—Solo quería ver a Titus y Pennyworth.

—Bueno será mejor que te despidas, me devuelvas la espada que traes y vuelvas otra vez a la habitación...—ordenó Bruce con sutil calma.

El adolescente sabía que tenían los ojos en él por si intentaba hacer algo, sinceramente él no tenía ganas de seguir peleando por algo absurdo, algo que ya no tiene mínima lógica. Tomando precauciones se quitó la espada que llevaba y sin reproche se lo entregó a su padre, acariciando la cabeza de Titus y Pennyworth fue caminando a la entrada de la casa.

—Oye Damian...

—Tt. Puedo hacerlo a mí manera...sé cómo llegar ahí.—impresionados por las palabras crueles del muchacho él no tardó en salir, todos se miraron y Dick fue el primero en sonrió.

—El enano engreído comienza a dar signos positivos.—comentó Grayson.

•~*~•

Al ver que el oji Esmeralda comenzaba a dar signos de vida, signos de que está volviendo el mismísimo Damian no tardaron en tomar acción, poco a poco hacían secciones de terapia, los medios de tortura para el adolescente fueron disminuyendo grandemente, los medicamentos fueron lentamente desapareciendo de la oscura memoria del menor.

Ahora la prueba final.

—Justicia.—respondió Damian mirando atentamente la fotografía que su padre mostraba, al pasar la siguiente volvió detenidamente a pensar y luego subir la vista al mayor.—Venganza.

—Lo que hacemos es justicia no venganza.— sentía la tensión en sus manos al saber que fotografía sería la siguiente, sin mostrar signos de arrepentimiento o preocupación le mostró el dibujo de la castaña.

Damian quedó completamente callado por bastante, como si lo estuviese pensado bastante. Sus manos comenzaban a temblar al simple hecho de que una vez diga las siguientes palabras no hay marcha atrás y aceptar ese gran vacío que Natalia dejó de por vida.

—...Una alucinación.—dijo finalmente con un gran nudo en su garganta.

—Repite todo lo que viste aquí.—ordenó Bruce.

—Yo soy Robin...mi trabajo como aprendiz es hacer justicia y no venganza, trabajo en equipo es otra de las mayor fuentes para abrir caminos que nunca pensaste que habría uno.

—Bien...¿Quién es Natalia?

—Natalia es solo un producto de una alucinación...Ella no es real.

Bruce lentamente se levantó del asiento al ver que finalmente Damian abrió los ojos a la realidad no podía sentirse más que aliviado de haber devuelto a su hijo. Lo mejor era dejarlo un día más en observación y que luego lo dejaran ir. La mañana siguiente revisaron por última vez al muchacho de cabello negro, antes de que saliera decidieron darle un recorte al pobre...llevaba largos meses sin recortar y lo mejor es cambiar su aspecto. Eso evitará recordar sus peores momentos en ese solitario, aburrido y oscuro lugar.

Arriba todos esperaban el cambio drástico de Damian a pesar que aún quedaba evidencia de sus ojeras y sus ojos completamente vacíos. No parecían ellos importarles, querían ver al muchacho que finalmente aceptó la realidad por más difícil que le costó, sentía dolor en el pecho, un completo basura.

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