Mi mate.

51-Papa...-

51:
-Papa...-

Mientras yo trataba de pensar en cómo salir de esta Matt se dedicaba a observar las viviendas y todo a su paso arder, lo que antes era de un color verde tan vivo ahora era negro y muerto, en el aire se podía sentir la pesadez del humo y las cenizas caían como copos de nieve pintando el piso de un color gris oscuro, habían personas que trataban de apagar las llamas de sus cuerpos o del cuerpo de otras personas, trataban de apagar los incendios y luchaban en su forma lobuna para acabar con los rebeldes que iniciaban los incendios y los atacaban, realmente era una masacre, debía terminar con esto antes de que no quede absolutamente nada.

-Encontraste las medallas? -pregunto Matt sin mirar a los jóvenes que recién llegaban a su lado.

-No están por ningún lado. Buscamos en todos lados y no están por ningún lado, no hay tales medallas, señor. -una risa silenciosa salio de mis labios por lo que dijo.

-Donde están Madeleine? -me pregunto Matt sin mirarme a mi también.

-Yo -Lo pensé por un momento -No las tengo y tampoco se donde están.

-No juegues con mi paciencia -Lo dijo entre dientes, apretó sus puños y sus ojos se habían vuelto de un color amarillo brillante. Esta vez sí me miró pero se relajó. Sonreí para mi misma al comprender, al atar los cabos sueltos.

-No se donde están las medallas, yo también las busque, y no las encontré. Se perdieron hace años Matt. -traté de convencerlo de ello, pero no veía el resultado. -Aún... no te das cuenta? -traté de confundirlo. El me mantuvo la mirada y yo igual.

-Darme cuenta de que? -se rió en silencio.

-Las medallas tenían su propio significado, nosotros tres tenemos diferentes marcas con distintos símbolos, saca tus propias conclusiones.

-De que hablas? 

-Nosotros representamos a las medallas idiota!-suspire y baje la mirada,  negué con la cabeza y luego volví a mirarlo. -Matt, todo esto, lo que estás haciendo, es una estupidez y es una de las grandes.  -mire a Paxton que no había dejado de mirarme en ningún momento, respiraba agitado -Porque lo trajiste a él? -volví a mirarlo. Aunque en realidad quería saber era ¿Como hizo para que él pudiera atravesar el campo de fuerza? Aunque este se abriera ante un humano no podría entrar ni verlo, a menos de que Paxton no sea un simple mortal...

-Porque crees? -pregunto él -Solo quiero una medalla, pero para que su poder funcione necesito las cinco principales -Pero nosotros somos tres, que no estoy viendo? -Y él es un sacrificio, necesito un corazón puro para alabar la voluntad de los dioses. 

-Realmente estas... mal de la cabeza hombre. -habló Paxton juntando sus cejas.

-Tu quieres realizar un Nudo Perenne, quieres entrelazan tu destino con el mio... -un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-Así es mi Luna -sonrió, se acercó a mí y se inclinó para estar más cerca, con su dedo índice recorrió la cima de mi mandíbula hasta mi barbilla, trate de mover mi rostro pero la chica tiro más de mi cabello y me tuve que quedar quieta.

-No la toques -habló Paxton entre dientes.

-El niño se puso celoso -se rió.

-No, es sólo que, la pones incómoda... y apuesto a que tú tienes más celos de que ella sienta cosas por mi en vez de por ti. -Como lo supo? Se nota?! Deje de escuchar su conversación cuando escuché mi nombre entre los gritos de las personas y la pelea de Paxton y Matt.

-Mady!! -era Romeo y rogaba que no me viera, si lo hacia él vendría y no sabía de que era capaz  este sujeto. Mi vista se mantuvo fija en él hasta que la suya se encontró con la mía, sus ojos estaban en un color amarillo brillante.

