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TaeHyung estaba pasando por un mal momento, la indecisión estaba en su cabeza.
¿Cómo podría matarlo? el era el humano que le enseño bastantes cosas al igual que enseñarle sentimientos que jamás encontró bajo el mar pero algo debía hacer, debía volver a casa si no iba a tener ese amor que deseaba. Comenzó a ir hasta su habitación teniendo aquel cuchillo de coral guardado en su pantalón, estaba yendo con cuidado y por fortuna los guardias no se encontraban ahí y estaba seguro que no sospecharían nada de él por el poco tiempo que llevaba.

El menor abrió la puerta y encontró dormido tan profundo y tranquilo teniendo el pecho descubierto en la cama alcochonada y suave, a su lado yacía dormido JiMin quien dormía con las sabanas hasta el cuello.

Aunque ya, nunca más me podrás escuchar.

Tae se acercó hasta estar lado donde se encontraba el pelinegro, tomó aquella cuchilla mientras lo alzaba poco a poco mirando su pecho, estaba dispuesto a hacerlo.
JungKook comenzó a moverse un poco hasta que Tae miro su rostro, Dios mío ¿que iba a hacer? al bajar está con rapidez golpeó un poco la mesilla de lado provocando el ruido provocando que despertara JungKook de su sueño pesado.

— Pero que...

Observo cómo TaeHyung se encontraba frente de él y viajo su vista hasta su mano, tenía aquella piedra extraña con forma de cuchillo por lo que rápido entro en alarma mirando al castaño.
El menor asustado y con sus lágrimas en su rostro comenzó a correr como podía permitirle su cuerpo, tropezó por un momento en un pasillo y con dificultad se sostuvo de la pared o incluso mesillas cerca provocando los ruidos en el pasillo.

— ¡TAE!

Escuchaba la voz del pelinegro más cerca, incluso acompañado de voces de los sirvientes y quizá de su prometido JiMin.

Nunca dejaré de cantar yo para ti.

Tae abrió su boca en señal de que daba un grito silencioso con dolor hasta poder seguir su camino en un balcón cercano que daba la salida a un pequeño muelle de manera, había un barco ya listo y por supuesto, se veía que estaban haciendo arreglos para la boda del príncipe.

Una vez más sintió TaeHyung su corazón destrozarse y su arrepentimiento volvió, recordó las veces que se divertía con sus hermanos y descubría objetos extraños en el mar pero a la ves tuvo los recuerdos que tenía con JungKook.

Por su lado JungKook corría por todo el castillo en busca del menor ¿tenía miedo? Por supuesto que no, con el poco tiempo que estaba con el no podía mentir de sentir un poco de amor por él, comenzó a notarlo el día que salía y permanecían en el muelle juntos, fue ahí donde lo miro de perfil y el menor estaba perdido a la gran vista a la luna y sobre el mar.

JungKook debía admitir que a pesar que TaeHyung no pudiese hablar, ni siquiera bailar, no fue lo que atrajo a él y mucho menos su belleza. Era su humildad tan grande que poseía el menor incluso notaba las formas que él intentaba llamar su atención como al momento que TaeHyung con diversión apartaba las tazas de beber que tenía el en el comedor para provocar que el pelinegro lo siguiera hasta jugar con el.

Sin duda abrir las puertas de su hogar era algo que no se arrepentiría.

TaeHyung observo cómo los guardias le observaban en el barco, entre todos daban aviso al castillo al igual que unos intentaron bajar desde el segundo piso para llegar rápido pero JungKooK fue el primero en aparecer.

Nuevamente sintió su corazón apuñalado al verlo ¿siempre se sentiría así? Miro al mar por un momento y sintiendo la brisa que daba moviendo su camiseta blanca holgada, JungKook se acercaba cada vez más hasta estar unos metros alejados de él.

— Tae...

El mayor le observó con horror al ver que este soltó el cuchillo, así como pronto se sostuvo de la orilla de la madera del barco que este se movía por las aguas.

Y rogar por mis días que logres oír...

Un silencio horroroso al igual que un grito de JungKook.

Que mi corazón siempre te lo di.

TaeHyung estaba cayendo desde lo alto del barco y miro como el brazo de JungKook lo estiraba en su dirección, no dudó en saltar tras el pero cuando el menor fue envuelto por las aguas pesadas su cuerpo comenzó a esparcir una cierta espuma de mar hasta desaparecer su cuerpo estando más a fondo. JungKook al caer al mar solo pudo buscar con la poca visibilidad que daba la luz de la luna en ella, no encontraba nada ¿dónde diablos estaba TaeHyung? Salió rápido por aire mientras buscaba con la mirada el cuerpo o una señal de él y siguió nadando.

— ¡TAE, TAE! ¡MALDICION TAE!

Sus ojos amenazaban con ardor por lo salado que se empezaba a volver el mar pero también lo acompañaba un duro golpe en su cuerpo y en su corazón para terminar en llanto y sin rendirse siguió nadando en busca del castaño.

TLM @KookVWhere stories live. Discover now