CAPITULO DIECISÉIS

8.2K 520 86
                                    

2/2

Comenzamos a caminar, con diez hombres tras nosotros.

Hace unos momentos hable con Hillary sin que nadie lo notara, y me dijo que estaba cerca, y que en caso de cualquier cosa le avisara y ella iría junto con Aaron.

Rodeamos el edificio hasta estar en campo abierto, justo en medio habían cinco personas y un grupo detrás.

-Tenían que venir sólos.-habla una mujer viendonos con desprecio.

-Lo mismo era para ustedes.-habla firme el señor Gocks.- si ellos se van, los de nosotros lo harán también.

La mujer asintió, y ordenó que todos se fueran, quedando sólo dos personas, ella y un hombre mayor.

Por un instante creí que ella era la que estaba a cargo hasta que recordé que Gocks dijo que era un hombre el que pasó la mando, así que mire detenidamente al hombre de hombros anchos, tenía sus brazos detrás de su espalda, dando un aspecto tranquilo, menos sus ojos, que nos miraban como si quisiera matarnos.

-¿Quién es su líder?.-hablo él, con voz autoritaria, mira a Jasper.- ¿Es el?

Gocks niega.- es ella.-Dice simplemente, antes de que las dos personas que tengamos en frente suelten un par de carcajadas.

Luego se callan abruptamente.- Ahora.- la mujer habla firme.

En unos segundos, una persona totalmente tapada agarra a Jasper por detrás inmovilizando sus brazos. Lo mismo hicieron con el señor Gocks.

Sabía que esto no sería solamente hablar.

Cuando estaba sacando el arma, una mano toma mi brazo y lo dobla hacia tras. Lo único que siento es el frío filo de una navaja en mi cuello.

-Son verdaderamente estúpidos.-Dice el hombre con una sonrisa.

-Debería darte vergüenza.-habla Gocks como puede.- ¿donde está el honor que debe tener un líder?

-Lo sabría si lo fuera.-se encoge de hombros, nunca pensé que podría odiar otra sonrisa que no fuera la de Jasper.

-El que manda aquí, soy yo.-me congelo al escuchar esa voz, aquella voz que anhele escuchar hace meses cuando todo con Tyler estaba mal y me sentía sola, hasta que aprendí que sólo me tenía a mi misma, lo que más me sorprendió es que esa voz estaba detrás de mi.-Así que vamos soltando las armas si no quieren morir justo ahora.

Algo en mi cuello arde, siento como algo corre.

-¡Sueltenla!.-grita Jasper al ver el hilo de sangre que corre debajo de la navaja.- como le sigan haciendo daño se las verán conmigo.

Trato de moverme, intentando que me suelte, y el filo de la navaja no se entierre más en mi cuello. Pero lo único que provoco es acabar en el suelo.

Siento que algo de encaja en mi pie, miro hacia mi bota, donde se asoma el mango del cuchillo de caza que me dio Jasper.

Bien Brooklyn, debes ser rápida.

Recuerdo momentos de hace algunos años, cuando Jack me golpeaba, o mi padre me culpaba de la muerte de mi mamá. Cuando Tyler estuvo en coma por culpa de mi hermanastro, que resultó no ser mi hermanastro ya que no compartía ningún lazo con la persona que conocí como mi padre.

En unos segundo tengo la ira corriendo por mi cuerpo, cuando la rodilla del tipo que está sobre mi, se encaja más en mi espalda, se que es el momento adecuado.

Acercó mi pierna al pecho, para que mi mano alcance el borde de la navaja, la saco con rapidez y sin medirme la entierro en el cuerpo de la persona que está sobre mi, esta suelta un gemido de dolor. Aprovecho de salir y ponerme de pie, agarrando con fuerza la navaja.

Sigues Siendo Mía #M2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora