando con el rabillo de mi ojo a mi hombro izquierdo, esperando ver algo, una sensación extraña recorrió mi espina dorsal.

- ¿Estás bien?

Reaccioné mirándola, ella abrió un gotero mientras me miraba.

- S-sí.. - respondí maldiciendome por balbucear, sonrió nuevamente pero está vez me mantuve con un rostro neutro, dejó caer dos gotas, o tres tal vez en su labio inferior, la parte interna.- ¿Qué mierda haces?

- Quiero intentar que se siente estar anestesiada. -dijo cerrando el gotero dejándolo en su lugar, rodé los ojos, parecía que trataba con una niña de trece años, bajé la mirada.- Oh, dios, no siento mi labio. -rió tontamente.- Imagine, prueba esto, te juro que no siento mi labio. - desconcertado volteé a mirarla, hubo un silencio.- No puedo sentirlo, me estoy preocupando. - prosiguió, mirando en frente de ella, como si hubiera alguien, ignorando mi presencia.- Lo olvidé.. enserio quería que lo intentaras.

- ¿Intentar qué?

- No hablaba contigo. -respondió soberbiamente, pasando a un lado de mi, dispuesta a irse.

- ¿Te vas?

- Me siento mejor, ¿Qué esperabas? ¿Qué te cuidara en lo que llega la enfermera? -dijo gélida, mientras mantenía un contacto visual sin inmutarse.- Estarás bien, no creo que te suceda algo estando solo, después de todo, los fantasmas no existen. Sólo cuídate. -dijo con un tono suave, profundo, una voz muy extraña, un tono extraño.

- No esperaba eso. -dudé por sus palabras, ella asintió y abrió la puerta saliendo del lugar, mientras caminaba fuera de mi campo de visión, suspiré dudoso aún. - Los fantasmas no existen. -repetí.- No, no existen. Si hay un fantasma aquí.. que haga acto de presencia. - dije estúpidamente esperando algún acto, me burlé de mí mismo, que patético.


Ari.

- Esa voz, enserio que me siento orgullosa de la forma en la que hablaste. Cambiando el tema, tengo cosas planeadas, descubrí más sobre ellos, y así poder tener un plan, lo más difícil debe ser que manches tus manos de sangre, pero créeme que le encontrarás el placer para asesinar a esas personas, usando esa actitud de... ¿Estás bien?

- No, no estoy bien, en primera haces aquello sin siquiera consultarme primero. -dije tontamente, sin poder sentir mi labio.- En segunda, dudo en querer continuar con esto, o poder.. y tercera, no siento mi labio y fue difícil hablar con él y mostrarme indiferente o intentar dar miedo. -ella carcajeo.- ¡No te rías, no es divertido! -continuó.- ¡Imagine! -hice un puchero mientras mantenía mis dedos en mi labio, tocando este.

- Lo siento, eso fue gracioso es... Creí que ya estabas avanzando. -cubrió su boca, se sentó en el lavabo observando como me lavaba mi labio. - No creí que debiera consultarte algo para ayudar.

- No quiero dañarlos. -me miré al espejo.- No soy así, no quiero ser así.

- Te han hecho daño.

- Pero..

- Espera. - me detuve. - ¿Acaso esas personas pensaron un poco en cómo te sentías? No creas que lo hicieron, no creas que pensaron como tú, diciendo "no quiero dañarla" les valió mierda.

A nada de responder alguna excusa, callé cuando entraron unas chicas al baño dónde nos encontramos, lavé mis manos, a los segundos entró Naomi llorando, mientras Suran masajeaba su espalda.

-Tranquila, él estará bien. -dijo renconfortante Suran, Naomi se acercó a un lavamanos lavando su rostro, miraba a ambas hasta dónde mi vista periférica lograba captar.

- ¿Y si muere? -siguió dramatizando, rodé los ojos.

- No lo hará, estará bien. - Volvió a decir Suran.

- No quiero saber cómo se pondrá cuando realmente esté muerto.

- Probablemente ya no esté para verlo. -reí y ambas voltearon a verme.

- ¿Disculpa? - cuestionó Naomi.

Ahora sólo nos encontrabamos cuatro en los baños.

- No te hablé, no todo gira alrededor de ti. -caminé a la salida sin esperar alguna respuesta, en el camino al aula me encontré con la enfermera, me regaló una sonrisa, que le devolví con gusto, toqué la puerta para luego entrar, la profesora estaba sentada, todos callados, al parecer mi "maravilloso plan" de dormir el resto de las clases no funcionó, ¿Por qué Yoongi tenía que tirar todo a la mierda con eso? Claro, no fue él, fue Imagine.

¿Dónde está Imagine? Debió quedarse en el baño, seguro eso hizo.

No pensaba volver a la enfermería y fingir estar en mal estado, no cuando yoongi está ahí, y probablemente las otras, quiero dormir, anhelo dormir. No, anhelo ir a casa, sí.

Hace dos días o uno cumplí 18 años, felicidades Ari.

Por cierto, ya siento mi labio.

La Lista Negra (Suga Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora