Boku no hero academia: Last Chance

7- un héroe sabe como superar adversidades

Ese era el momento, use mi quirk, hasta casi detener el tiempo, caí bastante mal, pero al menos ya estaba un poco más lejos del peligro.

Rápidamente me puse detrás de Aizawa, me saque las estrellas incrustadas en mis brazos y comencé a ver cómo estaba construido el gimnasio, calcule los puntos débiles del edificio, a pesar de ser un gym, el techo me serviría, comencé a golpear todas las paredes, hasta que empezaron a doblarse, tiraría el edificio sobre nosotros sin pensarlo, pero eso me daría el dominio de la situación a mi.

Una vez termine, fui corriendo hacia el tipo de negro y le di una patada voladora tan fuerte que calculandola por poco no le rompo la espina dorsal, apenas la di, libere el tiempo y me dirigí al lado contrario del gym, el pelo de Aizawa hizo una especie de parpadeo al bajar y subir cuando me miró.

—buena patada, pero no estás ni cerca de ganar—dijo el pelucón.

—ah no? —le respondí mientras miraba al cielo que empezaba a estremecerse y hacer ruidos.

El héroe de negro miró hacia arriba, en ese mismo momento congele el tiempo a excepción de congelarlos a él y a mis padres, quienes admirados me veían sin un solo indicio de querer salir del edificio.

—si se continúa el flujo del tiempo puede que no salgamos ilesos de esta, el daño lo dejará bastante maltrecho si es que no, puede que usted muera en el derrumbe—le dije, explicándole su posición— ahora quien está en desventaja aquí es usted—

—ya veo, así que ahora estas a salvo por que tu quirk es el que nos mantiene vivos a los 2—exclamó el despeinado—solo me mantienes en esta prisión temporal para hacer alarde de tu poder, pero eso no servirá bien, recuerda que aún puedo luchar contra ti—

Rápidamente me dirigí a hacer un ataque frontal, y como contra Ryushi en una de tantas prácticas, use una detención del tiempo dentro de otra, encestando varios golpes al ninja, que después de liberarlo salió volando hacia el otro lado de la habitación donde se encontraban mis padres y la maquinaria.

Lo mire con una risa triunfal mientras libere el tiempo a su condición usual, luego de que el edificio cayera, aparecí en la cima de los escombros casi ileso a excepción de mis heridos brazos.

—justo lo que pensaba, si no salían de ahí, era por algo— toda la destrucción del edificio había dejado un solo punto intacto, donde se encontraban la maquinaria del gym y mis padres, junto con un golpeado Eraserhead—lo siento mucho por el gimnasio, creo que tendré que trabajar en vacaciones durante varios años para poder pagarlo—

—tranquilo, me contrataron para demoler este edificio—respondió mi padre

—que increíblemente conveniente!! Casi sacado de un fanfic!! —respondí con una sonrisa de oreja a oreja mientras posaba con mis manos enpuñadas en la cintura igual que all might

—Jajaja, ya deja tu pose de héroe y baja— dijo mi madre, una vez que llegue donde ellos estaban me dijo—no importa que la haya visto 2 veces, esa pelea sigue siendo muy epica—

—2 veces? La viste antes? La vieron antes? Por que me trajeron si sabían que ganaría? — les pregunté confundido

—para mostrarte a ti y a Eracer que podías hacerlo—respondió papá

—no está mal—dijo eracer—pero no pienses que te favorecere si llegas a ser mi alumno, al contrario, si fallas, te expulsare sin más. Aun te falta mucho que mejorar—dijo mientras se sacaba de las botas unas pesas, que por su aspecto no eran nada livianas

— deberás dar lo mejor de ti, no hay opción al error—dijo mientras sacaba otras pesas desde bajo sus mangas.

—pero qué pasa con los cortes en mis brazos? —pregunté preocupado.

—tu tranquilo—dijo mi padre—mande a hacer unas estrellas ninja que en vez de un filo, tuviesen agujas que inyectáran una solución no letal pero dolorosa a nivel local, además de adormecer un poco los brazos para que no se quitara tan fácil, y que a demás secretáran un líquido rojo semejante a la sangre, para hacerlo más realista. Básicamente no tienes un solo rasguño, solo dolor, que debería quitarse en unos 30 minutos, así que ahora ven por aquí, no queremos que llegues tarde con Kabii—

Detrás de la máquina había una silla en un plano inclinado, asumí que me revisarian en caso de alguna lesión, pero de la nada el plano se hizo más inclinado, uno de los extremos estaba subiendo, y yo me mantenía en la misma altura.

—recuerdas que hace unos años querías hacer una catapulta gigante? —mencionó papá, pero antes de responder, ya me habían lanzado por los aires a una velocidad que no había experimentado nunca antes, era casi como volar, con la excepción de que caería inminentemente de cara al piso