Las Memorias Perdidas De Donald ✔✔Completo ✔✔

Parte 5 (2/2)

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Jueves 10 de abril

Querido Universo,

¿QUÉ TIENES EN CONTRA DE MI HOY? Desde que me desperté hoy he estado siendo atormentado! ¿¡AYER NO FUÉ SUFICIENTE ?! ¡El tío Rico nunca me ha puesto a trabajar tan duro, y los chicos nunca habían sido tan destructivos! ¡Y luego están los casos aleatorios de mala suerte que me han estado acosando! ¡Lo último que esperaba enfrentar hoy era un centenar de pequeñas arañas que se treparon sobre mí!

Oh, bueno, al menos logré sobrevivir todo el día sin perder completamente la cordura.

Firma...

Donald F. Duck

"No sé qué fue más loco ese día", susurró Hugo. "El hecho de que la tienda de mascotas  permita tener todas esas arañas, o la calma con la que él Tío Donald manejó esa situación".

"Sí, no solo se las arregló para capturarlas a todas, sino que los domesticó y las llevó al dueño de la tienda de mascotas".

El grupo siguió revisando los documentos con la esperanza de que Donald hubiera escrito algo que pudiera indicar su paradero actual. Pero después de buscar en la mayoría de los documentos, solo encontraron furia en el universo por su inusual desgracia. Después de un tiempo, todos empezaron a desanimarse un poco.

"Simplemente no lo entiendo!" Grita tío Rico en frustración. "¿Por qué Donald incluso escribió estas cosas en primer lugar? Una vez me dijo que nunca querría recordar lo malo que era el universo para él, ¿entonces por qué tendría que llevar un diario?"

Nadie tuvo una respuesta para eso hasta que José habló, sus ojos eran graves y su voz temblorosa. "Pienso que estas cartas pueden tener algunas de las respuestas que buscamos. Y esta fue escrita tres días antes de que dijera que desapareció ..."

Todos escucharon atentamente mientras el loro comenzaba a leer.

Martes 15 de abril

Querido Universo,

Estoy tan cansado ahora que ni siquiera tengo la energía para escribir en adecuadamente para enfatizar lo mucho que te odio ahora. Ahora parece que no puedes deshacerte de mí con la hipertensión que te moviste para tratar de matarme.

Lo que tampoco entiendo es por qué todos me están molestando! ¡Mis sobrinos han estado haciendo locuras como destruir mi auto, hacerme bromas mientras duermo y destrozar la casa! ¡Ese solía ser mi trabajo! Y el tío Rico me ha hecho trabajar hasta los huesos. He estado llegando muy temprano y saliendo más tarde. De hecho, tengo que volver al trabajo a las 4 de la mañana, aunque llegué a casa a medianoche. Debería estar durmiendo ahora mismo, pero tengo que escribir para mantener el control.

Lo siento, ¿de acuerdo? Lo siento tanto por lo que hice en esta vida y / o en mi vida pasada que alguna vez te hizo enojar conmigo. He intentado ser bueno y no he perdido el genio en semanas. Pensé que te habrías echado atrás, pero mi vida ha empeorado. Estoy tan cansado ahora mismo. ¿Qué hice para que mi familia me odiara?

Odio todo lo que ha estado sucediendo, pero estoy orgullosa de mí mismo por no molestar a nadie. Pensé que mi y mi familia podrían estar orgullosos de mí ... pero supongo que eso era pedir demasiado.

Firma...

Donald F. Duck

La culpa que sentía la familia se había duplicado, no, se había cuadruplicado al final de la carta. Así que esto era lo que Donald estaba sintiendo durante esas pocas semanas. Nada más que tristeza y angustia. A estas alturas, los trillizos ya no paraban de llorar y al tío Rico le estaba costando mucho mantenerse fuerte para la familia.

"¿Entonces el Señor Donald estaba escribiendo estas cartas ... para mantener el control de su temperamento?" preguntó Bautista mientras releía la carta. "Debo decir que nunca hubiera pensado que un método así funcionaría en alguien como el Señor Donald".

