¡𝑺𝒉𝒊𝒏𝒆! [Vol.1]

𝟏𝟑. 𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐢𝐦𝐛𝐞́𝐜𝐢𝐥

Bakugou Katsuki.

- ¡Bakugou! ¡Suéltalo!

- ¡Todoroki! ¡Detente!

- ¡No me voy a detener maldita sea!.- estaba asfixiando a el bastardo mitad y mitad, él intentaba congelarme.

De un momento a otro estaba tirado al otro extremo del comedor y el maldito bicolor en el otro. Me levanté enseguida y caminé con paso firme hacia él evitando cualquier obstáculo que me pusieran. Cuando llegué a el lo tomé de la camiseta.

- Una vez me dijiste que si yo la lastimaba, tú me matarías, ahora tú le has hecho daño, es justo que yo te mate ahora ¡¿No lo crees, Shõto bastardo?!.- este estaba atónito y con cara de estúpido.

Me enferma tanto a veces.

- Si...- seguía con esa cara de asombro, no iba a desaprovechar esa oportunidad.

- Bakugou suéltalo.- me ordenó calmado Iida.

- ¡¿Por qué debería de hacerlo?!.- comencé a crear explosiones en mis manos.

- ¡Hey! ¡Hombre! ¡Tranquilo!.- me decía Kirishima, simplemente es imposible que me calme en este puto momento, la lastimó, la hizo llorar, tiene que morir.

- ¡Shine!.- grité para luego explotar su cara pero algo evitó que lo hiciera.

Una barrera traslucida con un ligero tono azul.

- Bakugou, no vale la pena que te molestes en desperdiciar tu energía en alguien tan... él.- Noriko había aparecido a la mitad de la sala envuelta en una sábana azul, con otra ropa y su cabello algo alborotado de tanto revolverselo.

Pude ver la escalofriante mirada que le lanzó al bastardo, giramos a verlo todos, este seguía tirado en el suelo, petrificado aún a pesar de que ella ya se había ido.

- Serás imbécil.- le miré con enojo.

- ¡Bakugou! ¡No puedes ir por la vida llamando imbéciles a los demás!.- me regañó el cuatro ojos haciendo ese extraño movimiento de brazos, cosa que me importó una mierda.

- Por personas como tú, personas como ella ya no sienten afecto o cariño.- le recalqué.

- Hablas de tipos de personas sin verte en un espejo.- contraatacó.

- Si, yo soy una mierda de persona, pero yo no la he abandonado cuando más me necesitaba ni tampoco la hecho llorar sabiendo que ya ha llorado suficiente toda su vida.

- No la conoces.

- Cierto, no la conozco pero he intentado comprenderla, es cierto, siempre peleo con ella pero al final ella termina sonriendo para burlarse de mi. Tú eres el que la conoce, a ti te dió su confianza y te contó todo y tu lo que hiciste fue abandonarla como la mayoría de las personas que han pasado por su vida, tú eras el importante para ella no yo.- sentí las miradas de sorpresa de los demás, jamás he dicho algo así, hasta me he sorprendido a mi mismo.

- Así se habla hombre.- animaron Kirishima y Denki.

- No es de hombres hacer llorar a una chica.- le miró mal Ejirõ.

De pronto, todos comenzaron a regañar al bastardo, bien merecido lo tiene, hasta su novia intenta no golpearlo, pero ya le ha brindado unos cuantos zapes.

- La defendiste.

- Soy al tercero que le ha contado partes de su vida, intento comprenderla nadamás.- me defendí.- No es como que me guste tanto. Tú también la comprenderás Kirishima, se que hablarás con ella.

- Lo haré antes del Festival deportivo, espero la motive.

- Iré a verla, ha de tener frío, sólo espero a que ya esté bien y tenga que dejar de abrazarla para que se sienta bien la mocosa.