-Buscaré a Vanya, si lo encuentro y está en condiciones lo traeré, cualquier cosa avísame- dijo saliendo de la oficina.


-Hola... Yulia Volokova correcto?-preguntó revisando una hoja con nombres impresos.

-Sí, hola- dijo segura de sí misma y sonriendo.

-Soy Iván Shapovalov , productor del proyecto musical- dijo anotando algo en la hoja- adelante- le dijo volteando a verla, Yulia aclaro la garganta y empezó a cantar, al terminar Iván tenía con una mano en el mentón con la mirada algo vacía, parecía que ni siquiera estaba poniendo atención, Yulia empezaba a incomodarse- bien- dijo finalmente sonriendo de manera algo extraña- creo que tenemos a la otra mitad, ven, te presentare a tu compañera.


Recordaba donde vivía Iván, nunca compró otro departamento u otra casa, aun pudiendo hacerlo, estaba algo nerviosa, si estaba ahí que le diría? "hola Vanya, si, tenía años de no verte pero que crees? Secuestraron a Lena y quien la tiene quiere que seamos el grupo de hace 15 años contigo incluido" sonaba tan irreal, llega a la calle en la que vivía y busca donde estacionarse, no es algo fácil tomando en cuenta que no es experta en estacionarse de reversa en espacios reducidos, después de 2 intentos más o menos lo logra. Baja del auto sin antes cerciorarse que nadie cercano despierte su desconfianza, llega a la casa y timbra... nadie sale, vuelve a timbrar y espera, se emociona al escuchar que la puerta se abre.

-Si?- Dice un hombre de mediana edad que no era Iván.

-Hola, siento molestarlo, estoy buscando a un amigo que vive o vivía aquí, se llama Iván.

-Iván? Mh... no sé, compre este departamento hace 3 años, y quien me lo vendió no se llama Iván.

-Entiendo, no sabe si alguien más podría darme información.

-Quizá la mujer que vive cruzando la calle, es algo... comunicativa por así decirlo, oye, no has salido en la televisión? me pareces conocida.

-No, lo siento, me lo dicen seguido pero no, gracias- dice empezando a cruzar la calle.

Llega a la casa de la vecina comunicativa y toca la puerta, casi al instante abren, una mujer de unos 50 años y muchos kilos de más envuelta en una bata atiende.

-Hola, disculpe que la moleste, estoy buscando a un amigo que vivía en esa casa- dice señalándola.

-Iván- dice de manera cortante.

-Sí, sí, ese mismo, tendrá información que pueda darme?- pregunta esperanzada.

-Sí... pobre hombre, pero se lo merecía sabe? Pero usted como su amiga debe saber todas las cosas que hizo.

-Sí, es un hombre extraño pero amigos son amigos- dice encogiéndose de hombros- puede darme información?

-Le dio cáncer, pero se lo merecía por lo que les hizo hacer a esa niñas, pobres chiquillas, era un pervertido- dijo en voz baja- muchas mujeres entraban y salían de esa casa, un pervertido!

-Definitivamente lo era, podría por favor decirme si sabe dónde vive ahora?- pregunta haciendo acopio de la poca paciencia que tenía.

-No debería tener amigos como él.

Yulia esta callada, no quiere hablar o la insultará hasta cansarse.

-Pero el cáncer es su castigo, justo en el cerebro, donde ideo todas esas cosas tan horribles, es el castigo que merece, no cree?

-Por favor... donde lo encuentro?

La vecina comunicativa la ve con un gesto molesto, quizá por recordar las perversiones de Iván, quizá porque Yulia no le sigue el juego, no lo sabe.

EpítomeWhere stories live. Discover now