Las cámaras parecían acosarnos con salvajismo, los micrófonos querían estrellar en nuestras bocas como si fuese comida, preguntas tanto innecesarias que necesarias daban a luz en mis propios oídos. Sentía la tensión en toda la sala que a decir verdad molestaba y irritaba al mismo tiempo. Dando mi "mejor" rostro observé a las cámaras que aún seguían apuntándome y claro a mí hermana.
—Señor Wayne...¿Desde cuándo tuvo que esconder a los niños?
—¿Se siente orgullo de ser padre?
"Tt."
Menuda bola de tarados.
—¿Señor Wayne cómo supo de que estos niños son sus hijos?—preguntó otro desde la parte de atrás.
—Como decía...—tosió mi padre sonando lo más serio posible.— La madre falleció hace unos años y acogí de los gemelos, al hacer la prueba de sangre resultaron ser mis hijos...luego de llenar varios papeles, ya qué no estaban registrados en...
—¿Cree que ellos pueden lidiar un por ciento de su empresa incluso ser la nueva imagen para su empresa?
—Aún no les garantizo esa respuesta, pero quiero que ellos conozcan su futura empresa y como es que se debe trabajar.
Tras horas sentado sin decir una sola palabra, llegó el momento de que mi hermana y yo habláramos de los nuevos planes para ésta empresa. Dándonos una breve mirada entendimos de que debíamos tomarnos turnos para hablar acerca de nuestra metas para la empresa.
—¡Joven Wayne!,¿Cree que está a la altura a tal responsabilidad?...digo ¿No cree que es muy joven para esto?
—¡Señorita Wayne!...¿Apenas conocen a que se dedica su padre?
En ese momento pude sentir en mi interior una burla para ellos y claro que mi hermana lo notó, como si compartiéramos los mismos pensamientos nos acomodamos y sonreímos de lado, uniendo nuestras manos miramos a todos los presentes con superioridad.
—La empresa Wayne tiene dieciséis divisiones...—dijo mi hermana con seguridad. Todos quedaron callados y sorprendidos a la respuesta de mí hermana por lo que decidí yo hablar.
—Todas estas divisiones deben mantener un equilibrio correcto, usando bien la mente...
—¿Conoce alguna de las divisiones?—Preguntó uno de los que estaban al frente, parecía ser victorioso al vernos callados.
Lo que no sabe es que odiamos que nos interrumpan.
Tosí.
—Conocemos todas y para qué se usan...por ejemplo, Wayne foods maneja granjas y ranchos ganaderos en el medio oeste.—expliqué con sutil orgullo.
—Está Wayne Electronics que manufactura dispositivos electrónicos usadas en áreas como comunicaciones inalámbricas, tecnologías de información y etcétera.—prosiguió Natalia.
Así fue el transcurso del medio día, una pregunta tras otra pregunta y dar las respuestas más cortas posibles debido a qué nuestro padre estaba por hacernos callar por tanta información que dimos. Era necesario. No me iba a quedar callado y dejar que la vergüenza me consuma haciéndonos actuar como la decepción de la familia Wayne. Jamás.
—Nada mal para su primera entrevista.—su voz tranquila por alguna razón me llamó la atención, la voz grave que pone cuando está enfadado...bueno, siempre está enfadado.
—Supongo.—respondió Natalia encogiéndose de hombros por unos segundos y volver a mirar la ventana del auto.
—No lo vinieron llegar al responderles sobre las divisiones de la empresa.
—¿Estuvieron toda la noche memorizando todo los archivos?—preguntó él con cierta sonrisa.
—No. Lo sabíamos desde aquella vez que entramos a la empresa sin permiso.—respondí con honestidad. Sentía como se tornaba esa pequeña sonrisa en seriedad...
—Que más da...después de todo se encargará al menos un diez por ciento de la empresa.
—¡DIEZ!
~•=•~
—¡Puedo hacer mucho más que solo un diez por ciento!—alce la voz en medio del comedor.
—Hay cosas que aún no están a tú altura, Damian.—intervino Dick con una leve sonrisa, comiendo su camarón con lentitud lo miré con odio.—Relájate enano quizás cuando tengas más edad puedes dirigir el cinco por ciento.
—Puedo dirigir un sesenta por ciento, padre.—habló Natalia con irritación, moviendo su tenedor de un lado a otro por fin lo enterró en el marisco y darle un bocado.
—Diez. Es mi última palabra.
—¡Quince!—gritamos al unísono.
—Diez.
—¡Treinta!
El suspira con irritación mientras su mano va restregando todo su rostro hasta finalmente mirarnos con una mirada poco insegura.
—Entre los dos compartirán un cincuenta por ciento, si veo que las cosas van fuera de control le iré bajando su numero...¿Hecho?
Observé la sonrisa satisfecha de mí hermana por lo cual no puedo quejarme, compartiríamos ese cincuenta y está bien de que sea con ella, por qué de haber sido con Dick o Tim créeme que les quitaré el crédito del modo más sucio.
—Hecho.—como hermanos nos dimos un puño de victoria, Dick quedó como estatua por unos segundos hasta por fin abrir la boca con cierto desacuerdo a lo que dijo Bruce.
—¿Cincuenta...no es demasiado?—preguntó él.
—El trato está hecho,Grayson.—tomando un pedazo de carne se lo entregó a Titus que ya estaba desesperado de esperar tanto que le dio un gran bocado.—Vámonos,Titus.
Levantándome de la silla salí con el perro, tomando la pelota que tenía en mi chaleco comencé a jugar con él por todo el jardín.
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Fanfiction🍃🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍃 En alguna vez de la vida nos hemos enojado, puede que haya sido algo sencillo, algo mediocre o aveces te dan ganas de gritar y golpear todo a tu paso. Hay algunos casos donde el enojo se va del límite, donde descargas...
