Trece.

5.2K 498 33
                                    

Los días después de haber hablado con Matu, la profesora no me habló, cada vez que pasa por mi lado me ignoraba hablando con su alumna practicante, las dos a veces podían coquetearse descaradamente y yo lo notaba aún cuando era le persona más lent...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días después de haber hablado con Matu, la profesora no me habló, cada vez que pasa por mi lado me ignoraba hablando con su alumna practicante, las dos a veces podían coquetearse descaradamente y yo lo notaba aún cuando era le persona más lenta del mundo.

Matu jamás sacó el tema del coqueteo de las dos mujeres que muchas veces jugueteaba a nos pasos de nosotras, las ignoraba y lo agradecía demasiado. Era una chica demasiado divertida, me pasaba por cinco años y aún así podíamos estar hablando de mil casos de asesinatos, ya la concideraba mi amiga.

No entendía en nada a esa mujer ¿Cómo es que hace días atrás estaba apunto de besarme y ahora estaba con la chica esa tan cerca? No tenía miedo a que las vieran, a que yo la viera; pero eso que más daba, no era nadie en su vida más que una alumna más a la que le hacía clase, no tenía un futuro conmigo, con esa chica sí.

-Calle.

Pestañé un par de veces volviendo a la realidad mientras veía como ella se movía incómoda ante mi ida a Marte.

-Matu, lo siento tanto- junte mis manos en ese momento pidiendo que me perdonará, no sé si hizo una mueca o se puso seria, no lo sé.

-¿Dónde tienes esa cabecita?

Solté un suspiro mirando hacia donde estaban esas dos mujeres revisando algunas guías mientras rozaban sus manos, eran actos naturales, quizás sin morbo pero no quitaba que se me hiciera un nudo en la boca del estómago.

-¿En ella?

-En ella- recuerdo que confirme sin siquiera darme cuenta y escuché como ella gritó emocionada.

-¡Lo sabía joder!

No sé que hice, quizás algo bastante violento ya que ella terminó sobándose el brazo mientras hacía puchero ante mi golpe.

-¿No te das cuenta que todos nos miran ahora?

-Siempre te mira, Calle.

Yo quise hablar en ese instante, pero luego caí en cuenta dijo un "te mira" ¿Quién me miraba?

-¿De qué hablas?

-Ella- dijo obvia mirando ahora hacia donde estaba el par:- la profesora Garzón, ella siempre tiene su mirada en ti.

Si hubiera tenido un líquido (que no fuera saliva) se la hubiera escupido en la cara ¿estaba sorprendida? Sí, claro que sí. Hice lo propio y también la miré, encontrándome con su mirada aceitunada en mí y me removí incómoda, o quizás feliz, no lo voy a confirmar ustedes piensen lo que quieran.

-Matu, cierra el pico, por la chucha.

Ella cruzó los brazos negando con la cabeza, como odiaba que dijeran groserías y yo lo había hecho, pero aún cuando tenía una pose bastante rígida, en las comisuras de sus labios se estaba asomando una linda sonrisa que segundos después me regaló.

-Ay Calle, eres terca como una mula.

-Y tú tonta como una foca.

-¿Quién te dijo a ti que las focas son tontas?- preguntó ofendida.

-¿Y quién eres tú para compararme con una mula?

-¡Tu me lo hiciste con una foca!- Chilló haciéndome reír.

-Es que recordé la que sale en una película, perdón.

-¿Es en serio? Eres una nena.

-Lo soy, lo triste es que tú eres una anciana con bastantes años más que yo y te comportas peor que la mua.

-¿Que la yo? ¿En serio?

- Súper en serio.- le saque la lengua y luego estallamos en una carcajada.

Supe que venía el drama así que cerré la boca cuando la vi acercarse a mi, me removí incómoda en la banca y Matu miró hacia donde lo hacía yo y carraspeo un poco.

-Maléfica se acerca.

-Mi infierno se acerca.

-Tuyo, todo tuyo- y otro golpe le llegó por idiota.

Y a mí una mirada asesina, bueno dos.

𝐏𝐨𝐫 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐦𝐢́𝐫𝐚𝐦𝐞. [𝑪𝒂𝒄𝒉𝒆́] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora