Mi alrededor me daba vueltas y a pesar de estar recostado sentía la vista mareada y poca energía, inconscientemente llevé mi mano hasta mi frente por un simple tacto lo alejé bruscamente por el dolor. Imágenes no tardaron en llegar a mi mente.
Recordaba perfectamente la escena de quizás unas horas atrás, mi padre, mi hermana y yo fuimos emboscados. Si no hubiese sido por la estúpida de Natalia no habría terminado de esta manera.
—Debería estar despierto.—escuché voces acercarse hasta la puerta sin tocar abrieron la misma y entraron.—Despertaste,enano.
—Tt. He estado en peores condiciones.—hablé cortante con Dick, parecía estar serio por mi comentario.
—Lo importante es que aún tienes la cabeza.—Bruce se acercó. Traía una variedad de vendas en los brazos y piernas.
—Da igual...—en un intento de levantarme sentí una punzada dolorosa en mí cabeza, soportando el dolor logré estar de pie.
—¡Woah! Alto ahí niño de hierro...debes recostarte y al menos descansar.
—El descanso no es más que una pérdida de tiempo.—dije.
El mareo me invadía nuevamente y de tanto pensar terminé recostándome en la cama con amargura. Ellos con inseguridad me dejaron solo en mí habitación;esto apesta. Rodé mi cuerpo por un lado, luego hacía otro lado hasta dar con la posición. Mi cama se sentía algo vacía sin alguna compañía.
Lentamente pasé mi mano en aquel espacio vacío, sintiendo la tela fría raspar suavemente mi mano. Es más que obvio que Natalia no me querrá ver a la cara luego de nuestra pelea, aunque siendo así...yo tampoco quiere verle la cara de niña prostituta.
•~•=•~•
El sonido de las ventanas abrirse bruscamente hizo que me despertara, la luz del sol comenzaba a molestarme un poco la vista a tal punto de restregarme los ojos.
—Buen día,Joven Damian, me sorprendió que despierte a esta hora.
—¿Mh?
Observando a Alfred voltee a ver el reloj, abrí los ojos al ver que son las diez de la mañana. Me siento un vago de haber despertado a esta hora.
—Déjeme revisarse golpe.—Alfred se tomó la molestia de quitarme las vendas hasta ver mi herida, sin mostrar un signo de preocupación supuse que la herida no era alarmante.
—Tt. Iré a desayunar.
En el comedor me mantuve en silencio observando la silla que siempre está a mí izquierda completamente vacía, cambiando la vista al desayuno comencé a comer. Se sentía agradable comer solo sin tener que ver la cara de mi hermana, supongo que aún debe estar molesta conmigo.
A pesar de que mi padre me aclaró de no salir y tomar más descanso, no le tomé importancia alguna. Tomando la ultima gota de té, tomé mi mochila que ordené a Alfred hacer, subiendo mi moto la encendí...en un instante observé la cueva detalladamente, antes de siquiera darle potencia al arranque, la bati-nave de Natalia no estaba presente.
Sin importancia seguí directamente a la torre de los titanes, mi concentración se basaba en esquivar autos por los siguientes treinta minutos, y el resto sería una carretera para mí solo. Fue un largo y aburrido viaje.
—Tt.
Estacionando la moto detrás de la torre, tomé mi equipaje para ir a la entrada y subir en el ascensor. Respiraba tranquilidad dentro de la dicha no puedo ofrecer más, sólo sé que cuando estas puertas abran...
La Paz se irá a la basura.
Las puertas metálicas deslizaron dejándome la entrada expuesta con gusto salí de ella, observando a los titanes que parecían estar escandalosos.—sobretodo Logan.—me llevé una sorpresa a ver Jon moverse de un lado a otro con esa energía.
—¡Llegó Damian ahora sí puedo hacer mi revancha!—gritó Chico bestia agitando sus brazos con brusquedad.
—Tt.
Cerrando los ojos con malhumor fui a mí habitación, al abrir las puertas todo estaba vacío y muy ordenado. Tal como siempre lo dejo. Organizando mi ropa limpia que contenía en mi mochila comencé por los gabinetes que tanto uso, cavando entre la ropa limpia noté que mi gadget favorito no estaba y nadie lo toca debido que tiene un sistema que permite reconocer la huella de su dueño.
Solo hay alguien que pudo haberlo tomado.
—¡Natalia!—grité en la puerta de su habitación furioso, golpeando su puerta fue abierta dejándome el paso.—¡Detesto cuando tomas mis cosas sin mi permiso!...¡Natalia!
La habitación estaba totalmente vacía.El ambiente del lugar parecía que estaba comenzado a tener polvo, husmeando entre sus cosas no había nada más que vacío.
—¡Tt!—tanto mi enojo agarré mi celular para llamarla mientras esperaba que contestara pensaba en cuantas cosas quería decirle a la cara.
—¿Hola?
Darle identificación a la voz opté por gritar y regañar a mí hermana, después de todo es su número de teléfono.
—¿Disculpa...lo...lo conozco?—una poco más tranquilizado me di cuenta que esa no era la voz de Nat, sentía mi cuerpo hervir de irritación. En caso de que ella estuviese jugando una broma usé uno de mis gadgets y por lo visto no parece ser una broma.
Sin dar excusas colgué la llamada ¿habrá cambiado su número de celular sin haberme dicho? Claro, sigue estando molesta conmigo y obviamente no hablará conmigo por semanas quizás.
—¿Damian?—dando la vuelta vi a Starfire entrar a la habitación con cierta curiosidad.—¿Qué haces en esta habitación?
—No te interesa, Tt, me largo.—dándole la espalda a la líder salí enseguida sintiendo como aún su vista se clavaba en mí.
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Fanfiction🍃🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍃 En alguna vez de la vida nos hemos enojado, puede que haya sido algo sencillo, algo mediocre o aveces te dan ganas de gritar y golpear todo a tu paso. Hay algunos casos donde el enojo se va del límite, donde descargas...
