Capítulo X

2.1K 203 27
                                    

No al plagio

Capítulo diez: Planeando futuros

.
.

Entre las clases, las tareas, los exámenes, en tener tiempos con Draco como pareja, que tener que planear cómo sacar a Harry del inframundo, en soportar las quejas de Ron, etc. Sexto año se me ha ido como algodón de azúcar en agua. Rapidísimo. Ya estamos a finales de año y la presión por tener a Harry conmigo nunca había sido tan fuerte como meses atrás.

Para mí han sido pocos meses, para él serían años. Puede que hasta cientos de ellos.

Me encuentro en una de las jardineras que están cerca del campo de Quidditch, Draco me dijo que lo esperara aquí diez minutos antes de que su entrenamiento termine. He de decir que nuestra relación ha mejorado mucho después de que pasé el celo con él; no hemos vuelto a tener sexo salvaje como esa vez, pero sí hemos estado proporcionándonos caricias cuando nadie nos ve. En la intimidad de nuestra recámara oficial. No puedo evitar sonreír picara ante el recuerdo de anoche. Cuando escuché rumores de que Draco era un amante rudo, lo creí.

Lo que nadie sabía es que Draco no era realmente así. Él es un amante tierno, que se preocupa por el placer de su compañera. Aún me sorprende el cuidado que pone cuando yacemos en la cama... Aunque se le olvida al aparecer el celo. ¡Bendito celo que me tiene deseosa de que se repitan con más frecuencia! He pasado tres celos con él y han sido maravillosos, me descubro más a mí misma con cada uno de ellos.

Suspiro, llevando la mano a mi cuello para frotarlo con delicadeza. Tengo que ser sincera conmigo misma, ¿hubiera existido la posibilidad de tener algo con Draco si no se hubiera presentado el elfo? Porque le elfo fue el que me escogió y, si no existiera, quiere decir que no habría nada en mí que llamara la atención de Draco.

El pensamiento me pone triste.

De parte de él, no tengo idea alguna de lo que hubiera pasado. Sin embargo, puedo hablar de mi parte, y reconozco que sí. Ron tenía razón cuando terminamos, yo buscaba algo más que él no me podía dar. Y ese era Draco Malfoy, el hecho de que me molestara que se metiera conmigo sin medir sus palabras, como si no le importara el daño que causara, se debía a que quería su atención para halagarme. Para que fuera el motivo de su adoración.

Sí, un pensamiento un tanto egoísta, pero siempre lo he querido para mí. Por eso le contestaba con más inteligencia, porque el brillo de sus ojos ante mis respuestas era signo de que le enorgullecía tener un rival a su altura o más.

Me puse en mente que no debía dejar que sus palabras me hirieran y que no podía dejarme vencer tan fácil por él. Que sí él era terco, yo lo era aún más. Lograba hacerlo rabiar siendo la primera en calificaciones, en pociones tenía que echarla más ganas, pero lo conseguía. Calificación perfecta siempre, sin dudar.

Ver lo rojo que se ponía del coraje era un deleite excitante.

Siento la punta de mis labios curvarse en un sonrisa maliciosa. Vaya que sí. Era una forma de desquitar lo que él provocaba en mí. Aunque la esperanza de tener su aprecio nunca se fue.

¿Qué sería de nosotros si el elfo no nos obligara a estar juntos?

—Tendríamos un futuro juntos, sin duda alguna, ¿sabes? —la voz de Draco cerca de mí me hace brincar. No me di cuenta del tiempo, ya terminaron el entrenamiento.

Puros de Espíritu Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