EPILOGO

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Una joven estaba parada enfrente de ese gran edificio que estaba construido en una esquina, era la primera vez que lo visitaba después de esos largos ocho años de ausencia. Estaba temerosa de entrar, había fingido su muerte de una manera llamativa, pero gracias a los informes, lo hicieron pasar como secuestro. Aun dudaba en entrar, a pesar de que en el pasado entraba como si fuera su casa, solo que ahora...

—¿Nakamori san? —Una voz familiar la sacó de su trance, volteo al llamado y la vio. Tan elegante como siempre había sido, con esa melena roja larga y suelta y con ropa que la hacía demasiado atractiva a la vista.

—¿Akako san?

—¿Aoko san? ¿Estás viva? —gritó con entusiasmo la última pregunta mientras tocaba sus hombros—. ¡Estás viva!

—Si —respondió tímidamente—. Kaito, mi papá, Hakuba y el FBI confrontaron a la organización —comentó con un tono de voz bajo.

—Sí, eso leí en los periódicos, por eso vengo a ver a ese maldito detective —comentó con enojo.

—Akako san... —Vio en ella su reflejo de cómo es ella con Kaito.

—Pero quien iba a pensar que estabas viva, yo realmente me lo creí y nunca se me ocurrió consultar a alguien más sobre tu muerte.

—Nadie sabía, inclusive le deje un mensaje a Kaito y no lo vio hasta ocho años después.

—Kuroba kun y tu papá se vieron muy afectados y dejaron tu esencia en tu casa como lo habías dejado.

—Sí, realmente me sorprendió encontrar todo como lo deje, pero eso ayudó a que me reincorporara a una vida normal más fácil. ¿Por qué estás enojada con Hakuba kun? —preguntó porque le había llamado la atención como se refirió al detective inglés.

Con Akako a un lado, le fue más fácil entrar a las instalaciones de la policía porque con su plática le fue distrayendo y ya solo faltaba poco para llegar al segundo departamento del escuadrón antimotines.

—Ambos le habíamos prometido a Kuroba kun que le ayudaríamos contra la organización, pero de la nada me "gané" un viaje todo pagado y Hakuba insistió en que fuera. Estando allá me entere que la mayoría de los que estábamos allá teníamos conocidos que trabajaban en la policía y casualmente eran quienes a lado de Hakuba y Kuroba kun son conocidos como los cuatro genios.

—Kudou Shinichi san y Hattori Heiji san —murmuró los nombres de los colaboradores en el caso.

—Exacto. Sus conocidos estaban también ahí y eso me llevo a deducir lo peor, además de que me enojó que me dejara fuera de la guerra.

—Eso debe ser porque le importas —comentó emocionada Aoko—. ¿Son novios?

—¡No! —respondió rápidamente, pero ella observó el matiz rojo que se apoderó de las mejillas de su amiga—. ¿Y tú y Kuroba kun?

—No podemos ser algo sin que me haya preguntado antes.

—Oh ya veo.

—Pero es que ha estado muy ocupado con eso de la organización, no lo he visto desde una ceremonia y eso que vivimos al lado.

—Vaya eso quiere decir que realmente Kuroba kun ha estado demasiado ocupado

—Ni que lo digas, por eso aproveche la ocasión para traerle de comer, como en los viejos tiempos. Y por lo visto, parece que no soy a la única que se le ocurrió —dijo señalando la bolsa que su amiga traía.

—No me contesto las llamadas y el único lugar donde puede estar es aquí.

—vaya parece que ya lo conoces l suficiente.

Cuida tu sombrero mágicoWhere stories live. Discover now