Prohibido Enamorarse

Capitulo 9

Capitulo 9

-Nena, Christian, que paso?.- Lana llego corriendo con la espatula en la mano.

-Mis ojos...- Es lo unico que pude decir. Mis ojos estaban rosas, ¡Rosas!.

-Madre de dios... Pero que les haz hecho?.- Pregunto Lana sorprendida.

-Nose, nose...- La verdad era que no sabia, pero, tenia una rara idea.

-Vuelve a la cocina, todo bien, no te preocupes Lana.- Le dije, Lana asintio y se fue.

Sali del baño, aun en pijama y tome mi laptop de mi comoda, entre a internet y busque "Legion Difaglio", me aparecieron miles de resultados, entre a uno que me llamo la atencion, el articulo tenia informacion sobre mi familia, y sobre los dones que presumian tener, como me los dijo ayer mi mama, y encontre algo sobre mis exoticos ojos rosas, decia algo asi "No ha nacido el Difaglio que tenga el poder de la observacion, los ojos del projimo de los absolutos cambiaran de color por cada emocion que este tenga, pero se tiene que tener cuidado porque tras los lentes no se podra cambiar nada ni hacer nada". Y tambien encontre una foto, ¡Mis padres! La descripcion decia "Los absolutos, los distingue su anillo de lapizlazuli con las siglas L.D" Solo mis padres, los absolutos, tienen ese anillo, porque vi fotos de mi demas familia y no lo tienen, okay, esto es extraño.

Mis emociones? Mis ojos cambiaran de color con mis emociones? Y que emocion tengo ahora? Osea que si tengo pena se pondran rojos?

Una hoja entro por mi ventana, era una carta, me levante de mi cama y fui hacia ella, o por dios, era la letra de mi madre: "Nena, este es uno de los efectos secundarios de tener 17, tus ojos cambiaran de color drasticamente, cuando controles y no te controle tu don, averiguaras el poder que tienes en tus manos"

Dios dios dios dios, esto es muy confuso, apenas si tengo 17, apenas hace 1 año que aprendi a andar en bicicleta... Esto no es normal, yo no soy normal, estoy sucia...

Me sacudi la cabeza y saque esos pensamientos de mi cabeza, fui hacia mi closet, saque unos jeans de mezclilla y una playera de flores, me gusta la moda hipster, me cambie y me vi al espejo.

-¿Que soy? ¿Como encontrarme?.- Me decia a mi misma.

Me solte el cabello y deje que cayera, me gustaba mucho mi cabello, era un intento fallido de cabello lacio con las puntas de color azul. Estaba poniendome algo de rimel en las pestañas cuando en mis ojos vi a Daniel con un ramo de rosas azules... Para mi...

-¡No!.- Grite y di un saltito, sacudi mi cabeza y sali a mi habitacion, tome mi mochila, meti mi Ipod y mi cargador.

-¿Que hare con estos ojos tan frondosos?.- Me pregunte, no tenia lentes de contacto cafes, y, aunque los tuviera no me atreveria a usarlos. Tome mis lentes normales, me los puse y encima me puse unos negros especiales para encajar con los normales.

-¿Vas a desayunar, nena?.- Me pregunto Lana, mmm, que rico, habia hecho hot cakes.

-Claro, Lana.- Me sente a la mesa y puse 2 Hot Cakes en mi plato, les puse cajeta y comenze a comer.

-Asi que... ¿Porque tus ojos estan rosas? ¿Te drogaste? ¿Son pupilentes?.- Lana me empezo a interrogar, me quite los lentes y mis ojos se llenaron de lagrimas.

-Nose que me esta pasando, Lana, asi amaneci, desde hace 3 años que pasa algo con mis ojos, veo el futuro, aveces no solo mio, aveces de las personas, pero no lo he controlado y esto.- Señale mis ojos.- Es un efecto secundario del don que yo poseo y que me heredo mi madre.

-Ay, perdon, nena, no sabia que era tan... Grave...- Se disculpo Lana dandole un trago a su leche.

-No, y ayer estaba experimentando mi don y pude levitar mi celular.- Puse mis codos en la mesa y mi cabeza entre mis manos.- Nose que soy y nose a que vine al mundo...

Lana se quedo callada, sabia que ya no tenia que decir nada.

Salimos del departamento hacia la escuela, todos me veian raro con lentes de sol a las 8:00 de la mañana, pero sabia que si me los quitaba seria peor.

***

-¿Si sabes llegar al salon de historia, nena?.- Me pregunto Lana.

-Oh, amm, yo investigo, no te preocupes, tu ocupate de ti porfavor, no quiero ser un estorbo tambien para ti...- Le conteste algo apenada.

-No eres un estorbo, Christian, no pienses asi, tu eres especial.- Me dijo Lana.- ¡Eres una Difaglio!.- Me susurro.

Lana se despidio y yo guarde algunos libros y mi cargador en mi casillero, solo tome mi libro y cuaderno de historia, los meti en mi mochila y me la colge en el hombro.

-Valla valla valla.- Escuche voces detras de mi, ya habian tocado y no habia nadie en los pasillos.- Miren quien va caminando ahi, el intento de hipster...

Yo voltee, era Taylor y su manada, y habia una nueva, supongo que esa era Darla.

-Que gusto volver a verlas...- Dije.

-Lastima que no podamos decir lo mismo, querida, ese dia en los vestidores firmaste tu muerte con nosotras...

Yo me quede callada y solo levante una ceja.

-Te queremos advertir que nosotras somos las mas populares y ricas de la escuela.- Empezo a hablar Mckansie.- Y podemos hacer de tu vida en esta escuela una completa mierda, asi que, o le vas bajando o le vas bajando.

-No creo que seas la mas rica.- Susurre.

-¿Que dijiste?.- Pregunto Mckansie.

-Nada.- Dije.

<<Que yo soy mas rica que tu, soy una Difaglio, unineuronada>> Pense.

-Nena.- Salio Shirley.- Quiero que te enteres que yo, en mi arbol genealogico tengo familiares Difaglio, aunque yo no tengo esos dones que presumian tener, obviamente no existen tales dones, solo lo hacian para alardear.

¿Pero de que coño esta hablando?

Se me puso la piel chinita, mis ojos estaban hechos lagunas, pero no queria llorar frente a ellas y gracias a Dios traia los lentes oscuros.

-Y.- Darla hablo.- Nena, no tienes que esconder tus cara tras unos lentes obscuros, ya sabemos que eres fea, y, aparte, nos enteramos de que eres huerfana.

-A nosotras no se nos puede ocultar nada...- Finalizo Taylor y se fueron.

-Ah!.- Volvio Mckansie tomo mis lentes negros y los rompio con sus manos.- Para que todos vean lo fea que eres.- Afortunadamente se fue sin verme a la cara y sin ver mis exoticos ojos rosas.

Ellas se fueron y yo corri hacia el cuartito de limpieza, avente mi mochila, me deslize por la pared y comenze a llorar, mis lagrimas eran rosas... Valla normalidad la mia.

<<¿Donde estas, Daniel? Donde estas ahora que te necesito?>> Pense, con la esperanza de que mi principe volviera a rescatarme de morir en vida.