Capitulo 24

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Entreabro los ojos y veo mucha luz, mi cara da hacia mi ventana, todavia tengo el brazo de Daniel sobre mi cintura, si durmio conmigo, mi subconciente da saltitos de niña emocionada, probablemente sean como las 11:00 de la mañana.

Yo me giro con cuidado de no despertar a Daniel para quedar frente suyo. Madre mia. Es un adonis, es perfecto, por primera vez desde que lo conozco puedo verlo fijamente. Lo estudio minuciosamente, tiene una nariz perfectamente derecha, sus pestañas siguen sobresaliendo de su cara y sus labios, oh sus labios, podria besarlos todo el dia.

Paso mis nudillos por su frente, por sus mejillas, por sus labios, por su nariz, por todas partes posibles, como amo a este hombre, amo a Daniel Castellan.

Un movimiento brusco me desvio de mis pensamientos, Daniel se empezo a retorcer, y empezo a golpear al aire con las manos, estaba teniendo una pesadilla. Yo lo sacudia pero el seguia en su sueño.

-¡Daniel! Daniel!.- Yo me sente en la cama y comenze a moverlo, con un golpe muy fuerte Daniel me solto un puñetazo en la nariz, yo sali volando y quede acostada en el suelo, sangrando por la nariz. A los pocos segundos Daniel paso de su sueño y despertó, sudando.

-¡Christian! ¡Christian, mi amor! ¿Que te paso?.- Me pregunto, yo estaba llorando, me dolia muchisimo la nariz, pero lo extraño era que no estaba molesta con el, bueno, no tanto.

-Tu podrías contestarte eso, me golpeaste mientras estabas en tu sueño.- Le dije,  estaba llorando a mares, tenia mi mano en la nariz y seguia sangrando, espero que no me la haya roto.

-Oh mi dios perdoname.- Daniel parecia arrepentido, se paro de la cama y corrio hacia la cocina, en pocos minutos volvio con hielos envueltos en una toalla de cocina.

-Quitate la mano.- Me dijo y yo lo hize, me puso con cuidado el hielo sobre la nariz.

-¿Mejor?.- Me pregunto.

-Algo.- Dije.

-Perdoname en serio, tuve una pesadilla, es algo comun en mi, perdón.

-No te preocupes.- Le dije poniendo una mano en su mejilla.- Yo solo quería que estuvieras bien, por eso te moví tanto, te veias tan mal en tu pesadilla. ¿Que estabas soñando?

-Que te perdía.- Me dijo, yo intente sonreir.- Que peleaba con Mateo por ti, te tenia secuestrada, y ni siquiera en sueños podria perderte.

Me valio un comino el dolor de mi nariz, avente el hielo a la cama, tome con las 2 manos la cara de Daniel y lo bese salvajemente, el no tardo nada en estar acostado en la cama y ponerme encima de el.

-Todavia no estoy preparada.- Le dije gimiendo un poco.- Pero un poco de besos salvajes de mi novio no me haran daño.

Daniel sonrio y nos volvimos a besar, era un jugueteo de lenguas, ninguno de los 2 nos habiamos lavado los dientes aun pero no nos importo, yo lo amo y el a mi.

Seguiamos besandonos cuando me comenzo a doler el brazo. Yo me separe de Daniel.

-¿Que pasa?.- Me pregunto.

-Me duele mi brazo.- Le dije.

-Te lo dije, mi amor. A ver, vamos a ponerte el yeso de nuevo.- Daniel me dio un ultimo beso chiquito y fue al otro lado de la cama, a mi lado, y tomo el yeso de mi buró.

Yo tambien fui a mi lado de la cama y me sente frente a el, Daniel me puso el yeso.

-¿Donde tienes vendas? Esta ya no.- Tomo la venda usada y la tiro a la basura.

-Amm... En uno de los cajones de mi tocador.- Le dije.- En el de la derecha.

Daniel se dirigio al tocador y tomo con sus dos manos un retrato que tenia ahi de mi madre.

-Ella era mi mama.- Dije con voz algo triste.

-Era muy linda, Christian. ¿De que falleció?.- Me pregunto mirando la foto de mama, era algo antigua.

-En un accidente de avion, mi padre tambien lo hizo, y me dejaron a cargo de Mateo...- Mi voz se corto, ya no podia hablar mas.

-Tranquila, nena.- Daniel se acerco y se sento a la orilla de mi cama, yo ya estaba hecha un mar de lagrimas.- Ella es un angel mas y siempre te vigila.

Yo le sonrei, no sé que haria sin el apoyo de Daniel.

Mientras el buscaba la venda en mi cajon yo tome con mis dedos el collar que me regalo anoche, era hermoso y ahora era una de las posesiones mas preciadas que tenia.

-¿Azul, rosa, amarilla, verde o naraja?.- Me pregunto Daniel.

-¿Ah?.- Dije, algo desconcertada.

-Pues tienes vendas de todos los colores del arcoiris.

-Lana las compro

-Ya decia yo. ¿Entonces que color?.- Me pregunto.

-Sorprendeme.- le conteste regalandole una sonrisa.

El tomo una venda azul turquesa y se acerco a mi, me acomodo el yeso y lo envolvio con la venda.

-¿Sabias que este color es mi color favorito?.- Le pregunte.

-¿En serio? No, no lo sabía. Pero tu vestido de anoche me dio una pista.- Me dijo.

Yo solo sonrei, pocos minutos despues salimos del cuarto y nos dirigimos a la cocina, Lana estaba sentada leyendo mientras tomaba una taza de cafe.

-¡Buenos dias, Christian!.- Me dijo con una sonrisa muy grande en sus labios.- ¡Buenos dias, Daniel!... Aguarda, ¿Que hace Daniel aqui? Ustedes tuvieron...

-¡No!.- Grite.- Lana, eres una puerca, ya no tienes que leer esto.- Me acerque a ella y tome su libro.

-¿50 sombras de Grey ah? Vaya, Lana...- Dijo Daniel.

-Dame mi libro.- Me dijo Lana e hizo un puchero.- Por favor, ¡ya casi lo termino! Por favor.

Yo voltee los ojos con una sonrisa en mis labios y se lo devolvi. Despues de eso fui a prepararnos un cafe a Daniel y a mi.

-¿Lo quieres negro, con leche o descafeinado?.- Le pregunte a Daniel, que ya estaba sentado a la mesa.

-Sorprendeme.- Me contesto.

Yo sonrei de oreja a oreja, habia usado mi palabra.

Al final me decidi a darselo con leche, porque es el que yo tomo y sabe riquisimo. Yo tambien me prepare uno igual.

-Ten, amor.- Le dije y se lo di, el sonrió porque le encantaba que le llamara asi.

-¿Sabías que el cafe con leche es mi favorito?.- Me pregunto al terminar de darle un sorbo.

-Lo adivine.- Conteste picaramente.

Los tres comenzamos a desayunar y platicabamos, me sentia muy feliz, ese ya es un sentimiento muy comun con Daniel a mi lado. El me hace feliz.

Prohibido EnamorarseOù les histoires vivent. Découvrez maintenant