Silvery Rain By Friky

10.Un jueves cualquiera

Capítulo 3

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Viene con la lluvia. Es por eso que no lo veo durante los 12 días que no llueve. Y en secreto, escribo en la baranda del puente un mensaje para él. 

Hoy es jueves, un día cualquiera que empieza igual de aburrido y tedioso que los demás días, nada interesante sucede en el metro, nadie pierde ningún objeto de valor en el trabajo, nada pasa en la ciudad que merezca tener un puesto en las noticias y tampoco fui a la escuela.

Sin embargo, en la tarde, jueves se convierte en un día nublado. Esta noche... de seguro... podré verlo.

Las horas bailan, las manecillas del reloj se persiguen y el sol trata de escaparse de las nubes grises que al final lo abrazan. Lo sé porque desde mi cuarto puedo ver como su brillo es aplacado por las que parecen bolas de algodón.

Estoy ansiosa. Llega la tarde pero no la lluvia. Abrazo el abrigo contra mí pecho. He estado durmiendo abrazada a este pedazo de tela por los últimos 12 días. Quizás, estoy exagerando con mi actitud...

Pero entonces, el sonido de pequeñas piedras chocando contra las paredes y las tejas me llena los oídos.

¡Está lloviendo!

Salgo corriendo rumbo al puente, que no está cerca pero tampoco muy lejos.

Al fin, voy a verlo.

Me canso y en el último tramo: camino. Tengo problemas para respirar pero cuando llego al puente olvido hacerlo. ¡Es él! ¡Me está esperando! ¡Quiero correr hasta él! ¡Abrazarlo! ¡Decirle cuanto lo extrañé! ¡Pedirle que no se vuela a ir! ¡Que se quede! ¡Incluso si..! Incluso si escampa.

Está de espaldas. Mi sonrisa se derrumba cuando pienso en que para él debo ser solo la extraña del puente. Una chica con la que puede hablar un rato cuando va de paseo.

Voltea a verme y sonríe.

-Estás aquí.

-Parece como si me hubieses estado esperando -Repito lo que él dijo la última vez y estoy sonriendo de nuevo.

-La verdad si lo hacía. Te estaba esperando y ya has llegado -Se acerca a mí y me pone debajo de su sombrilla- Más importante, ¡Cómo vienes sin sombrilla! ¡Estás empapada!

Miro al suelo, luego al río, seguido a su abrigo y entonces fallo en tratar de mirarlo a él. No puedo decirle que estaba tan ansiosa de verlo que olvidé todo lo demás.

-¿De verdad me esperabas...? -Debe ser por su abrigo- ¡Ah, claro! Aquí está.

Se lo ofrezco, pero en en vez de tomarlo agarra mi mano y me acerca más a él.

-Eun Bi, sostén esto un momento por favor.

Aguanto la sombrilla y él toma su abrigo y me ayuda a ponerlo sobre el que ya tengo.

-¿Por qué...?

-No quiero que te enfermes. Y puedes quedarte el abrigo.

-¿...Cómo?

-A cambio me dejarás verlo algunas veces cuando llueva.

Por primera vez, siento su estatura. Más alto que yo, con los hombros más largos, y la ropa ancha que lo protege de la lluvia. Más esa sonrisa que me regala con cortesía, pero ahora parecía tímida.

Abro más  los ojos cuando empiezo a analizar lo que sus palabras significan: volvernos a ver.

-De acuerdo. Entonces... gracias por el abrigo.