Laila Scamander y El Prisionero De Azkaban

35: ¿Adios Scabbers?

Capítulo porque hoy se cumplen 21 años de la Batalla de Hogwarts 🖤

En los días siguientes pase mucho más tiempo con Hermione que con Ron, además de Fay, ya que ambos, Ron y Harry estaban enfadados con Hermione porque seguramente, desmontar una Saeta de Fuego completamente nueva era un crimen. Hermione, que seguía convencida de que había hecho lo que debía, comenzó a evitar la sala común y no se separaba de mi brazo hasta llegar a la biblioteca donde se quedaba alli todo el tiempo.
Tío Remus trataba de hablarme seguramente para preguntarme sobre navidad y porque ni siquiera me había visto pero yo como mi táctica era evadir mis problemas cuando lo vi en el pasillo me daba la vuelta en dirección contraria, y en clases salía lo más rápido posible.
Lo último que deseaba nadie una mañana de enero era pasar dos horas en una fila en el patio, pero Hagrid había encendido una hoguera de salamandras, para su propio disfrute, y pasos una clase inusualmente agradable recogiendo leña seca y hojarasca para mantener vivo el fuego, mientras las salamandras, a las que les gustaban las llamas, correteaban de un lado para otro de los troncos incandescentes que se iban desmoronando, les puse nombres a cada una de ellas.
La primera clase de Adivinación del nuevo trimestre fue mucho menos divertida. La profesora Trelawney enseñaba ahora quiromancia y se apresuró a informar a Harry de que tenía la línea de la vida más corta que había visto nunca, algo que me hizo rodar los ojos, si estuviera sentada con Harry seguramente le diría un chiste para que no se hastiara sin embargo ahora ni siquiera lo mire.
—Laila—dijo mi tío Lupin en cuanto la clase de Defensa Contra Las Artes Oscuras acabó, lo más rápido que pudo sin dejarme escapatoria, yo hice una mueca deteniéndome con una mano en la puerta, estuve justo a punto.
—¿Si, profesor?—pregunté.
—Porfavor, quiero hablar contigo.
Tome con fuerza mi bolso mientras iba hacia su escritorio, siendo los únicos, mi tío, Harry y yo. Él volvió a su conversación con Harry mientras iba hacia ellos.

—Veamos... ¿qué te parece el jueves a las ocho de la tarde? El aula de Historia de la Magia será bastante grande... Tendré que pensar detenidamente en esto... No podemos traer a un dementor de verdad al castillo para practicar...—escuche antes de que Harry asintiera y saliera, pasando junto a mi, nos quedamos mirando un par de segundos antes de apartar la mirada y él se fuera por su lado.

—Te preguntaré esto como tu padrino y no cómo tu profesor.

—Seamos honestos, alguna vez puedes ser mi profesor sin ser mi padrino?—sonreí sentándome frente a él, tío Remus aún siendo su alumna y él siendo profesional no podía dejar de darme un trato cariñoso.

—No te he visto en las últimas semanas—el dijo preocupado—. No te vi en navidad, ni en año nuevo, apenas has ido a comer y te ves un poco enferma. Y no cambies tu apariencia a una más sana, jovencita.

Yo bufé.

—Tío Remus, normalmente yo soy la reina del drama, tú nunca. Mira, te juro por mamá que estoy bien, es solo que...yo y Harry no...no nos hemos llevado muy bien—dije jugando con mis manos.