"Y entonces, después de casi 100 años en este mundo, reconozco que no se nada aún de la vida, porque no había tenido el placer de coincidir contigo."
"A veces solo tienes que sostenerte a una fantasía para mantenerte en la realidad."
"Mi bajo autoes...
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Al llegar encontré de nuevo a mis padres discutiendo. Cuando entré, se callaron.
—Sigan, no se detengan por mí—arrojé sarcásticamente. — ¿A qué te refieres hija?—preguntó mi madre fingiendo demencia. —Mamá no soy tonta, quiero saber qué pasa. —No tienes por qué preocuparte Mackenzie—comentó mi padre.
— ¿No? Papá, el lunes también los escuché discutiendo, ¿qué pasa? Mis padres intercambiaron una mirada preocupada. —No, no es nada, no te preocupes. —No me iré hasta saber que pasa—amenacé. —No vas a hacer lo que tú quieras, yo mando y debes obedecer, ve a tu habitación. —Entonces asumiré que algo malo está pasando como para no decirme. —No lo es—contestó rápidamente mi madre. — ¿Por qué no me lo dicen? —Porque aún no es tiempo. — ¿Tiempo para qué papá? ¿Esto nos afecta a Bree y a mí? —No... lo sé. Todos guardamos silencio hasta que mi padre habló.
—Confía en nosotros, no es nada, todo a su debido tiempo.
Comprendí que no me lo dirían aunque insistiera.
Me levanté desganada y me dirigí a mi habitación tratando de olvidar los últimos diez minutos.
Me concentré en algo positivo.
Mientras mi mente divagaba entre todos mis pensamientos confusos, mis ojos comenzaban a ceder y mi interior se desconectaba lentamente. Mi cuerpo se desvanecía e inmediatamente me perdí en el mundo de la inconsciencia.
Por un minuto llegué a pensar que por los hechos que habían sucedido hoy, mi subconsciente me provocaría soñar con él, pero no fue así, en cambio mi mente me llevó a un lugar conocido.
Desde que tengo memoria, recuerdo que padezco de un sueño recurrente, en donde siento que estoy parada admirando un lugar extraño, pero a la vez muy hermoso.
Lleno de colores, dulces, animales, y estoy rodeada de criaturas extrañas, los identifico como monstruos.
Pero son genuinos, amables. Son mis amigos.
Jamás he entendido el significado de ese sueño, pero siempre al despertar lo único que recordaba era un paisaje parecido al famoso 'Callejón Diagon' de los libros de Harry Potter.
Tal vez mi mente pensaba que era ese lugar por el hecho de que aparecían esas extrañas criaturas y monstruos a mí alrededor.
Me perdí en mis sueños y, de pronto, ya no vi nada.
Desperté a la mañana siguiente sintiendo que ya no tenía más deseos de dormir.
Miré por la ventana.
Un cielo gris adornado con espesas nubes blanquecinas.
Decidí hacer algo que nunca hacía: desayunar.
Bajé y observé que era tan temprano que aún no había nadie. Tomé lo necesario para servir cereal y me senté tranquilamente a comerlo mientras admiraba los mosaicos del piso de la cocina.