El pato anciano suspiró. "Sí, pero funcionó. Incluso después de las cosas que le hicimos al muchacho, funcionó y mi sobrino mantuvo su genio". Suspiró de nuevo mientras se frotaba la frente. Pero ahora el pato se había ido a un lugar donde nadie sabía dónde estaba. Algunos familiares fueron. "¿Qué hacemos ahora?"

"¡Vamos a encontrarlo!" Grita Panchito, como si fuera la cosa más obvia del mundo. "Iremos a donde sea que esté, lo traemos a casa y le decimos cuánto lo lamentamos".

Hugo se limpió los ojos e hipo, "Pero, ¿y si no  ...?"

El pato en rojo se cortó cuando su tío gallo lo levantó, lo lanzó al aire y lo atrapó. "¡Entonces lo convencemos de que venga a casa con una fiesta de disculpas! Dime, ¿qué le gusta a tu tío?"

"Bueno… a él le gusta el refresco de uva".

"Y jugar al hockey", agregó Paco.

"Y largas siestas en los días cálidos", dijo Luis.

"Entonces haremos todo eso y mucho, mucho más", dice el loro verde. "Pero primero lo primero, tenemos que encontrarlo".

"Creo que tengo una manera de ayudar a hacer eso", dice McPato con una pequeña sonrisa. "Ordené que se hicieran algunos volantes de la descripción de Donald y creo que deberían estar listos para ser recogidos ahora mismo".

"¡Maravilloso!" el grupo coreaba.

"Está bien, ahora necesitaré a Panchito y José para que vengan conmigo a recogerlos. Tomaremos el auto de Donald porque el pobre auto no ha sido manejado en semanas. Bautista, muchachos, quiero que se queden y se enderezcan un poco la casa. Hagan que se sienta cálido y acogedor de nuevo ".

"¡Sí señor!"

"Como desee, Señor McPato".

El pato súper rico luego hizo un gesto para que las dos aves extranjeras lo siguieran afuera. El aire era mucho más cálido que en el interior y el pequeño grupo de aves se preguntó si tenía algo que ver con la desaparición de Donald. Cuando se acercaron al viejo y destartalado auto, uno de los vecinos de Donald salió de su casa y caminó hacia la cerca que separaba el césped.

"¿Así que supongo que ustedes todavía no han encontrado el pato?" preguntó el gran hombre corpulento.

Rico puso los ojos en blanco y siguió caminando. "Uf, es solo el desagradable vecino de mi sobrino llamado Jones. Ignórenlo".

Pero el hombre siguió hablando. "De hecho, me gusta no tener a ese despreciable pato cerca. ¿Por qué querrían ir y arruinar algo bueno al traerlo de vuelta?"

"¡Este tipo es un idiota!" Susurró José a Panchito. "Sin duda causó algunos problemas para Donald '". Panchito asintió de acuerdo y envió una mirada de advertencia al hombre mucho más grande. Pero fue ignorado.

"Oye, ya que ustedes nunca van a encontrar a ese idiota, ¿puedo tener sus cosas? ¡Realmente necesito un nuevo televisor!"

Al sonido de la risa del hombre gordo, Panchito finalmente  perdió la calma. Tan rápido como un relámpago, soltó un aullido antes de lanzarse sobre la cerca y tiró al hombre al suelo.

"Wow, nunca pensé que nadie más como Donald se enfadara tanto", se rió Rico mientras observaba cómo el gallo golpeaba continuamente al hombre en la cara. "Es algo maravilloso ver a alguien comportarse como Donald lo hubiera hecho".

José asintió y sonrió. "No podría estar mas de acuerdo."

Panchito le dio una última patada al estómago del vecino Jones antes de levantarse y sacudirse el polvo. Estaba sin aliento, pero se veía extremadamente satisfecho consigo mismo. "Entonces ... ¿vamos a buscar los volantes ahora?"

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