TLM @KookV

Final

Cada día el reino conmemora la muerte de su amado, ha pasado 3 días desde que JungKook vio cómo TaeHyung desaparecía en el mar. Obviamente nadie lo creía y pensaban que se trataría de un ángel que descendió por sorpresa para honrar el castillo y el reino, otros que se trataría de un ser mágico quizá pero lo más curioso eran los niños decir que podría tratarse de una sirena debido a las grandes leyendas que daba el reino.

TaeHyung fue recordado como el príncipe del mar, con sus ojos llamativos y su cabello tan suave de color rojo y suave, tan unico. Sería reconocido por no tener voz y sus piernas tan débiles y cada vez los rumores se esparcían que en verdad pudo tratarse de una sirena ¿no podían notarlo?

Cada vez el menor lloraba cuando veía los peces atrapados y pedía ser liberados, el reino dejo los pescados por un tiempo.
Los peces solían ser tan animados con el ¿como? Tenían pequeños estanques extraños en el reino donde cada vez que pasaba el menor los peces lo seguían o incluso cuando este ponía su mano en el agua ellos salían y saltaban.
Ese color tan único de cabello, era extraño y lo hacía ver tan extraordinario.

Pero el chico era hombre, pudo ser un tritón pero el término de sirena quedo perfecto al saber que incluso hombres fueron cautivados por su belleza.

— ¡Madre! Tenemos que comprar rosas para el príncipe Tae.

Hablo una niña pequeña que iba con su familia en el palacio, entre todos los aldeanos solían dejar flores en el mar para el castaño, el príncipe JungKook el primer día donde estaba en la orilla del mar dejando flores hasta llenar la parte de la orilla en ella. JiMin no prohibió de aquello de su amado, entendía perfectamente el sentimiento de una perdida y estaba seguro que Tae lo cuidaba bien aunque por un lado, su corazón tenía un lado malvado dónde estaba más tranquilo de saber que no lo vería nuevamente.

JungKook seguía destrozado, cada flor que dejaba en un paso siempre le hablaba a esta. Cada una le contaba una parte de un cuento nuevo que el aprendía por qué eso le gustaba al menor, hasta un momento que cerró sus ojos al notar la luz del sol golpear un poco de su rostro y alzo su cabeza sintiendo la brisa sobre el.

Como si fuera algo de magia no escucho más el ruido donde sonaba dentro del castillo incluso el mar de las olas moverse, abrió sus ojos al escuchar un canto de esa misma voz. Esa misma voz que escucho cuando fue salvado del accidente cuando el barco cayó, sabía qué significaba algo aunque estaba más que seguro que si volteaba y buscaba no iba a encontrar nada. El mar hablaba por sí solo y sonrío por un momento hasta que se transformó en una mueca por el llanto que comenzó a crear.

Estaba seguro que TaeHyung era quien cantaba esa canción, la melodía era una que JungKook solía tararear al igual que estaba combinada con melodías que Tae cantaba bajo el mar.

Los hermanos estaban en el fondo mirando la cueva donde TaeHyung solía estar, no podían creer la noticia del día siguiente cuando fueron a buscarlo. El reino cayó tan bajo por la noticia y su padre fue quien arrepentido estaba por la pérdida de su hijo por un amor.

Hoseok termino llorando mientras cubría su rostro y SeokJin lo consolaba, permanecía recto pero su corazón amenazaba tanto con hacerlo llorar. Ambos no tardaron en escuchar la melodía y el canto de TaeHyung cerca de ellos y envolverlos por una corriente del mar, sentían como si algo los estuviera abrazando.

— SeokJin... Es TaeHyung ¡es Tae!

Hoseok miro a su hermano con una sonrisa enorme, después de todo el menor seguiría con ellos y incluso SeokJin miro como la corriente se movía en camino a donde era el castillo de su padre.

Si algún día se une el cielo y la mar, ese día a mi lado estarás.

Fin.

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