C A P Í T U L O V I I I

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ZAÍN

Somos veinte —medios— hermanos, Oziel tiene a seis de los príncipes de mayor importancia a su lado y el resto apoya a Kalen porque dan a entender que no saben lo que planea éste y lo que les queda por hacer es guardar el juramento al rey. En pocas palabras, esto lo hacen por conveniencia.

Siete personas que van a tirar la miserable de vida que tiene Kalen por el desfiladero.

«Y esto se va poner peor»

Empezando por Oziel. Me parece que habría sido mejor que él cayera por la ventana ésta mañana. No soy tan malvado como para no ayudarlo pero me aseguraría de que vaya a dormir el resto del día y no despierte hasta nuevo aviso de guerra.

—¿Cómo se atreven hacer esto? Es su poder el que nos ha protegido hasta ahora. ¡De no ser por él, ya estaríamos muertos! —alzo mi voz porque todos ellos saben que Kalen es especial, de una manera que no es fácil de decir a cualquiera.

—Zaín, será mejor que te resignes. Lo intentamos. Tú estuviste ahí, tus ojos vieron lo que esas cosas son capaces de hacer. Y aunque tengamos las mejores armas... nuestra estrategia y el número de soldados no es suficiente por eso necesitamos del Reino Oeste. —me replica Yomaru, mi supuesto hermano que intenta convencerme con palabras vanas.

—¡No! Se los digo de una vez: ¡Kalen no irá a menos que él decida lo contrario! —me niego. Esta vez le daré la oportunidad de escoger a mi hermano. Ya no es un niño. Es un príncipe surromeliano y no está bajo la orden de un rey sino bajo el cuidado de su hermano mayor. Bien puede decidir si quiere ir o no. Y yo estaré con él.

Oziel levanta su mano y toma la palabra —Como no va ser fácil "convencerlos" con mis palabras, —Es su forma de decir "no quiero discusiones, aquí se hace lo que yo digo". Nos mira a los trece príncipes que seguimos formando la cuadrilla pero sus palabras son para mí porque soy el único que se opone— me voy a dar el honor de pronunciar las de nuestro amado padre para que vean que tengo su consentimiento aún después de muerto: —se detiene para mi mirarme con preeminencia y sigue con su soltura de palabras— «Kalen es una pieza clave para cualquier emergencia en el reino, gracias a él obtuvimos la paz con otros pueblos pero si algo le pasara todo cuanto hemos construido se vendrá abajo... Así que primero mantenlo seguro de las alimañas de Romelia y su custodia de los romelianos porque solo así podrás conservar todo en orden.»

«Así habla mi padre... el rey Ladislao era muy concreto al dar una orden, decreto o juramento. Creo que de esta no podré salvar a mi hermano...» ni yo mismo puedo aceptar lo que estoy pensando pero es que esto no va ser fácil.

«O tal vez sí» acaba de ocurrirme una idea.

—De verdad, ¿Piensas que vamos a creer que...? —No termino la pregunta al ver lo que hacen los demás. Como parece que esto no nos va a llevar a ninguna parte, el resto que estaba "a favor de Kalen" han cedido a la orden de Oziel.

«Son unos bastardos de primera...»

—Kalen, hay una princesa esperando a conocerte —Oziel habla con la mira en mi hermano— Partiremos en cuatro días. Así que prepárense para lo que viene. —esta vez habló para todos. Y Kalen está dentro y eso significa que...

«Saldrá de este castillo... ¡al fin! Tal vez esto no sea tan malo como parece...» mientras más pienso en eso, más pierdo la idea de que esto es en realidad.

LIBERTAD LEJOS DE TÍWhere stories live. Discover now