El lobo feroz《KookV》

◇10◇

—¡Buenos días, Tae-Tae!— su amigo le gritó desde el otro lado de la puerta. —Tu madre me invitó a desayunar. ¿Puedo pasar?

El castaño se quejó y enterró su cara en la almohada que tenía abrazada. No le contestó a YoonGi, sin embargo ya estaba tirado en la cama junto a él.

—Te perdono no haberme contado sobre JungKook porque te oculté que me hice muy buen amigo de Jimin.— comenzó a picotear a Tae por encima de las sábanas.

El menor se volvió a quejar y le tiró un manotazo. Él sólo quería dormir más.

—Diablos. Levantate, amigo.— se rió bajito. —Hace mucho que no salimos juntos. ¿Quieres salir por ahí?

—No quiero, déjame dormir.— Tae bufó.

El mayor lo descobijó y el chico ni siquiera se inmutó.

—¿¡Qué mierda te pasó en el cuello!?— las marcas de los dedos de Kook ya se habían vuelto moradas. —Joder, Tae. ¿¡Quién mierda te estranguló!?, ¿Te metiste en alguna pelea?— Tae se dio la vuelta rápidamente y se cubrió el cuello con la playera que llevaba puesta. Se levantó y quedó sentado frente al otro.

—No fue una pelea. Yo...— se mordió el labio y lo miró con ojos brillosos. —No le digas a mamá por favor.

—Eso quiere decir que si fue una pelea.— YoonGi negó molesto. Y entonces Tae notó el cambió de color de cabello en su amigo.

—¡Te lo pintaste gris! — antes su amigo lo tenía negro. Jamás en su vida se había cambiado el color.

—Sí, ¿Verdad que me veo genial?— sonrió y le guiñó un ojo al castaño.

—Te queda perfecto.— le sonrió y despeinó su cabello.

—Pero no me cambies el tema, Tae. — volvió a ponerse serio y el ojialmendra agachó la vista. —¿Con quién peleaste?— insistió.

—Ya te dije que no fue una pelea, YoonGi. — por favor deja de preguntar, pidió en sus adentros. Odiaba tener que ocultarle cosas a su amigo.

—¿¡Entonces quién diablos te estranguló!?, ¿Ya viste cómo luce tu cuello? — insistió.

—Lo se, YoonGi.— su voz salió casi en un susurro.

—¿Quién fue?— repitió, intentando ser paciente. —Mira, si alguien te está haciendo bu...

—No es eso. Nadie me está molestando.— se mordió el labio.

—¿Entonces...?— el peligris levantó sus cejas, esperando a que Tae hablara.

El castaño suspiró y lo miró directamente a los ojos.

—Fue... Jungkook.— confesó.

—¡Joder!, ¿¡Te está obligando a tener algo con él!?— se levantó de la cama furioso. No sabía dónde vivía, pero lo descubriría en unos minutos y después lo golpearía. ¿Cómo puede estar tratando así a su mejor amigo?

—¡No, YoonGi!, ¡Tranquilo!— ya estaba camino a la puerta. —¡A mi me gusta!— gritó y cerró los ojos.

—¿Te gusta ese degenerado, TaeHyung?, ¡Está golpeandote, imbécil! — le escupió.

—¡No seas idiota!, — abrió los ojos, enojado. —Me refiero a que me gusta que me tomen del cuello. Me pone caliente, ¿De acuerdo? — le soltó por la ira y cruzó sus brazos.