Capitulo 57.

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Capítulo 57.

Luke salió de mi vista rápidamente con Lana en sus brazos.

Me giré y pude ver a Shirley sobre mi.

-Vaya.- Dijo ella, tomando los dones de Mateo, no pude pelear con ella, el golpe me había dejado débil.- Creo que me quedaré esto.- Puso la cajita lejos de mi alcance.

-Shirley.- Hable con esfuerzo.- Por favor no me hagas nada, no por qué no tengas dones eres menos, tal vez no estás preparada.

-¿Qué mierda estás diciendo?.- Dijo ella enojada.- Yo nací preparada, yo merezco esos dones más que tú, por eso en este momento los sacare de ti, vele el lado positivo, te quitaré una carga de encima.

Intenté girar para zafarme de su agarre, pero fue casi imposible, ella comenzó el ritual. Ya no había vuelta atrás.

-¡Alto!.- Una voz masculina resonó en la planta alta de la casa.- No muevas ni un dedo, Shirley.

Daniel llego hasta donde nosotras, caminando con pasos firmes. ¿Cómo siempre sabía cuando iba a morir y venía a mi rescate?

-¿Y tú qué haces aquí? ¿Quieres ver cómo tu novia no vuelve a ser ella jamás?.- En el rostro de Shirley se formó una tétrica sonrisa.

-No le hagas ni le quites nada.- Daniel se aclaró la garganta antes de decir lo siguiente.

-Quítame los dones a mi.

Shirley y yo abrimos los ojos como platos.- ¿Que? No.- Dije aún bajo el cuerpo de esta.-

-Oh.- Dijo ella irguiéndose un poco.- Esto no me lo esperaba.

-Si la dejas libre, te daré mis dones, lo... lo prometo.- Dijo Daniel, acercándose aún más a nosotras.

-Suena tentador.- Dijo ella.- Los perjudico a ambos y salgo ganando yo... Trato.

Shirley se paró de mí y yo gatee con esfuerzo, Daniel me ayudó a parar y quede a su lado.- No tienes que hacer esto.- Le susurre al oído.

-Hice una promesa.- Dijo él en voz baja.- Un Castellan jamás rompe una promesa.

-Pero es Shirley... y tus dones...- Susurre mirándolo a los ojos.

-Ugh.- Resopló Shirley.- Quítate, Difaglio, hagamos esto pronto, tengo que planear una fiesta.

Daniel dio un paso hacia adelante, no podía creer la escena que estaba presenciando, Daniel iba a dar sus dones... por mi. Y yo no podía hacer nada.

Pasaron unos minutos y Daniel cayo de bruces al suelo, inconsciente.

-¡Daniel!.- Grite y corri hacia el.- ¿Qué mierda hiciste, Shirley?.- Dije levantando la cabeza de Daniel sobre mis piernas.

-Nada.- Se llevó la piedra magenta y camino lejos de nosotros, pavoneándose.- Hice lo que él me pidió, y de hecho fue mejor, tenía más y mejores dones que tú, pobre, tu novio ahora es común y corriente, bu, bu, bu.- Hizo un ademán como si estuviera llorando, para después entrar a su habitación carcajeándose.

-Daniel... amor.- Susurre, acariciando su mejilla.- Despierta, por favor.

Estaba más pálido de lo normal, y estaba frío.- ¿Recuerdas que cuando nos conocimos creí que eras un vampiro? Bueno, espero que no me hayas concedido ese deseo.

Daniel se movió un poco entre mis brazos, y segundos después abrió los ojos.

Creo que deje caer su cabeza al suelo por la sorpresa que me lleve.

***

*Narra Christian*

-El está acostado, no le he permitido que se vea a un espejo, está dormido ahora, esta demasiado débil. ¿Cómo vamos aquí?.- Dije mientras llegaba a la cocina, Lana estaba siendo curada por Luke, el cual era el mejor en la clase de biología.

Prohibido EnamorarseOù les histoires vivent. Découvrez maintenant