Mi mate.

29-No te libraras de mi tan fácil. -

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-No te libraras de mi tan fácil. -

Hay veces que vivir en un fantasía es genial, pero cuando llega el momento de despertar y volver a la realidad, todo se derrumba...

-Me tengo que ir...

-No puedes ir. -Romeo bloqueo mi camino.

-Porque no? Sólo serán unos minutos -reclame.

-Aún así no puedes ir Madeleine, ya deja de involucrarte con ese chico, quizás no lo vuelves a ver otra vez..

-Es por eso que tengo que ir, quizás no lo vuelva a ver jamás, y tal vez este sea el último recuerdo que tenga con él, lo entenderás cuando... te enamores.

-Te enamoraste? -preguntó en un susurro -Nisiquiera lo conoces y no llevas ni dos meses saliendo con él, el es humano... no esta echo para ti, imaginas un futuro con el? Viéndolo envejecer y morir, mientras tu sigues joven y vives más tiempo, el quizás solo vive hasta los 90, pero tú, vivirás hasta hasta los 200 y con suerte hasta los 300, tú no eres como él.

-Ya lo sé, es por eso que quiero aprovecharlo este último día con él, porque se que no lo volveré a ver de nuevo. Asique te pido un favor como hermana mayor a hermano menor, no te interponga en mi camino. Sufrir las consecuencias es mi segundo nombre, porque al menos habré echo lo que quise y nadie me lo impidió. -él se lo pensó un momento y después aceptó con un movimiento de cabeza.

-Pero no vuelvas muy tarde, recuerda que antes de las 10 nos vamos. -Me di un abrazo y bajé las escaleras casi corriendo.

-Otra vez a ver al humano? -justo se interpuso Matt en mi camino, estaba comiendo una paleta helada.

-Quítate -lo corto de un manotazo.

-Ya supéralo! -me grito a lo lejos.

-Jamás! -le respondí en el mismo grito.

No me había dejado salir y había perdido tiempo, pero aprovecharé el tiempo que me queda.

*Nos vemos en el parque en 15 minutos.

Mandé el texto y espere a que me respondiera.

*Echo, te espero ah

Empecé a caminar hasta llegar y me sorprendió verlo ahí de pié, es decir solo habían pasado 8 minutos y el ya estaba en el lugar, vestía pantalones negros y una remera blanca con una chaqueta de cuero negra.

Me quedé unos segundos observandolo, cada una de sus facciones, su altura, su cabello, que se tornaba cada vez un poco más claro. Parecía un niño con cuerpo de grande, su piel era clara, sus labios rosados le daban un toque dulce, sus ojos avellana le convinaban y las pestañas oscuras y marcadas resaltaban sus ojos, su nariz era lisa y tenía una curva perfecta, había veces que su mandíbula se marcaba y su cara era muy serio dándole un toque muy masculino, pero en realidad podría ser un niño haciendo una rabieta. Me lastima haberme enamorado de él sabiendo que no lo iba a volver a ver, pero no puedo controlar mis emociones ellas deciden que sienten y que no, pero no me arrepiento porque quizás el también me quiso tanto como yo a él, me hizo conocer cosas y sentimientos que no conocía, amor, felicidad, a eso que le llaman "Mariposas en el estomago", añoranza...

El al verme levantó su mano para saludarme y vino hasta mí, yo lo seguía con la mirada y cada vez que se acercaba más tenía que levantar un poco más mi cabeza para poder verle los ojos, venía con una sonrisa.

-Que lindo eres -susurre inconsciente y acaricie su mejilla, él borró sus sonrisa poco a poco.

-Que fue eso? -preguntó sosteniendo mi mano sobre su mejilla.

-Que fue que? -pregunté.

-...nada -volvió a sonreír y bajo la mano para entrelazar sus dedos con los míos. -Vamos.

Mientras el tiempo pasaba, caminábamos por el parque, me había regalado un chocolate diferente al que me había dado anteriormente, este no verá líquido sino que tenía picos sólidos y en la cajita decia 'Toblerone'  un chocolate muy común en Suiza, y era delicioso.
Luego de eso jugamos en unos juegos que habían cerca igual que niños pequeños, pero quien no jugaría en los juegos a cualquier edad. Al final del día solo nos dejamos caer en el césped para poder apreciar el cielo, pero luego de unos 30 minutos tuve que levantarme.

-Me tengo que ir. -lo mire directo a los ojos.

-Te acompaño a tu casa. -él tambien se levantó y se dio vuelta para poder caminar.

-No, me tengo que ir... definitivamente -él se detuvo pero no se dio vuelta.

-Lo sé -que? Como lo sabe? -No se cómo pero, solo lo sé... -simplemente lo abracé por la espalda, pude sentir sus sentimientos, estaba angustiado, y triste...

-Perdón, no quise ilusionarte, no quise ilusionarnos. -esto me daba ganas de llorar... Maldición!

-No volveré a verte, verdad?

-Es muy probable. -de un sólo giró volteo y me sorprendió con un abrazo.

-Espero que no me olvides.

-Ni tu a mí. No te libraras tan fácil de mi...