P2: Capítulo 26

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Sin decir nada, se mantuvo petrificado. No pude más que gritar, mientras me cubría con ambas manos y corría en dirección al lago. El aullido de un lobo se hizo presente, sacándolo de su estado de estupefacción.

—Maldición —dijo el dragón al agitar con fuerza su cola hacia el bosque, haciendo que un aullido de dolor por parte del lobo ser escuchara por todo el lugar—. ¡No pasa nada, es una falsa alarma!

—¿Falsa! —chillé enojada desde el lago—. ¡Me has visto desnuda, Alhaster!

La silueta de Haru apareció en medio de los árboles y desenvainando su espada, miró a los alrededores en busca de algún sospechoso o criminal. Alhaster emprendió vuelo, estando a escasos centímetros de tocar la tierra con sus enormes patas repletas de filosas escamas.

—¿Qué ocurre, Ilora? —preguntó papá al fijar su mirada en mí.

—Como consecuencia de una visión, su marca brilló y ella se asustó un poco —explicó mi dragón sin permitirme intervenir.

—Cuéntales tu visión rápido, estoy cansada de esperar.

—¡Tú! ¡Se supone que estabas cerca! ¡Debiste venir primero! —reclamé a Cassie, que ya estaba vestida y me miraba desde la orilla.

—¿Acudir primero y perderme todo el drama? No, señorita, usted necesitaba relajarse. —Se burló y junto a ella aparecieron Piwi y Brennan, en su forma humana, mientras se acunaba el brazo adolorido.

Sentía mis mejillas arder y tuve que meterme en el agua para disminuir mi humillación.

Habla, Ilora, tus visiones son importantes —intervino mi padrino de manera generalizada.

—¿Qué tan importantes? —murmuré, sacando mis labios del agua.

—La clarividencia es tu don, Ilora, lo habían descubierto antes de que tuvieras que huir de Umbrarum. Todos saben que la futura reina es una vidente —respondió Haru.

—Eres capaz de ver el futuro y esclarecer el pasado. Llegan en cualquier momento, por lo que tendrás que cuidarte —completó Cassie y por su mirada supe que ella había visto el momento en que casi muero ahogada—. Aléjate de lugares peligrosos, no queremos perderte por una visión, ¿cierto?

Asentí con cuidado y pude ver las miradas perdidas de todos. Es mejor que no lo sepan, me dije, sabiendo que el hada lo escucharía y me ayudaría a guardar el secreto entre nosotras.

—He visto a Evans y Alyos discutir sobre mí. Evans cuestionaba el por qué el príncipe te liberó de prisión, ignorando sus órdenes. —Miré a mi padre—. Y Alyos aseguró que, si yo volvía, él me apoyaría sobre quién fuera. Le gritó a su padre que no era un rey, sino el consorte de la reina... —Fruncí el ceño al no obtener respuestas de ninguno—. ¿Qué pasa con ustedes? ¿Por qué no hablan? —reclamé, sintiendo mis labios temblar. Necesitaba salir del agua pronto o terminaría en estado de hipotermia.

—¿Viste a Alyos, Ilora? —Las palabras de Cassie fueron tan precisas que tuve miedo de siquiera responder.

—¿Qué hay con eso? —cuestioné nerviosa.

—Nadie ha visto a Alyos de Lordania, Ilora. Los príncipes Lordinos no se muestran y podría apostar que Lía tampoco ha conocido los rostros de Alyos y Kaadem.

—Tampoco lo vi... —confesé en voz baja y con la curiosidad nublando mis pensamientos—. Estaba oculto tras una cortina y dijo algo sobre una explicación para no mostrarse ante Lía. La verdad es que no entendí mucho —finalicé, sumergiéndome en el agua.

Lo irás comprendiendo. No te sobre esfuerces dándole sentido a todo lo que veas, porque no siempre tendrás claridad del tiempo o lugar en que te encuentres. Por ahora, conserva detalles cruciales y trata de obtener un patrón de ellas.

CDU 1 - El despertar de Ilora [GRATIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora