02. Profesor sangre (ChanBaek)

Capítulo 6

BaekHyun

Cuando la manecilla de los minutos se acercó a 12, BaekHyun deseó que el reloj se ralentizara o se detuviera por completo. La visita al laboratorio estaba programada para las 10 AM.

Él no quería ver a sus alumnos. O más bien, no quería ver a ChanYeol. Porque la idea de "sus alumnos" se había reducido a una cara en su mente: ojos color marrón, cabello negro y una boca demasiado inteligente que lo distraía sin fin. Ayer resultó ser un desastre.

BaekHyun debería haber cerrado con llave la puerta del laboratorio. Especialmente cuando había tenido a Do KyungSoo en su laboratorio. Pero durante años, nadie había irrumpido, y BaekHyun se había metido en el mal hábito de no bloqueo de sus puertas. Excepto ChanYeol, había llegado en el momento más inoportuno, y su cuchillo de plata había picado como el fuego en el pecho de BaekHyun.

Era irónico que JongIn y KyungSoo habían estado visitándolo. BaekHyun se había sorprendido, casi avergonzado por su intimidad. Sabía lo de su vínculo, por supuesto. Para verlo en persona, aunque... Lo había sacudido un poco. ¿Qué humano amaría a un vampiro? ¿Qué humano podría mirar más allá de ese instinto depredador, ese deseo de sangre?

Entonces ChanYeol había anunciado que BaekHyun había probado su sangre. Antes de eso, BaekHyun se enorgullecía de dos siglos de ninguna presa humana.

No se había detenido allí. Delante de JongIn y KyungSoo, ChanYeol había revelado que BaekHyun se lo había follado a él, un estudiante y un cazador, y la dignidad de BaekHyun se había quemado a cenizas.

Había sido un desastre horrible.

Sin embargo, todavía le dolía más por la sangre de ChanYeol. El corte profundo en el antebrazo de ChanYeol se había desangrado hasta su muñeca, diciéndole a BaekHyun dónde exactamente debería haber lamido. ChanYeol había olido delicioso, y BaekHyun había temblado, conteniéndose.

BaekHyun se quejó, frotándose la cara. Por lo menos el corte en el pecho se había curado.

La alarma de su teléfono sonó exactamente a las 10 AM. Él hizo una mueca, de pie para abrir la puerta del laboratorio.

En el exterior, diez estudiantes se arremolinaban en el pasillo, sobre todo en sus primeros años veinte. Ellos siempre parecían tan jóvenes. BaekHyun escaneo algunas de sus caras, con cuidado de no hacer caso de la amplia figura apoyándose en la pared tres pasos de distancia. Luego echó un vistazo a la lista en su portapapeles. Si sus estudiantes alguna vez descubrieran su verdadera identidad, se sentirían traicionados, probablemente lo odiarían.

Pero ChanYeol ya odiaba cada célula de su cuerpo; ¿importaba quién más lo hiciera?

En realidad, no, BaekHyun pensó en ello.

Apartó esos pensamientos, diciendo en voz alta los nombres de los estudiantes. Uno por uno, los estudiantes pasaron al laboratorio. BaekHyun se aseguró de mirar sólo a ellos, hasta que un nombre se mantuvo. En la lista, Park ChanYeol quemó su camino a través de su mente.

Miró hacia arriba, su piel hormigueaba bajo la mirada de ChanYeol. Y ChanYeol se apartó de la pared del pasillo, flexionando sus hombros y bíceps. BaekHyun tragó saliva.

—Se te perdió un nombre, —dijo ChanYeol, sus pasos eran silenciosos mientras él merodeaba. BaekHyun no podía apartar los ojos, no cuando la mirada de ChanYeol se deslizaba por su cuerpo y todos sus nervios se encendían como fuego. —¿Vas a llamarme?

BaekHyun se humedeció los labios. —No necesito hacerlo, ¿verdad?

—Di mi nombre de todos modos.