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Los días eran tan maravillosos con TaeHyung el lo veía como unos momentos que jamás olvidará aún sabiendo que sus piernas no mejoraban a vista de otros, JungKook solía leerle libros con historias tan hermosas y románticas cuando se podía y lo llevaba al reino a comprar cosas para él. Hoy era el día del baile del reino aunque TaeHyung no sabía las razones de este festejo, escucho que una sirvienta hablo de la fiesta de bienvenida de este chico.

Estaba vistiendo un traje blanco y gris, resaltando más su cabello y su rostro que estaba en un tono poco café pero sus mejillas y su nariz en un rosa, el rubor se extendió más al entrelazar sus propias manos al recordar que una vez JungKook lo llevo al reino tomados de la mano.

— ¡Señor Tae! ¿se encuentra listo?

Escucho la voz de un hombre tras el cuarto, fue entonces donde dio dos golpes en la pared dando una señal de "si", con el tiempo fueron creando tipo de señas para comunicarse con el, fue donde está se abrió donde el sirviente miro sorprendido al joven, se veía muy bien y estaba seguro que alumbraría el baile.

— El señor JungKook lo espera mi señor.

Hizo una reverencia después de salir de su pequeño trance, TaeHyung imito el acto y entonces fue donde tomó del brazo de este mismo para ayudarle a caminar. No siempre era así pero esta vez TaeHyung sintió la necesidad de esta vez ser ayudado, cada movimiento era un infierno donde sentía su piel desgarrarse cada segundo.

¿Como saben el corto nombre de él? Una vez en un mercado JungKook intentó adivinar su nombre, empezaron con deletrear y lo único que logró formar fue un "Tae". Aún lo recuerda con tanta exactitud, recuerda el tanto amor y diversión de ese día donde el príncipe corrió y el intento, TaeHyung corrió detrás de él entre lágrimas hasta detenerse en un muelle y sentarse a su lado para observar como la luna salía.

— Oh, Tae, luces tan hermoso mi pequeño niño.

Comentó una mujer, una sirvienta con la que le agarro tanto cariño al castaño y apretó de sus mejillas. Estaban en la sala donde yacía los invitados y bailaban, el sirviente lo abandonó después de tener otras órdenes, otros bebían al igual que disfrutaban de los manjares que había. Pronto las miradas dieron a él y su extraordinaria perfección ¿pero quién era el? ¿un extranjero?

— Debes ir con JungKook hijo, debe estar buscándote.

Este asintió y se retiró no sin antes dejar un beso corto en su mejilla recibiendo amor de parte de ella. Comenzó a bajar de las escaleras con naturalidad, mierda, quería llorar a mares.

Y aunque mis piernas sientan todo el dolor...

Fue entonces donde JungKook lo miro durante el baile, Tae era alguien maravilloso, tierno, amable y tan humilde con todos. Debía admitir que comenzaba a sentir un cariño grande de su parte y más que gracias a él no se sentía tan solo. JungKook se detuvo apartándose de la mujer con quien bailaba y avanzó hasta el para tomar de su mano sonriente, ambos compartieron una mirada amorosa al igual que una segura de lo que hacian.

Podré soportarlo si a mi lado estas tú.

JungKook jalo un poco de él, dando la señal de querer bailar pero TaeHyung le miro con horror ¿debía hacerlo? ¿en verdad debía pasar por la pista llorando?

Pero no pidas que baile así como tú...

TaeHyung hizo o intento dar una señal de estar cansado, JungKook se decepciono un poco aunque lo acepto así revolviendo su cabellera.

— Prometo que después del baile, te presentaré con unos invitados especiales Tae ¿está bien?

Comentó sonriente y esa era el gesto que más enamoraba al castaño del pelinegro.

TLM @KookVTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon