Illusion h.s || Español

ocho

Oculto mi cabeza en la camiseta de Harry.

No te des la vuelta.

Cierro los ojos y tiro del blanco material con el que está compuesta su camiseta. Su mano descansa en mi nuca.

-Lyd -susurra-. Lydia levántate. No puedes despertarte aún.

Siento la tela por debajo de mis ojos húmeda. Nunca me di cuenta de que estaba llorando.

Asiento y Harry me ayuda a levantarme del suelo. Mi cuerpo tiembla y no lo puedo parar. No me atrevo a darme la vuelta. No quiero ver los cuerpos sin vida de mis padres acostados sobre la orilla.

Contemplo cómo Harry atrapa mi mano con la suya mientras corremos por la playa. El cielo es ahora oscuro y me resulta muy difícil ver algo. La luna se alza en el cielo y brilla con una luz tenue sobre el mar.

Miro a Harry mientras corre. Mueve sus brazos y su cabello vuela con el viento.

Intento mantenerme a su lado pero soy muy lenta. Mis extremidades están cediendo y tengo que parar.

Me detengo y mi pie se entierra dentro de la arena. Harry no parece que note que he parado de correr a su lado, ya que éste mantiene la marcha. No sé hacia dónde se dirige.

Estoy a punto de llamarlo cuando contemplo una figura parada cerca de unas rocas junto a mí.

Giro mi cabeza hacia Harry pero está demasiado lejos para verme en estos momentos. Pero sé que ha parado.

- ¡Lydia! ¿A dónde demonios vas? -grita desde la distancia.

No le contesto. Me he quedado congelada en el mismo lugar.

A mi lado la figura es débil y pequeña.

Me escondo detrás de las rocas cuando la figura se acerca a mí.

- ¿Lydia? -suena una pequeña pero familiar voz.

Reconozco esa voz. Es de mi hermano Jace.

Me doy la vuelta.

- ¿Jace? ¿Eres tú?

Se queda parado en las sombras que producen las rocas.

-Sí.

Sonrío y corro hacia él, envolviendo mis brazos a su alrededor.

- ¡Lydia! -escucho a Harry llamarme desde la distancia.

- ¡Jace! ¿Estás vivo? -pregunto, incapaz de ver su rostro.

Sigue estático en el mismo lugar y su voz emerge monótona.

-No, estoy muerto.

Me alejo de él e intento descifrar sus rasgos en la oscuridad. Todo lo que puedo percibir es el azul de sus ojos. Son más brillantes de lo normal.

-Jace, acércate -susurro, mirando hacia la izquierda para ver si Harry me ha alcanzado ya.

Puedo descifrar su rostro ahora. Se encuentra cerca de mí.

-No -responde secamente.

Siento mi corazón hundirse hasta el fondo de mi estómago. No actúa como si fuera él mismo. El Jace habitual me envolvería con sus brazos y nunca me dejaría ir.

- ¿Por qué no me salvaste? -su voz ahora suena llena de emociones.

Me quedo congelada mientras Harry me llama de nuevo.