-CUIDADO! -el grito salió disparado de mi boca aunque no se si me escucho, las miradas se dirigieron a mi por mi grito, me puse de pie con la intención de ir a el pero golpearon mis piernas y volví a enterrar mis piernas en la tierra, mis ojos brillaron tan intensamente que pensé que iba a transformarme, pero mantuve la calma y me dediqué a observar.

 Mi hermano quizás era flacucho pero no perdía ninguna pelea, no era para alardear pero era muy fuerte. Un segundo hombre se unió a su pelea este parecía ser más adulto que el primero, pero después empezaron a unirse otro y otro, eran cinco contro él. Por suerte llegaron Eliot y mi padre, en un momento iba todo bien, los vencieron a los cinco hasta que uno que había estado tirado en el piso se  recompuso y saco un cuchillo que lanzó al aire con la intención de usar a mi hermano como blanco. Mi padre se percató de ello y se interpuso entre Romeo y el cuchillo, envolvió a Romeo en un abrazo e hizo que su cabeza quedara en su pecho, el objeto se enterró en la servicial de mi padre, confundido por la reacción de mi padre Romeo subió la mirada para encontrarse con sus ojos vacíos, el cuerpo de mi padre cayó hacia adelante a los brazos de mi hermano quien lo tomó sin pensarlo dos veces, él cayó al piso sosteniendo el cuerpo sin vida, quedé aturdida por lo que pasó en cuestión de minutos, la respiración se me cortó por un lapso de segundos y luego salió expulsada en forma de un suspiro melancólico y entrecortado, comienzo de un llanto inaudible, los ojos se me habían cristalizado ante tal imagen, Eliot al ver lo que había sucedido corrió rápido hacia el tipo quien no dudo en correr a la dirección opuesta pero Eliot lo alcanzó y cayó sobre él para después en un movimiento rápido de manos romper su cuello. Romeo gritaba y movía el rostro de mi padre, le pedía que despertara, sin embargo él ya no estaba en este mundo, no reaccionaba.

-No, no... -los susurros inconscientes salían de mis labios por si solos -Papa... -volvi a levantarme y está vez le di un cabezazo a la peligris que no sirvió de mucho, pero trate de correr hacia él, aunque no alcancé a dar ni cinco pasos largos que la chica de pelo gris se lanzó sobre mi quedando sobre mi espalda y yo caí al suelo dandome un muy fuerte golpe en la cabeza, un quejido fuerte salio de mis labios, sentí como doblaba mis manos para sostenerla detrás de mi espalda y su otra mano sobre mi cabeza que daba vueltas y vueltas, mientras yo veía la desgarradora imagen frente a mis ojos, mis lagrimas caían por si solas, una imagen que quedaría en mis recuerdos por siempre. Una vez más trate de levantar mi cabeza pero la chica volvió a golpearme contra ella suelo aumentando el dolor, porque todo me sale mal...? Mientras escuchaba el alboroto detrás de mi yo solo podía ver otras imágenes que vinieron a mi mente, imágenes que eran recuerdos, recuerdos que no sabía que tenía, se trataba de un baile en una gran mansión, una mujer de cabello castaño recogido mantenía una elegante máscara fina en su rostro, me observaba al final de unas escaleras, su brazo estaba entrelazado con el de otro hombre quien podía reconocer como mi padre. Luego estaba yo en el mismo baile pero esta vez el centro de atención que mantenía era en un chico de traje quien también mantenía una máscara, al parecer era un baile de máscaras ya que todos traían una, él estaba del otro lado del salón, lo podía apreciar de vez en cuando ya que las personas del alrededor bailaban en el centro del gran salón al compás de la sinfonía que producía los instrentos llamados violines y violonchelo. Junto a él se apreciaban tres mujeres con distintos vestidos pero similares, que se nota a hasta por enésima de la máscara su parecido entre ellas. Pero las imágenes se borraron al instante en el que sus ojos chocaron con los míos y la imagen de Romeo y mi padre nuevamente me volvió a la realidad con un golpe en seco.