Jack sonrió un poco y le dejé pasar.

Solo sé que mi noche solitaria se convirtió en una no tan solitaria, y que él estaba muy cerca. Lo noté cuando empezó a acariciar mi dedo meñique con su mano. Y luego, cuando me miró. Después se acercó a mi y me besó.

Sí. Me besó.

Y yo le seguí el beso.

Notaba como el dolor que había albergado en mi corazón durante todo ese tiempo de nostalgia, se iba disipando un poco.

Y creí que era amor.

No lo era pero no lo sabía todavía, así que todo el amor que Jack me procesaba, se lo devolví de la forma que podía y sabía.

Por un par de años."

Y allí íbamos de nuevo todo aquel tiempo después.

Estábamos en casa de Jack, sus padres habían salido por dos días y tenía la casa para él solo.

—Te mereces unas vacaciones, cariño —dijo de repente.

Jack se levantó del sillón y se puso detrás de mí y, después de darme un beso en el cuello, noté sus manos en mis hombros, relajando toda la zona con sus hábiles dedos.

Gemí involuntariamente y me hundí en el cómodo y suave sillón.

Resoplé.

—Estás muy tensa, Brooke —dijo preocupado—, ahora que has terminado las clases y tenemos vacaciones... vayámonos a Londres.

Abrí mis ojos de golpe y me aparté del respaldo para mirarle.

—¿Londres...? —susurré dudosa.

Hacía dos años y algunos meses que no volvía a Londres, a mi hogar.

Las cosas allí también habían cambiado mucho; mi madre y Ben se casaron meses atrás.

No pude ir a la boda porque estaba muy liada con los exámenes de la universidad y mi madre lamentó de verdad no haber podido cambiar la fecha, pero no me importó, porque ella estaba tan feliz que era imposible no sentirse de la misma manera.

—Sí —asintió mientras me acariciaba la mejilla—, es tu hogar. Y a mi me encantaría ver el lugar en el que creció mi chica y conocer su pasado, su infancia...

Mi pasado...

Precisamente de aquello había estado huyendo todos esos años. De mi pasado.

Sonreí un poco y asentí.

—De acuerdo... —dije no muy segura—, no puede ser tan malo.

Pero por dentro no pensaba aquello. Pensaba que no podía ser malo, podía ser peor que eso.

Solo una semana después ya estábamos en el aeropuerto. Jack me sujetaba de la cintura y lo agradecí porque estaba tan nerviosa que, si no hubiera sido por su agarre, habría estampado mi hermoso trasero en el suelo.

—¿Qué te pasa, Brooke? Llevas toda la semana rarísima.

Le miré y suavizó su gesto.

Él hacía esto por mí, porque pensaba que era lo que yo necesitaba, y yo a cambio solo podía tensarme.

—Estoy bien, cariño —le tranquilicé—, solo cansada.

Apretó su agarre en mi cadera y puso su mano libre en mi mejilla mientras me miraba y no decía nada.

—¿Qué? —pregunté mientras sonreía.

Negó con la cabeza acercándose más si cabía la posibilidad, hasta que nuestras narices se tocaron y nuestras bocas respiraban el aliento del otro.

—Nada... —susurró muy bajito.

Unió sus labios con los míos suavemente, mientras olvidábamos que estábamos rodeados de gente.

—Ejem... —tosió alguien delante haciendo que nos separáramos—, sus billetes por favor.

Jack sonrió con los labios hinchados y rojos y los ojos brillantes. Antes de sacar los billetes de una de las bolsas, me miró y me guiño un ojo como siempre lo hacía.

Enseñó nuestros billetes y el hombre nos deseó un buen viaje tras registrarnos.

Cogimos las maletas y, mientras Jack pasaba un brazo alrededor de mis hombros, nos dirigimos a mi miedo de frente.

Me quedé dormida apoyada en el hombro de Jack todo el viaje, intentando no pensar demasiado.

Él no sabía a qué se debía mi extraño miedo a volver a Londres porque nunca supo lo que me empujó a alejarme de allí.

Mi miedo tenia nombre, apellidos y unos ojos muy bonitos.

Y dos años después de enamorarme de él, aún no lo había superado.

'Lo siento, Jack... Me gustaría quererte de la misma forma en la que me quieres, pero ya quiero de esa forma a alguien.'

Lo sentía de verdad.

Todo aquel tiempo intenté por todos los medios enamorarme locamente de aquel hombre maravilloso que me cuidaba y me quería tanto.

Pero algo no me lo permitía.

Pensar en encontrarme con los ojos del pasado me hacía sentir algo extraño.

Los ojos del pasado...

Déjame hacerte feliz (ACABADA Y EDITADA)Kde žijí příběhy. Začni objevovat