Capitulo 27 "Sexo del bebé"

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Elena

Al día siguiente.

Me encuentro con Mariela en la consulta con el obstetra, cuando entramos al consultorio el doctor nos recibe con una sonrisa, lo saludamos cordialmente y el nos corresponde.

—¿Cómo has estado? —le pregunta el médico a Mariela.

—Bien, aunque todavía sigo con las náuseas pero ya no son tan frecuentes —

—Eso está bien, eso indica que todo marcha aparentemente bien con el bebé —le pide que se tumbe en la camilla, luego le coloca gel sobre su vientre, toma un aparato y lo desliza sobre su vientre, en un computador que se encuentra frente a nosotros se observa el bebé, es pequeño pero puedo distinguir su forma.

El obstetra comienza a señalarnos las partes que se le han desarrollado al bebé, luego se empieza a escuchar por toda la habitación un sonido como de un tambor, los cuáles son los latidos de su corazón. Después de unos cuantos segundos el sonido se deja de escuchar y el doctor indica que todo está bien.

—¿Quieren saber el sexo? —

—Si, estamos muy ansiosas —le responde Mariela, el doctor sonríe y comienza a mover nuevamente el aparato, veo una lágrima deslizarse por la mejilla de Mariela y sonrió, se cuan importante es éste momento para ella.

—Y tu ¿Qué eres del bebé? —me pregunta el obstetra y Mariela responde.

—Es la hermana—

—Bueno y ¿Cuál es tu nombre? —

—Elena —le respondo con confusión al no saber el porqué de su pregunta.

—Bueno Elena serás la hermana mayor de un niño, es un varón —miro a Mariela y las dos sonreímos como Cheshire y soltamos una que otra lágrima de felicidad, como me gustaría que papá estuviera aquí, viviendo este momento con nosotras pero aún sigue sin aceptar al bebé.

—Asi que tendrás que alimentarte más y adecuadamente ya que el bebé está muy bien pero tu peso está por debajo del indicado para tus semanas de embarazo y tú alimentación es muy importante para el desarrollo del bebé — le explica y Mariela asiente muy emocionada, luego de un par de recomendaciones por parte del médico, salimos del consultorio muy contentas.

Cuando llegamos a casa, busco mis libretas para pasar los apuntes, luego de unos minutos escucho llegar el auto de papá, miro la hora en mi celular y son las  6:20pm, hora en la que llega papá del hospital, llevo media hora pasando apuntes y es como si hubieran pasado solo diez minutos, papá entra en la casa y me observa.

—¿Qué estás haciendo? —me pregunta.

—Pasando los apuntes de las clases atrasadas —

—Eso está bien, así no te sigues atrasando —

—Si y a ti ¿Cómo te ha ido? —

—Bien aunque cansado, hubo mucho movimiento, gracias por preguntar —le doy una sonrisa corta y papá se va a su habitación, quedó impactada, hace mucho que no cruzaba más de dos palabras en son de paz con papá, me sorprende su actitud ya que no ha llegado molesto conmigo como ya era de costumbre, vuelvo a lo mío pero e inmediatamente siento arcadas y pues ya no hace falta decir hacia donde me dirijo.

Con la alegría de haber visto a mí hermano por el ultrasonido había olvidado por un momento esta maldita enfermedad.

...

Escucho un ruido molesto y gruño por lo bajo, el ruido persiste y tapo mis oídos con la almohada cuando abro los ojos veo el sol filtrarse por la ventana y en ese momento papá entra en la habitación.

El Lado Oscuro de la VidaWhere stories live. Discover now