otro misterio por averiguar

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Era el primer día en que compartiría la casa con mi único mayordomo en servicio, Sebastian, los nervios me consumian al punto de haber impedido conciliar el sueño durante toda la noche, mis pensamientos divagaban por toda la mente sin descanso alguno.

Aquella falta de energía era muy notable, pues unas ojeras se encontraban demasiado llamativas al rededor de mis enormes ojos, pareciendo panda.

Escuche salir una pequeña risilla por parte del mayor al observar como mi cuerpo se encontraba en la Tierra, pero mi mente y alma no, la mirada que dirigí era nula, centrada en un solo punto, observabando a la nada, sin haber bebido un solo sorbo de mi té mañanero.

-¿se encuentra bien my lady? -pregunto sebastian acercandose y posando su mirada en mi- hoy no la veo con su usual energía my lady.

-que ojos tan bonitos tienes... -susurre sin consciencia alguna sobre mis palabras, cambiando mi vista hacia sebastian, con la esperanza de cruzar miradas e hipnotizandome en esos ojos-

Nuevamente una pequeña risilla del pelinegro se hizo audible en el salón.

-muchas gracias my lady, debo adimitir que tiene buenos gustos -respondió con voz burlona y mirada juguetona- no será que... ¿tal vez no sea todo lo que le gusta de mi? -posó su mano derecha en el brazo de la silla y con la mano izquierda levanto mi mentón para tener una mayor aproximidad-

-¿eh? -salí de mi trance percatandome de la posición algo comprometedora y la poca distancia entre ambos, provocada por mi comentario y acolorando mis mejillas por completo en todo mi rostro-

-¿sabe?... usted se ve más hermosa de cerca -comentó con una amplia sonrisa sin despegar la mirada de mi-

-y-yo... s-sebastian... -cerré mis ojos fuertemente sujetando con algo de fuerza la camisa de el pelinegro por la parte de adelante-

Aquella risa juguetona salió de nuevo a lo que no entendía muy bien, los labios de sebastian besaron mi frente con suavidad y delicadeza separandose, permitiendo que mis ojos se abrieran con lentitud.

-aun no es tiempo my lady... -dijo con una sonrisilla- desayune, tenemos cosas que hacer el día de hoy -una vez dicho aquello se retiro-

Mi corazón no dejaba de palpitar frenéticamente, estuvo a punto de besarme y lo peor... no hice nada para detenerle.

-me siento tan estupida -vociferé mientras dejaba caer mi cuerpo a la silla, tocando mi frente la cual aun ardía de verguenza-

                        ***

Caminaba por aquel lugar, aun no me aprendía los pasillos, cada vez que quería ir a un lado salía llegando a otro que no era.

-o es la casa... o soy yo... pero siempre hay nuevas habitaciones -espeté con molestía, pues llevaba seis minutos de retraso- sebastian debe estar preocupado, ¿tal vez me esta buscando? O... ¿pensará que me da igual? ¡eso no es verdad! -dije con un semblante triste-

Un momento... ¿por qué demonios estoy pensando en él? Esto es imposible... digo... él es mucho mayor que yo... le cálculo unos 25 años aproximadamente, además ¿cómo alguien como él se fijaría en alguien como yo? Osea... no es que este fea, pero tampoco soy una miss universo, ¿a él le gustarán las chicas como yo? ¿qué tipo de chicas le llamarán la atención?... supongo que tiene muchos ligues, porque debo admitir que es guapo... demasiado atractivo diría yo... y cuando hace su trabajo se ve realmente sex... ¡espera! ¿en qué carajos estoy pensando? ¿esto no es algo ilegal? ¿acasó soy una enferma que necesita ir con urgencia al psicologo?

Negue con la cabeza todos aquellos pensamientos que seguían atormentandome.

-¿en qué piensa esta vez my lady?

Me sobresalte al escuchar aquella voz detrás de mi.

-s-sebastian... h-hola -tartamudeé mientras voteaba con la mirada desvíada, era tan vergonzoso tener que dirigirle una mirada-

-siempre la dejo sin palabras ¿no my lady? -acentuó su sonrisa por aquel hecho-

-si... bueno como sea -trate de cambiar un poco más el ambiente- ¿en dónde estoy metida ahora?

-Eso no contesta mi pregunta -dijo mirandome fijamente en espera de una respuesta-

-¿p-pregunta? ¿c-c-cual p-pregunta?

-es demasiado negligente my lady -río- pero eso me gusta de usted

Mi rubor invadió de nuevo todo mi rostro acto que al parecer divertía al mayor.

-tranquila my lady, no le haré nada que no quiera -sonrío amablemente- ahora vayamos al salón de baile, usted debe presentarse proximamente a un baile real y dudo mucho que sepa bailar.

-espera... digiste... ¿baile?

-si my lady, eso fue precisamente lo que dije ¿por qué?

-n-no, no, no, yo no quiero ir a un baile, me incomoda el contacto fisico con la gente.

Ante mi expresión de pánico y mis palabras el pelinegro se carcajeo, fruncí el ceño mientras me cruzaba de brazos viendolo reír a muerte.

-perdone mi comportamiento inadecuado my lady -intentaba tomar oxigeno, pues su respiración era algo agitada- pero es imposible no reír con su forma de ser, no debe tener miedo, es más, le ayudaré a que esa incomodidad se le quite, solo espereme un momento y entré a esta habitación -abrío las puertas para darme paso a aquel lugar, era muy grande y lindo, su piso y las paredes eran de oro, aquel salón tenía forma circular acompañado de unas enormes ventanas que iluminaban perfectamente la habitación, las persianas estaban recorridas a un costado mientras el cálido viento las movía.

-quedese aquí, no tardo my lady -dijo sebastian cerrando las puertas y dejandome en aquel lugar-

Mi mirada divago completamente el salón encontrando a un costado unas hermosas y enormes escaleras de marfil, revisé que no llegará sebastian y decidí subir a husmear.

Al llegar a la cima me encontré absorta a un gigantesco cuadro de una chica de notoría belleza, toda su complejidad era inevitable no ser llamativa, sus labios eran carnosos y delgados, aquellos ojos azules con poco brillo hacían resaltar más su rostro, la posición de sus piernas, el ligero alzamiento de barbilla y la inclinación de su cuerpo indicaban que era una chica sobervia y arrogante, dirigí mi mirada al lugar percatandome que era el mismo que salía en aquel cuadro, ese sillón seguía en la misma posición, esas cortinas eran las misma que la imagen, todo era exactamente igual, a excepción de la espada, aquella arma no estaba por ningun lugar.

-¿por qué siento que conozco a esta chica?

-no debería estar aquí my lady...

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Hola chicas y chicos (no tengo idea si los chicos también leen esto xd), lamento tardar tanto en actualizar, la escuela me trae sufriendo :'v buenoooo... solo quería comentarles que aquel cuadro que la curiosa de rayis vió es el mismo que puse como imagen del cap jsjsjs y... no sé ustedes, pero siento que cada vez mejoro mi redacción :"D, les agradezco que lean esta cosa media rara, les deseo un lindo día, tarde o noche, realmente no sé que horas sean cuando lo lean jsjsjs bye bye ♡

I don't know 《Sebastian X Tu》(TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora