Cap 4; Ser tú mismo y ya de paso ser Príncipe.

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Aline se había puesto sus gafas de pasta Hipster y seguía narrando trozos de distintas novelas sobre hombres que no necesitaban rayos lasers en los ojos para derretir a mujeres con la mirada.

¿Cuánto llevamos ya? ¿Dos siglos?

Saqué mi samsung y pude comprobar que llevábamos tres horas y media sin descanso leyendo párrafos de leyendas al azar y todavía seguía sin salirme esa Súper Mirada que volcaba corazones, aunque el mío más que volcarse quería saltar al vacío...

-¿Estás escuchando?- Dijo Aline con su tono borde, como si le hubieran arrebatado la paciencia de un golpe.

-Sé que no es lo más entretenido del mundo para ti pero por lo menos podrías fingir interés, teniendo en cuenta que te estoy ayudando en una apuesta contra mí-. Finalizó con voz de extremo cansancio.

-Lo siento, necesito hacer algo que no sea leer o mirar como miro en el espejo, ¿No has pensado que para ser ese tío perfecto no hay que ser un poco gay?

-¿Por qué lo dices?

-No se, mira al tio de 50 sombras de Grey...

-Creo que la historia deja bastante claro que no lo es...

-Ya, pero aparenta serlo y hace que todo coja mas interés, es como ser interesantemente gay, igual ahí está el secreto... - Ella me miraba perpleja, como si le acabara de dar un bofetón.

Tras unos incómodos segundos de silencio añadió con voz suavemente asombrada;

-No creo que sea eso, bueno, quiero decir, creo que el secreto es ser uno mismo pero versión mejorada y no se, cursi, supongo, todas quieren un príncipe, da igual como sea el príncipe si es como es y te dice que serás la única a la que amará...- Las últimas palabras se atragantaron en su garganta, la aclaro, y paso la vista al suelo, se agachó y cogió una pequeña libreta de color azul marino, en la que estaba escrito en mayusculas "El príncipe nunca llegó, el príncipe nunca llegará" y me la tendió.

-¿Qué es esto?-. De repente ella estaba fuertemente sonrojada y mirando al suelo.

Con una voz entre cortada dijo;

-Cu...Cuando mi primer amor me rom-pió el... corazón, escribí un libro lleno de poesías capturando al único amor verdadero que tendría, que no existe y bueno... Igual, Quizá es útil, te podrías inspirar en eso...

-Supongo, que sí...

-Ya es hora de que te vayas, llévatelo y mañana si eso volvemos a quedar y me lo das.- Finalizó con tono autoritario y ceño fruncido, ya había recuperado su compostura, siempre se me olvidaba que ella era toda una soñadora romántica que escribía Poesía, se me olvidaba incluso que era una chica, y con esto me refiero a que era tanto mi mejor amigO como mi mejor amigA.

Le sonreí dulcemente, me levanté de la cama y la miré a los ojos intentando que me saliera esa mirada de novela.

-Nos vemos maña nena- Dije con voz de motero de película haciendo que ella se riera fuertemente.

-La mirada ya la tienes, pero quita la voz y las palabras de idiota mujeriego.- Dijo entre risas, me reí con ella y finalmente me despedí.

Al llegar a casa empecé a leer con interés aquella libreta. Aline la había estado rellenando durante 6 años, sólo había tenido un amor y fue lo suficientemente amargo para que se negara a tener ningún otro durante seis años.

Seis años llenando una libretita en prosa narrando a un chico que aparecía en sus sueños, digno de llamarse el chico de sus sueños.

Lo describía poseedor de una belleza igualable a los Ángeles, el cabello en llamas, rojo sangre, estas dos cosas le hacían parecer sutil y fuerte a la vez, con ojos tan brillantes como las esmeraldas, esmeraldas de un verde que se incrustaba a la perfección en su piel blanca, el mismo blanco de los pétalos de las rosas blancas cuando se secaban.

Tenía una voz melosa que acariciaba sus oídos y unos labios color salmón con sabor a chocolate fundido... "Whao" pensé "Sin duda Aline soñaba a lo grande" Me decía a mi mismo mientras avanzaba en la lectura.

Recordé lo que había dicho Aline "se tu mismo, se un príncipe" Creo que empezaba a entenderlo, las mujeres buscaban honestidad y sinceridad pero también buscaban dulzura y miradas de ensueño, ellas sólo quieren sentirse únicas y el que era capaz de hacerlas sentir así era el que se nombraba "Príncipe". Pero... ¿Acaso eso es tan fácil?

¿El Chico Perfecto Sólo Existe en los Libros?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora