¿El Chico Perfecto Sólo Existe en los Libros?

Cap 27; ¡Muere, Hello Kitty!

Miré a mi alrededor y sólo habían toallas usadas. Tras unos minutos de búsqueda con mi mirada, vi que había un armario en el baño. Cuando lo abrí me di cuenta de que era un armario de toallas y como no, para mi mala suerte, las dos únicas toallas limpias eran de Hello Kitty. Fue en ese momento cuando me pregunté si alguien allá arriba me odiaba...

Cogí una al azar y la enrollé en mi cintura. Me miré al espejo para contemplar mi propia escena; Si mi vida fuera una novela esta toalla sería blanca y me vería sexy ahora mismo, pero NOOOOO Jem, vives en la realidad y te ves como un idiota...

Finalmente salí del baño, con la autoestima por los suelos y toqué la puerta del cuarto de Aline. Ella simplemente se limitó a chillar que me largara, cosa que no haría con esas pintas...

Volví a llamar y finalmente abrió muy bruscamente.

Me miró de arriba abajo incrédula y estupefacta y antes de que empezara a estallar entre risas empecé a hablar cortante;

-Aline mis cosas están adentro...- Sin decir palabra salió de la habitación para dejarme entrar y nada más cerrar la puerta escuché sus carcajadas.

Me vestí lo más rápido que pude con unos vaqueros anchos oscuros y una camiseta verde oscuro de manga corta. Abrí la puerta de la habitación y vi a Aline apoyada contra la pared del pasillo riendo entre dientes mientras me miraba.

-¿Qué pasa contigo?- Gruñí enfadado.

-Nada... ¿Qué le has hecho a Hello kitty?- Dijo otra ves entre risas.

-Matarla... - (O eso me gustaría).

-¿Por qué? Ella sólo te dio intimidad ¿Cierto?

-Déjalo Aline o me enfadaré contigo...- Ella me miró desafiante pero mi mirada seria pudo con la suya, finalmente aparto su mirada. Vencí.

-Gracias Jem...- Suspiró.

-¿Por qué?

-Por limpiarlo todo.- Me guiñó un ojo con su sonrisita divertida y entró en la habitación cerrando la puerta antes de que yo pudiera pasar.

Literalmente HORAS después, Aline salió con una camiseta azul de tirantes y unos jean shorts (a esta le da igual el frío).

-¿Listo?- Sonrió alegremente mientras me cogía del brazo.

-¿Para qué?

-Vamos a comprar ¡Choco!- Chilló emocionada como una niña pequeña.

Salimos al supermercado más cercano y nos fuimos a la sección de dulces pero nos encontramos a la cosa mas amarga del mundo junto con su hermana...Que rápido te quitan el hambre algunas personas...