26: Despues de la tormenta

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Harry negó con la cabeza sonriendo.

—Como tú quieras.

Salte de la mesa y comenzamos a salir, iba a mencionar que si quería podíamos guardar los restos de la Nimbus ahí cuando mi padrino interrumpió.

—Espera un momento, Harry —le dijo—, me gustaría hablar un momento contigo.
Harry volvió sobre sus pasos y vio al profesor cubrir la caja del hinkypunk, le di una mirada.

—Te veo allí.

🌙

Una vez me asegure que nadie estaba detrás de mi o cerca, entre, haciendo un enorme esfuerzo para mover la puerta, comencé a estornudar por el polvo que había en el aire, deje mi bolso en la mesa, junto con Cas y James. Hice una mueca cuando vi el sillón envuelto en telarañas, sin embargo fui hasta la estantería de libros y tratando de recordar cual era, encontré el libro que le había quemado a Harry. Cuando lo tome en mis manos no me quemo, solo...me picaba, como si insistiera en que lo abriera, no tenía titulo ni nada, hojeándolo, no entendía nada, no sabía si eran runas o lenguaje antiguo, parecía una combinación de ambos, sin embargo paré cuando vi la ilustración de algo: era el anillo que habíamos encontrado cuando yo y Harry nos quedamos solos y todos fueron a Hogsmeade, tenía flechas y anotaciones. Al escuchar el ruido de la puerta abrirse casi deje que se me resbalara el libro de las manos, lo deje donde estaba y me escondí detrás de la mesa y traté de no respirar, cuando vi a mi escuálido amigo entrar por la puerta, di un suspiró.

—Por los calcetines de Merlín, casi haces que escupa mi bello corazón.

Harry vio el lugar con las cejas alzadas.

—No has hecho nada—dijo viendo el lugar que seguía igual de sucio y viejo que cuando lo encontramos. Yo bufé.

—¿Que esperabas? ¿Que hiciera yo todo sola?—Harry dejó su bolso en la mesa—. Ponte tú delantal más bonito James, porque vamos a dejar este lugar impecable.

—¿Ningún miedo de romperte una uña?—él se burló conociendo muy bien mi egocentrismo.

—Oh, por favor—dije revisándome las uñas y luego alzando mi varita—. Mis uñas son perfectas, nunca se me van a romper. Y además ¿que esperas? Hacer todo esto sin Magia? ¿Que somos? ¿De primer año?

Comenzamos a ordenar el lugar, quitamos las telarañas y el polvo (lo cual me hizo estornudar), pusimos los libros en su lugar, como dije que iba a hacer colgué el póster del gatito, puse alrededor algunas fotos que había recibido en mi cumpleaños, además de algunas flores que había arrancado del patio. Una vez todo listo nos tiramos en el suelo, viendo al hermoso techo que en realidad era una vidriera de el emblema y escudo del colegio.

—¿Está todo bien con mi tío?
Harry asintió.
—Prometió darme clases antidementores.
—¿En serio?—me levante del suelo, vi que Harry tenía a James en sus manos —. ¡Esas son buenas noticias! Y... ¿quieres hablar de eso? Ya sabes, sobre los dementores...
—Oíste dentro de mi cabeza cuando estaba cayendo? Se sincera.
Apreté los labios.
—Si, es...escuche a una mujer gritando ¿tu madre, no?
—Ya no quiero seguir oyéndola—él negó.
—Bueno en otras noticias, Ravenclaw le patio el trasero a Hufflepuff lo que significa que las posibilidades para la copa de Quidditch aumentaron. Creo que Wood casi beso a la capitana de Ravenclaw.

En lo que pasó de diciembre, no hubo ni la menor señal de los dementores dentro del recinto del colegio. La ira de Dumbledore parecía mantenerlos en sus puestos, en las entradas.
Dos semanas antes de que terminara el trimestre, el cielo se aclaró de repente, volviéndose de un deslumbrante blanco opalino, y los terrenos embarrados aparecieron una mañana cubiertos de escarcha. Dentro del castillo había ambiente navideño. El profesor Flitwick, que daba Encantamientos, ya había decorado su aula con luces brillantes que resultaron ser hadas de
verdad, que revoloteaban, traté de hablar con una lo que resultó en un accidente del que nunca hablaré.
Los alumnos comentaban entusiasmados sus planes para las vacaciones. Ron y Hermione habían decidido quedarse en Hogwarts, y aunque Ron dijo que era porque no podía aguantar a Percy durante dos semanas, y Hermione alegó que necesitaba utilizar la biblioteca, no consiguieron engañar a Harry: se quedaban para hacerle compañía, cuando me preguntaron a mi, les dije mis planes sobre quedarme aquí esta navidad.

—¿Que?—preguntó Hermione—. Pero tus abuelos deben estar esperándote...

—Ya les envíe una carta—dije encogiéndose de hombros—. Hace unos dos minutos.

—¿Pero por que? Dijiste que esta navidad la pasarías en casa.

—Adivinen quienes van a estar.

—Apollo y Angelique Scamander—dijeron los tres al unísono y yo asentí.

*Este es el póster del gato;

*Este es el póster del gato;

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Laila Scamander y El Prisionero De Azkabanحيث تعيش القصص. اكتشف الآن