Capítulo 90: Desearía

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- P O C H É

Debo admitir que ya me sentía mareada, sentía muchas cosas en estos momento, ira, tristeza, estrés, decepción, no era la primera vez que Calle mentía. Llegué al apartamento azotando la puerta, caminé al armario y comencé a sacar toda la ropa, de Calle y mía, quería deshacerme de todo, sentía que me ahogaba y no literalmente pero quería gritar, llorar, mientras sacaba todas las cosas del armario y tiraba todo en el apartamento sentía un alivio pero en realidad ésto solo servía para desquitarme, me sentía mal, pero también muy en el fondo quería regresar corriendo al bar y decirle lo mucho que siempre la he amado, que sin importar quién aparezca estaré con ella aunque también sabía que podía ser inútil, no importa todas las veces que hablemos, que nos pidamos perdón, que escuchara un sin fin de explicaciones de Calle, ella seguirá haciéndolo, seguirá mintiendo u ocultándome cosas, lo ha hecho desde que comenzamos nuestro noviazgo, primero por no haber terminado su relación con aquel chico Johan, luego su supuesta amistad con Matu cuando resultó ser su pretendiente, luego Alba, luego Lauren... Y ahora ésto. Suspiré, tomé de la barra de la cocina una botella de vino blanco, caminé a la habitación y me tumbé en la cama bebiendo, dejando ya todo el apartamento hecho mierda

- Apuesto a que la estás pasando bien Calle - bufé y continúe bebiendo de a poco, la verdad quería embriagarme hasta perder el conocimiento, yo no era de ese tipo de chicas pero siento que ahora mismo no hay nada mejor que hacer, más que lamentarme y después a salir adelante, con o sin Calle.

Mientras bebía y bebía como una estúpida, mi celular comenzó a sonar, era Calle, pero simplemente decidí ignorarlo, sonó un par de veces más pero seguí sin responder. Tal vez piensen que debería contestar pero ¿Cómo hablar con la chica que considero el amor de mi vida pero me a mentido infinidad de veces? ¿Quién me asegura que no seguirá haciéndolo?, estoy confundida, la amo, la amo más de lo que pude haber imaginado, en realidad, ya no sé qué hacer, me engañó, probablemente jugó con lo que siento por ella, no le importo verme sufrir, tiempo perdido, yo confundida, llena de dudas que no sé cómo vencer cada una de ellas

- C A L L E

Había llamado un par de veces a Poché sin respuesta alguna, no sabía que podía estar pasando con ella, quería correr a buscarla pero Alejo me tenía aquí diciéndome una y otra vez que era mejor darle un poco de espacio, ya no sabía si tenía razón o solo estaba empeorando, el alcohol solo me hacía ponerme peor, ya comenzaba a sentirme mareada

- Alejo, debo ir, lo siento, ya no me siento bien y quiero ir a buscarla - me levanté del asiento y lo miré

- Está bien, si piensas que eso es lo mejor, te llevaré - sonrió

- No, Alejo, puedo llegar sola, solo debo irme ya - me dió un beso en la mejilla y salí del lugar en un Uber, no demoré mucho en llegar al edificio pues estaba muy cerca de aquel bar, entré al edificio y subí lo más rápido que pude al apartamento, entré

- Poch... - al entrar me encontré con todo el apartamento hecho un desastre, literalmente, todo hecho un desastre, todas nuestras cosas en el suelo, incluyendo toda la ropa, había sacado todo del armario dejando absolutamente toda nuestra ropa tirada por todas partes

- ¿Pero qué carajos? - me acerqué más a la habitación y me encontré con Poché tumbada en la cama y una botella de vino blanco tirada aún lado de la cama, ella se había quedado dormida con los brazos cubriendo su rostro

- Poché... Pero mira cómo estás - me acerqué y la levanté un poco acostandola en mis piernas mientras acariciaba su rostro, ¿Que acababa de hacer?, Comencé a sentir las lágrimas brotar y recorrer mis mejillas, ella comenzó a quejarse y a despertarse

- Poché, Poché ¿Estas bien? - la enderece y la miré mientras ella miraba a su alrededor y luego mirándome a mí

- No tienes ni puta idea de lo que siento ahora mismo, no pensaste en cómo me sentiría - me miró mal mientras limpiaba su lágrima y se levantaba

- Claro que la tengo y si lo pensé - me levanté con ella y tomé su mano

- ¿Ah, sí? Entonces...¿Por qué lo hiciste?, ¿Por qué entonces ahora mismo siento que nada de lo que vivimos tuvo sentido?, Que nada te importó, ¿POR QUÉ MENTIRME OTRA VEZ DANIELA? ¿POR QUÉ? Ahorita mismo ya no sé qué créer - quitó agresiva su mano de la mía mirándome con lágrimas en los ojos, su mirada se perdía, apenas y podía hablar, apenas y podía mantenerse en pié, no sabía que decir, todo lo que estaba diciendo me dolía, me partía el alma, me estaba matando lo que decía, me mataba verla así

- ¡¡CONTESTA DANIELA!! - levantó de nuevo la voz

- Perdón, perdoname, ya sé que me equivoqué de nuevo y no pasará, yo te amo amor - me acerqué y ella solo soltó una carcajada

- Has dicho eso tantas veces que ya no te creo, siempre vuelves a mentirme - suspiró y caminoal baño

- Siempre te he dicho que te amo y de verdad que te amo Poché - la miré haciendo que me mirara de nuevo

- Y siempre demuestras lo contrario, mintiendo - se giró y entró al baño, escuché como abría la llave del lavamanos, yo me senté en la orilla de la cama, sintiendo las lágrimas recorrer mis mejillas, no sé ni cómo llegamos hasta este punto, un día estábamos ansiosas de gritarle al mundo entero lo que sentíamos, que somos novias y ahora... Poché embriagandose, llorando al igual que yo

- P O C H É

Nunca me había embriagado tanto, nunca había llorado tanto o al menos no desde la muerte de mi mamá, en estos momento ya nada era como al inicio, en donde todas las mañanas sentía unos nervios de ver a Calle, sentir esa emoción de recibir su mensaje de buenos días y buenas noches, de verla todos los días, esa emoción que sentía cuando compré el apartamento, la emoción de decirles a todos de lo nuestro, las ganas de tenerla todos los días a mi lado, todo eso... Al parecer se había esfumado.

Me mojé el rostro y salí del baño encontrándome con Calle sentada en la orilla de la cama llorando, yo como pude caminé hasta mi lado de la cama

- Poché escúchame ¿Sí? - me miró

- Te juro que te iba a decir pero no sabía cómo lo ibas a tomar, no sabía cómo decírtelo - se acercó

- Así como todas las demás cosas en las que me has mentido - suspiré y por un segundo me mareé así que me acosté enseguida

- Mírate, estás ebria, déjame cuidarte - tomo mi mano pero yo la aparte

- Sólo déjame, ya has hecho suficiente - la miré y luego me recosté, sentía que todo daba vueltas, ésta sensación era horrible, la sensación de un hueco en el pecho, de un corazón roto, de decepción, de depresión y de mareo, no son la mejor combinación, realmente desearía que todo esto fuese un sueño, un pesadilla de la que pronto despertaría...

Mi Mala Adicción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora